Si una actividad tan común como ir de excursión y hacer un picnic nos puede plantear muchas dudas sobre cómo ser sostenibles con el entorno, igualmente ocurre en actividades todavía más cotidianas. Muchos de nuestros hábitos en casa o en la oficina están llenos de mitos o de realidades desconocidas. ¿Tienes claras estas ecoverdades o ecomentiras?
1. Es mejor apagar y encender las luces de una habitación varias veces seguidas antes que dejarlas encendidas
ECOVERDAD
"Encender la luz varias veces seguidas no gasta mucha más energía que dejarlas encendidas. Creer lo contrario es un mito. Nos equivocamos cuando creemos que es mejor dejar las luces encendidas en una habitación si vamos a volver en breve. Así solo fomentamos que se nos olvide regresar a apagarla y terminar consumiendo más todavía", dice a Verne Esperanza Caro, directora de la Agencia de Energía y Sostenibilidad de Sevilla. Por eso considera una buena opción colocar luces con sensor de movimiento en los pasillos de casa.
Solo en los casos de lámparas de bajo consumo, y siempre y cuando se trate de periodos de hasta 15 o 20 minutos, es mejor dejar encendidas. Así lo explica a Verne un portavoz del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Esta institución forma parte del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital.
2. Es mejor dejar el aire acondicionado encendido a temperatura media, aunque tarde más en enfriar la estancia
ECOVERDAD
Esperanza Caro comenta que el comportamiento adecuado, en este caso, es el contrario que con las luces. "Sí que es mejor mantener el aire acondicionado encendido, aunque a una temperatura media, creando un descenso progresivo de temperatura. El arrancar el aparato con el termostato muy bajo es un error. La maquinaria sufre y aumenta mucho el gasto. Instalar toldos y cambiar las ventanas ayudan a que se utilice el aire acondicionado menos horas al día".
Debemos cerrar las puertas y las ventanas cuando decidamos ponerlo en funcionamiento, para evitar que el frío se disperse y se vaya por los pasillos o a las habitaciones que utilizamos menos, recomienda esta guía publicada en EL PAÍS.
IDAE indica que, si se trata de viviendas, la temperatura ideal estaría entre los 23 y 25 grados en verano. Si se trata de edificios y locales destinados al uso administrativo, comercial y de pública concurrencia, la temperatura del aire en los recintos refrigerados no debe ser inferior a 26 grados.
3. Es necesario lavar los tarros y botellas de vidrio antes de reciclarlos
ECOMENTIRA
No hace falta enjuagar estos materiales reciclables de vidrio antes de enviarlos al contenedor verde, confirma la entidad sin ánimo de lucro Ecovidrio. La materia orgánica que se encuentra en ellos se degrada durante el proceso de reciclaje. Eso no significa que puedan llevar producto en su interior. Una cosa es retirar la mayonesa de un bote a medio usar y otra tener que limpiar las paredes del envase. De hecho, evitar este paso supone un pequeño ahorro de agua y, por tanto, es más ecológico. Lo que sí hay que separar son las tapas y los tapones.
4. No importa dejar cargadores enchufados cuando no se utilizan, porque apenas consumen energía
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Para empezar, si dejamos enchufados los cargadores a la red eléctrica aun sin el dispositivo conectado, consumen energía. Prueba de ello es su temperatura. Si es alta, es que está en funcionamiento.
"Lo mejor es desenchufar todos los cargadores cuando no se estén usando, también por razones de seguridad. Además, hay que evitar que los aparatos electrónicos estén en stand-by. Sumados los pequeños consumos de tantos enchufes como tenemos en casa o en la oficina, sí se percibe la diferencia en la factura y también un notable impacto medioambiental. Es el equivalente a dejar un grifo abierto por el que no para de correr agua", comenta Esperanza Caro, la Agencia de Energía y Sostenibilidad de Sevilla.
5. La etiqueta energética de los electrodomésticos es solo una estrategia de mercado
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Esta clasificación, revisada por la Unión Europea cada pocos años, ahorra dinero al consumidor, disminuye la energía que se consume y sus impactos en el medio ambiente, explicaba entonces Francisco Zuloaga, consultor en energía sostenible, en el blog de EL PAÍS AlterConsumismo. En aparatos como frigoríficos, esta tabla va de A+++ (la mejor posible) a D (la peor). "Lo cierto es que no se fabrican los modelos de frigorífico B, C o D. Así que, si alguien compra un frigorífico A, estará adquiriendo el modelo menos eficiente del mercado", comentaba el experto.
"Los modelos de mayor rango tienen un precio más alto de mercado, pero son una inversión de futuro. El consumo energético se reducirá mucho en cada factura y lo hará además a lo largo de mucho tiempo, ya que es un electrodoméstico con una esperanza de vida superior. Al tener que renovarlos cada más tiempo, el impacto medioambiental de los residuos que dejamos atrás es menor", explica Esperanza Caro.
6. El vidrio y el cristal son lo mismo y se pueden mezclar en el reciclaje
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Puede que el vocabulario cotidiano no distinga entre vidrio y cristal, pero sí lo hace el profesional. La razón principal para diferenciar ambos materiales reside en los elementos usados para su elaboración, como decíamos en este artículo. El cristal contiene óxido de plomo, que otorga brillo y sonoridad a objetos como las copas y vasos. Su composición es distinta y no funden a la misma temperatura. Si mezclamos las copas de cristal con las botellas y tarros de vidrio estaremos perjudicando el proceso de fabricación de nuevos envases.
7. Los productos reciclados son de peor calidad
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Los envases de vidrio reciclado no son de peor calidad, porque el vidrio se recicla al 100% y mantiene sus propiedades de conservación óptima, seguridad, resistencia y poner en valor las bondades del vidrio. La Asociación Nacional de Fabricantes de Envases de Vidrio (ANFEVI), así lo explica en su página web, al hablar de seguridad alimentaria.
Otro ejemplo se encuentra en la industria de la moda. La marca española Ecoalf está especializada en prendas creadas con materiales reciclados. Garantiza productos de calidad y permite aprovechar los recursos. Fabrica, por ejemplo, chanclas con el caucho de neumáticos usados y transforma botellas de plástico en fibra de poliéster. Con ese material hacen chaquetas, cordones, correas…
8. Es mejor comprar una nueva impresora que renovar los cartuchos de tinta
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Los usuarios conocen de sobra el elevado precio de los cartuchos de tinta para impresora. La OCU destacaba en 2015 que es mucho más cara que el lujoso perfume Chanel nº5. El negocio está en el cartucho y no en el aparato, por eso muchos consumidores prefieren aprovechar una oferta y comprar una impresora nueva con recarga de tinta incluida a pesar de haberle dado tan solo un uso a la anterior.
"Este comportamiento genera un problema de e-waste [gran cantidad de basura electrónica]. Debe pesar más la conciencia para no caer en la tentación de la oferta. La sociedad cada vez se está acostumbrando más a reutilizar las cosas. La filosofía del usar y tirar ya ha quedado obsoleta. Además, debemos tener en cuenta cuando renovamos un producto a la ligera toda la huella ecológica que estamos generando en el proceso de producción, traslado y venta".
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