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Cuando era pequeña estaba obsesionada con encontrar a mujeres que se llamaran Mari Luz, como yo. Supongo que en la infancia, tu nombre es una de las cosas más importantes de tu identidad, como ser de un equipo de fútbol, porque no tienes una mochila de experiencias que vayan definiendo tu carácter. Pero, a pesar de no ser un nombre muy original, tampoco era tan común, así que eran muy pocas las veces en las que me encontraba con alguna. No era como esas niñas que se llamaban Laura o Cristina y cuyo apellido se sabía todo el mundo para poder distinguirlas en el colegio.
Las Mari Luz eran casi siempre mujeres mayores, amigas de alguna vecina o alguien con quien coincidía de manera fugaz. Había alguna Luz, como Luz Casal, pero no valía porque le faltaba el Mari. Mi mayor referente público en el mundo de las Mari Luz era el personaje que Mabel Lozano interpretaba en La casa de los líos, junto a Arturo Fernández. Puede que ni siquiera te acuerdes de esa serie. A no ser que te llames Mari Luz, claro. Yo tenía 12 años y la Mari Luz más famosa que había conocido era una secretaria con pocas luces, enamorada en secreto de su jefe caradura y chanchullero. Pero, chatina, a mí me caía bien porque se llamaba como yo.
Damos un salto. Es septiembre de 2002.
La clase de 1º de Periodismo está compuesta por un 80% de chicas y un 20% de chicos, aproximadamente. Casi nadie se atrevería a reconocerlo -y algunos incluso no son conscientes- pero pertenecemos a una generación marcada por una serie de televisión. José Coronado y Amparo Larrañaga, Luis y Laura, son en buena parte culpables de la vocación periodística de los que ahora somos treinañeros. El profesor pregunta quiénes son nuestros referentes: Gabilondo sale varias veces, Umbral, Fernando Delgado. Kapucinsky, claro. Una compañera responde que María Escario y hay risas.
Hace una semanas, revisando Twitter, se despertó algo muy infantil en mí cuando aparecío un artículo de la periodista María Jesús Espinosa de los Monteros. En él hablaba de María Luz Morales, la primera periodista cultural. Yo no sabía quién era. ¡Se llamaba Mari Luz! ¡Era periodista! ¡Y había sido la primera mujer en dirigir un periódico en España!
He escrito en @elpais_cultura sobre María Luz Morales, primera periodista cultural y primera directora de un diario. https://t.co/mkLyDc7ANn
— María Jesús Espinosa (@mjesusespinosa) 17 de julio de 2017
Todavía hay quien no entiende por qué es importante que las niñas tengan referentes femeninos que se salgan del papel tradicional que ha tenido la mujer. Y también que sean referentes para los niños. Porque si preguntas a los adolescentes españoles a qué personaje público quieren parecerse cuando sean mayores, no aparece ni una sola mujer entre las 20 respuestas más repetidas.
Ojalá me hubiera cruzado con María Luz Morales antes, cuando tenía 12 años y buscaba a mujeres que se llamaran como yo. O cuando el profesor nos preguntó que a qué periodistas teníamos como referente. El nombre de María Luz Morales no se pronunció en toda la carrera, también os lo digo. Menos mal que ahora tenemos libros, películas -y hasta Twitter- para rescatar a las que ya estuvieron y para servir de guía a las (¡y los!) que estarán.
ESTOS DÍAS, ME HA GUSTADO MUCHO LEER
1. De periodistas va la cosa. No podíamos olvidar la que se ha montado con el Congreso de Columnistas de León. Antes, esto pasaba y nos parecía normal a todos. Ahora, afortunadamente, ya no. Algunos de los textos más interesantes que se han publicado a raíz de esto han sido este artículo en el que Lorena G. Maldonado recuerda cómo la convirtieron en un pedazo de carne en ese congreso y esta opinión de Silvia Nanclares: Es la inmanencia, estúpidas. En este artículo, Magnet hace su selección de mujeres columnistas que merecerían estar en ese Congreso. En mi congreso de columnistas siempre estarían Sabina Urraca y Leila Guerriero.
2. Más que amigas (Yorokobu). Mar Abad escribe sobre un concepto apasionante: los matrimonios bostonianos o las relaciones románticas entre mujeres, que van mucho más allá de la amistad, con fuertes vínculos emocionales e intelectuales. El artículo cuenta cómo los matrimonios bostonianos estaban normalizados en el siglo XIX, pero la necesidad de crear etiquetas y categorías acabó con ellos.
3. Las primeras (TIME). La revista ha lanzado su proyecto FIRSTS, Mujeres que están cambiando el mundo, con perfiles de 46 mujeres de todos los ámbitos. Solo eso sería suficiente para aparecer en esta newsletter. Pero, además, las fotografías tienen una historia detrás: están hechas por la fotógrafa brasileña Luisa Dörr, que tomó las imágenes con su iPhone. Acostumbrada a contar historias a través de la cámara de su teléfono, esta es la historia de Luisa Dörr y este, su Instagram.
4. Igual Juego de Tronos no mola tanto (Broadly, en inglés). Antes de nada, tranquilos, que no hay spoilers. Seguro que os habéis topado con decenas de análisis sobre cada punto del argumento de Juego de Tronos. En Broadly, han diseccionado la serie en un ejercicio mezcla de periodismo de datos y visión de género para hablarnos de cómo y cuánto se representa a las mujeres en la serie. Y también, de las escenas de sexo y violación.
5. Un poco de autocrítica. La Mari Luz que acompañaba a Arturo Fernández no tiene nada que ver con la persona que da esta entrevista, aunque tengan la misma cara. Mabel Lozano hablaba de trata y prostitución en este artículo de El País. No voy a abrir (ahora) el melón del abolicionismo o la regulación. Pero, gracias a una compañera, me llegó este párrafo cargado de razón. Otra lección que deberían enseñar en Periodismo:
UNA FRASE QUE PUEDES TUITEAR
Voy a hacer un poco de trampa, porque no es una frase sino un párrafo y porque aún hay gente que no puede tuitear 280 caracteres. Pero no quería dejar de compartir este fragmento sobre María Luz Morales:
En la década de los 70, cuando ya Morales era una veterana redactora del Diario de Barcelona, una joven periodista preguntó en la redacción quién era esa elegante mujer que acababa de entrar. Uno de ellos respondió: “Una feminista, María Luz Morales”.
ESTO HAY QUE VERLO
Sé que he hablado ya más veces de los vídeos de El Conejo de Alicia, en Pikara. Pero no podía dejar de hacerlo en esta carta, porque Alicia Murillo ha subido el último vídeo del espacio, después de 47 entregas en las que nos hemos reído, reflexionado, aprendido y acuñado nuevas expresiones contra los machitrolls. Este es el último, pero aquí tenéis 46 vídeos más que siempre hay que ver.
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