FASE DE SORTEO
1. Si te toca tu papeleta, quédatela y no digas nada. Sinceramente, nadie te va a regalar mejor que tú mismo. Más abajo tienes algunas ideas sobre qué debes comprarte.
2. Comete algún error que provoque repetir el sorteo. Muchas veces. Haz que se te caiga la papeleta y todo el mundo vea quién te ha tocado, di por error el nombre de tu amigo invisible en voz alta, di que no entiendes la letra (incluso si está escrito por ordenador), lee en alto la papeleta de otra persona… Puedes repetirlo las veces que haga falta hasta que veas que todos van a llorar o hasta que, al fin, te toque tu papeleta.
3. A menos que te hayas tocado a ti mismo (amigoinvisiblemente hablando), intenta que alguien te cambie la papeleta. Solo por molestar. Después, intenta volver a cambiarla. El nivel más Grinch de este truco es pedir a alguien que te cambie la papeleta porque te ha tocado una persona con quien no te llevas muy bien y no sabrías que regalarle. Solo cuando acepte y cambiéis las papeletas descubrirá que se trata de él. En el fondo le has hecho un favor.
FASE DE COMPRA
4. Si te has tocado a ti mismo, compra lo más loco y megalómano que puedas permitirte. Intenta que supere en cientos de euros el límite permitido: todo el mundo pensará en algún favoritismo turbio o en lo bien que le caes a la gente. Probablemente lo primero. Si es el amigo invisible del trabajo a lo mejor te despiden, pero ya tendrás la Playstation 4 comprada.
5. Compra algo simbólico y vergonzosamente barato, de forma que tu amigo invisible se sienta estafado porque le has comprado una basura y, al tiempo, se sienta mal porque simbólicamente era muy bonito: un tarro lleno de amor (vacío, vaya), una tarjeta de felicitación de “para el mejor amigo del mundo”, un ticket regalo por 1.000 euros que nunca podrá reclamar porque no sabe quién eres, un tarro de arena de algún sitio lejano al que el regalado le gustaría ir (y que puedes sacar del arenero de tu gato)…
6. Compra algo completamente errático: para el amigo cinéfilo, Los Caraconos en VHS; para la runner, un balón de fútbol; para el gourmet, tickets descuento de McDonalds…
7. No compres nada: alquila algo y, si es posible, que sea a nombre del regalado. Ya se dará cuenta dentro de unos meses.
FASE DE ENTREGA
8. Cambia el nombre de tu regalo para hacer que alguien tenga dos y otra persona no tenga ninguno. Acabas de destruir una cena.
9. Intercambia las etiquetas de todos los regalos. Cuenta cuántos regalos tardan en percatarse de que hay algo que no encaja. Si todos hubieran seguido el consejo 7, tal vez nadie se dé cuenta nunca e incluso os gusten vuestros regalos. Bueno, no, al que le toque el VHS de Los Caraconos, no.
10. Como el 9, pero intercambiando todas las etiquetas menos dos: la del regalo que vayas a recibir y la del regalo que hayas hecho tú, para quedar bien. Si has seguido con atención esta guía, tanto el regalo que vayas a recibir como el que hayas hecho deberían ser el mismo.
11. Juega al spoiler. Si alguien está claramente molesto con su regalo –probablemente porque le has regalado tú– intenta convencerle de que sabes quién es su amigo invisible. E invéntatelo.
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