Además de su legado periodístico, unido al diario EL PAÍS en los últimos 35 años, Miguel Ángel Bastenier, fallecido este viernes en Madrid a los 76 años, nos ha dejado sus lecciones sobre la profesión a través de Twitter. El experto en política internacional y exsubdirector del periódico abrazó la red social con gran éxito, convertido en el periodista de la redacción con más seguidores: más de 172.000. El límite de 140 caracteres no era problema para él, siempre claro y conciso en las reflexiones que compartía en @MABastenier.
En 140 caracteres se dice poco, pero muchas veces, por eso mismo, mejor.
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 16 de octubre de 2015
El tuit es como el breve del breve, el torrefacto completo, claro y sencillo, de lo que queremos decir.
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 27 de octubre de 2016
Desde hace más de tres décadas se encargó además de la docencia, en la Escuela de Periodismo de EL PAÍS y la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI). En sus clases no se cansaba de repetir que el futuro del periodismo es digital, lo que no se traducía en condescendencia ante el nuevo escenario al que se enfrenta su profesión.
En las distancias cortas, empleaba más de 140 caracteres para compartir anécdotas y reflexiones, siempre con la misma precisión linguística que exhiben sus tuits. El nombre del programa de Verne en Facebook Live, Vernícolas, es resultado de su elocuencia. El 26 de abril de 2017, Bastenier dedicó uno de los últimos mensajes en Twitter a mencionar las que consideraba algunas de las plagas de la profesión: "declaracionitis; politización; oficialismo; desconexión mundial".
Plagas periodísticas: declaracionitis; politización; oficialismo; desconexión mundial
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 26 de abril de 2017
Es una de las opiniones de Bastenier que recopila Bernardo Marín, subdirector del diario EL PAÍS y uno de sus muchos discípulos, en un obituario en el que recuerda a Bastenier como un profesor estricto en sus correcciones, al tiempo que afectuoso y poseedor de una ironía que empleaba como guante blanco a la hora de ser severo con sus alumnos.
Si ´periodismo narrativo´quiere decir historia sin fuentes, cuando el autor no ha presenciado los hechos, que me borren.
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 26 de septiembre de 2014
Los periodistas se dividen en dos categorías: los que son rápidos y los que no son periodistas.
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 12 de abril de 2012
La lucha contra los propios prejuicios, que seguro que existen, constituye buena parte de la profesionalidad periodística.
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 2 de enero de 2017
Y la única manera que tiene el periodista de hacer un mundo mejor es haciendo un periodismo mejor.
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 1 de septiembre de 2015
Nunca en la historia del periodismo el propósito primordial de convocar una rueda de prensa es dar una noticia, aunque accidentalmente se dé
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 22 de septiembre de 2016
En último término la frontera entre publicable y no publicable la dictan el sentido común y el buen gusto. No hacen falta manuales.
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 31 de mayo de 2016
A través de la herramienta Favstar, se pueden encontrar otros de los tuits del periodista reflexionando sobre su profesión que más han compartido sus muchos seguidores.
La información se guía por redes de poder. Por eso, 150 muertos en Kenia importan menos en Europa que 13 en París. La moral le es ajena.
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 4 de abril de 2015
El mejor periodista es un investigador, pero ni policía, ni juez. Documenta e interpreta el caso, y ahí acaba su función.
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 23 de diciembre de 2016
El periodismo declarativo está muerto, porque la gente habla para salir en el periódico. Hay que publicar lo que se calla, que es lo difícil
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 15 de noviembre de 2014
El click-bait no es una técnica periodística discutible, es un engaño que abochornaría a un profesional. La información no es un acertijo.
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 26 de diciembre de 2016
El hecho de que no se exija titulación académica para ejercer como periodista no significa que un smartphone equivalga a una licenciatura.
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 30 de agosto de 2016
Todos los periodistas tienen una ideología, aunque crean que no, pero si ponen el trabajo al servicio de la suya, dejan de ser periodistas.
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 13 de febrero de 2016
El periodista no está obligado a incluir en la entrevista todo lo que el entrevistado le diga que quiere que salga. El periodista decide.
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 20 de febrero de 2017
Para uno de sus talleres ofrecidos en en una de las sedes de la FNPI en Cartagena de Indias (Colombia), ya avanzaba en 2014 la complicada relación entre el periodismo y la realidad online, que tanto le preocupó en los últimos tiempos: "Lo que las redes sociales ponen en circulación es comunicación, no necesariamente información, que, de momento, sigue limitada a los periódicos, impresos o digitales, y que de la pugna entre esas dos formas de llegar al público se dilucidará el futuro del periodismo; en definitiva, que ese futuro está todo menos asegurado. Y no afirmo con esto que el periodismo vaya a desaparecer, sino que tiene un porvenir muy complicado, que le exige una profunda renovación para sobrevivir".
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