El gorila del vídeo que abre este artículo es Zola, un primate de 14 años de edad que ha captado la atención de internet con su coreografía en el agua. El baile del vídeo tuvo lugar en el Zoológico de Dallas (Texas, Estados Unidos). La escena fue compartida en las redes sociales del zoo y en YouTube, donde acumula casi un millón de reproducciones en cuatro días desde el 20 de junio. Y otras siete millones en la página de Facebook de Fox News, uno de los muchos medios que se han hecho eco de su baile, que resulta aún más divertido añadiéndole música. Esta versión con Maniac suma más de 50.000 retuits.
I added some music to this. pic.twitter.com/UwjhTKpaeu
— Bob Hagh (@BobHagh) 22 de junio de 2017
Le he puesto música a esto
La escena ha sorprendido a muchas personas, pero no es un comportamiento extraño para un gorila, como explica a Verne por teléfono Miquel Llorente, presidente de la Asociación Primatológica Española: "Los gorilas, como nosotros, necesitan divertirse. Es algo natural". Llorente define las ganas de jugar de Zola como una "necesidad biológica". "Comportarse así es algo que le pide el cuerpo. A sus 14 años, este gorila es un adolescente, pero cuando son adultos también juegan", indica.
El zoo de Dallas confirma el planteamiento de Llorente en su página web. El comportamiento de Zola, dicen, no forma parte de ningún tipo de adiestramiento. Es más, en 2011 protagonizó otro vídeo viral en el que también aparecía bailando. Entonces, vivía en el zoo de Calgary, en Bridgeland (Alberta, Canadá).
Zola es un gorila de costa, "Estos gorilas viven en Guinea Ecuatorial, Camerún, Gabón o República del Congo. En estos países, de forma natural, también muestran este tipo de comportamientos", añade el experto en primates.
En la República del Congo se encuentran las zonas pantanosas de Mbeli Bai, uno de los enclaves donde se puede ver a más gorilas en el agua, según Llorente. "Los gorilas no pueden nadar, pero les encanta el agua. En Mbeli Bai, el agua les llega por la cintura. Se bañan y caminan, juegan o se alimentan", añade. En este vídeo se puede ver a los gorilas de costa en dicho enclave natural.
Además, en YouTube se pueden encontrar otros vídeos de gorilas en cautividad comportándose de forma parecida. "Es difícil saber en qué medida influye el aprendizaje en este tipo de conductas, pero está claro que un comportamiento como ese tiene un origen biológico", comenta Llorente.
"Los primates somos muy expresivos"
Este vídeo es muy diferente al último sobre primates que analizamos en Verne. Consistía en un chimpancé que arrojaba excrementos a los visitantes en un zoo. Aunque muchos consideraron la escena de forma cómica, la realidad es que el animal se comportaba así porque se sentía amenazado.
"Este caso es radicalmente distinto", comenta Llorente, al que también le consultamos para explicar el vídeo del chimpancé. "Solo hay que mirar la cara que tenía aquel simio y la que tiene este. Los grandes primates somos muy expresivos. Compartimos un antepasado común, así que la musculatura del rostro es muy parecida. Es tan fácil saber cómo se siente un gorila como una persona. Los primares somos muy expresivos", comenta.
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