El timbre de un mensaje de WhatsApp interrumpe el sueño de Eduardo a la una de la madrugada. Es de un número desconocido. El joven universitario le reclama al mensajero anónimo por su impertinencia. “Lo lamento. No me había animado a hablarte y ahora que por fin me animé, fue para arruinarlo, lo siento”. El enojo de Eduardo se convierte en intriga. Se trata de una admiradora secreta que se niega a revelar su nombre a pesar de la insistencia. En esta noche de desvelo, Eduardo aún ignora por completo que su corazón será la propiedad absoluta de aquella desconocida.
Así comienza ¿Quieres ir por un café?, un cuento romántico conformado por más de 1.350 mensajes simulados de WhatsApp. En 193 pantallazos se pueden leer las conversaciones principalmente entre Tamara y Eduardo, los protagonistas de una relación amorosa repleta de vicisitudes. Un álbum de Facebook, creado el pasado 14 de mayo, recopila esta historia y registra decenas de miles de compartidos y más de 220.000 reacciones en menos de una semana. Aquí publicamos los cinco pantallazos que dan arranque a la historia. El resto tendrás que leerlo directo en Facebook.
Actualización, 19 de mayo: Después de que se publicara que la historia no era real sino ficción, Flor Carrillo, la autora, cerró su perfil en la red social y el álbum con la historia se perdió. Puedes leerlo en esta otra página, que reproduce los pantallazos.
Las conversaciones no son reales, tampoco están inspiradas en una historia verdadera. Flor Carrillo, una estudiante de 18 años de Los Mochis (Sinaloa), comenzó a escribir los diálogos en la madrugada del 14 de mayo. “No podía dormir y no tenía nada que hacer”, dice a Verne vía telefónica. “Publiqué la primera parte porque me gusta compartir mis historias con mis amigos. Mi idea era publicar un capítulo por día, pero me insistieron tanto que siguiera que la acabé toda en un solo día. Cuando vi cuántos likes tenía el lunes, no lo podía creer”.
Carrillo publicó la historia en 12 de entregas desde la madrugada hasta las seis de la tarde del domingo (cada una tiene entre 8 y 22 imágenes). Utilizó la app WhatsFake, que permite crear chats falsos de WhatsApp, para crear las conversaciones entre los personajes.
Durante el proceso, el universo de sus lectores comenzó a expandirse más allá de su grupo de amigos y conocidos. Para el miércoles 17 de mayo, su página en Facebook registraba más de 124.000 seguidores, prácticamente todos atraídos por el cuento. “Antes tenía como 400, no lo vi venir”, comenta la sinaloense.
“No existen los finales felices”
Carrillo comenzó a escribir como pasatiempo desde los 11 años. “En quinto de primaria, una maestra nos pidió hacer un poema sobre las vacaciones, yo no tenía muchas ganas de hacerlo, pero aun así lo hice”, cuenta la adolescente. “Cuando lo recibí de vuelta, la maestra había escrito felicidades en grande y tú sirves para esto. Fue la señal de que tenía que seguir haciendo esto”.
Antes de ¿Quieres ir por un café?, Carrillo escribió otros cuentos de amor y desamor como Stole My Heart (Robó mi corazón), sobre una mexicana que viaja a Londres y conquista a una versión ficticia y no famosa de Niall Horan, miembro de One Direction. “Casi siempre escribo de cosas que me gustaría que me pasaran”, admite la joven. Sin embargo, en entregas como Sexo-No amor explora los traumas psicológicos que limitan las relaciones íntimas de una mujer. En Enamorada de un trata de blancas, una chica tiene una relación amor-odio con su secuestrador, quien la prostituye por despecho.
Esa novela, que Carrillo comenzó a escribir en enero de 2016, es su segunda obra más exitosa. Registra más de 32.000 vistas en Wattpad, una app que permite a los usuarios escribir cuentos, novelas, poesía y otros géneros desde una web o su móvil. Este último es el instrumento de escritura predilecto de la estudiante de prepa.
La autora dice que estas historias no están inspiradas en sus experiencias. La del secuestrador, por ejemplo, proviene de la vida real de una conocida. La residente de uno de los Estados más violentos del país, asegura, sin embargo, que ese tipo de vivencias son raras entre las personas de su generación. “Las relaciones aquí son bastante normales, como en todos lados”, comenta.
Todos los cuentos y novelas de Carrillo tienen un elemento en común: “Ninguna de mis historias tiene un final feliz, porque no existen en la vida real. Todos morimos y la muerte es algo muy doloroso”, dice. Ella cuenta que ha sentido ese dolor: “Viví la muerte de un hombre que fue lo más cercano que he tenido a un padre, justo cuando comenzaba a sentirlo como parte de mi familia, falleció. Yo tenía 14 años”.
En la historia de Tamara y Eduardo también surge una gran pérdida. Carrillo cree que esa es la razón por la que tantas personas se han identificado con su cuento. “A todos nos ha dado miedo admitir nuestro amor por alguien o no lo queremos aceptar. Cuando por fin te das de lo que tienes, lo pierdes”.
La estudiante de prepa está apunto de graduarse. Entre sus planes a corto y mediano plazo están aprender inglés y continuar escribiendo historias. Su sueño es convertirse en una best-seller como John Green (Bajo la misma estrella) o E.L. James (50 sombras de Grey). “Si publicaran una de mis historias sería increíble”, dice, alzando levemente la voz. “Me encantaría”.
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