Como medio mundo, Nahúm García ha escuchado Despacito decenas de veces en las últimas semanas. Y lo que queda, que todavía es julio. Pero esta vez estaba aburrido y le puso un poco más de atención de lo habitual. Entonces, su oído entrenado, porque Nahúm es músico y productor - le hizo escuchar algo en lo que no se había fijado antes. O, más bien, no escucharlo. Un parón casi minúsculo antes del “Des-pa-cito” del primer estribillo que le da “cierto rollo” a la canción. Al llegar a casa, lo comprobó en un software de producción, vio que tenía razón y le hizo gracia. “La verdad es que tardé 5 minutos, tampoco es una cosa muy seria”. Después lo subió a Twitter:
Os he hecho un croquis para que entendáis visualmente dónde reside la MAGIA de la parada del Despacito. De nada. pic.twitter.com/I6ckZwuCze
— Nahúm García (@nahum) 3 de julio de 2017
“Es un truco de producción muy extraño. Los productores musicales tienen muchos recursos para intentar hacer que las canciones funcionen, para romper la simetría”, nos explica Nahúm García por teléfono. El truco en cuestión, para los que no entendemos de música, consiste en que, tras el parón, la canción no entra cuando le corresponde - al comienzo del siguiente compás- si no en un momento aleatorio. “Es casi imperceptible. Muy sutil. Pero no es casual, está pensado. Y es muy efecto muy extraño que no he visto en otras canciones, incluso ahora que me han enviado otras en las que pasaba algo parecido”, dice el músico.
Él se dio cuenta porque ha trabajado, entre otras cosas, ha puesto música a los capítulos de Pocoyó. Para que no quede duda, también ha publicado en Twitter dos cortes de audio: el primero, con el parón, es como suena tras el primer estribillo, con el truco musical. El segundo, cómo sonaría si respetara el compás (pincha sobre las imágenes para escucharlo).
Os he hecho una versión donde SÍ encaja a tiempo el Despacito para comparar, y de fondo un cencerro marcando tempo https://t.co/g3rOaDXAVo
— Nahúm García (@nahum) 3 de julio de 2017
Ahí está el truco que, aunque original, tampoco es una varita mágica. Nahúm García reconoce que, aunque utilizó el término “magia” siguiendo el lenguaje de Twitter, es solo un ingrediente más para explicar el éxito de la canción. “Es solo un elemento más. Un hit como este no surge por casualidad. La gente que trabaja en música comercial le da muchas vueltas intentando que las canciones peguen. En este caso queda bien porque lo que dice la canción justo después pega mucho".
Lo mejor de la observación de este músico de 35 años, que suma más de 1.400 retuits, es el debate que ha despertado. Muchas de las respuestas eran de otros músicos comentando el efecto. “Se dieron cuenta de que solo pasa la primera vez que cantan el estribillo. El resto de veces entra normal”.
en el 1,5 concretamente pero el bombo suena en el 2
— Gian (@Gianclgar) 4 de julio de 2017
Queda brutalmente mejor cuando se respetan los compases (musicalmente hablando)😆
— Jimmy K. Oak (@JimmyKOak) 4 de julio de 2017
Mi teoría es un compás 5:4. David bowie tiene una canción llamada "Loving the alien" y hace algo similar... es adictivo también pic.twitter.com/KTc9IpSfcb
— Kike Rivera (@kike_DNOiSE) 3 de julio de 2017
La complejidad está en un calderón, ¿no? Aún así, es cierto, meter una rotura de ritmo en una canción pop ya es tener cojones a espuertas
— Juanillo (@edionauj) 4 de julio de 2017
Es como los patinazos con el Eye of the Tiger y ver a alguien intentar seguir el Blck Dog de los Zepp pero versión producto medidísimo
— Susana Colt 45 (@Susanacolt45) 4 de julio de 2017
En directo digo yo que lo tendrán que ajustar a algo. Si no qué infierno de sincronización 😱 Bueno, si en directo la "tocan", claro.
— Ro (@rosinmas) 4 de julio de 2017
Despacito ha sonado tanto últimamente que ya es una de las pocas canciones que han superado los 2.000 millones de visitas en YouTube. Ahora que conocemos el truco, escúchala otra vez. Y a ver cómo te la quitas de la cabeza. “Yo no he podido. Intento escuchar otras cosas, pero nada”, dice García.
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