Daniel Santiago Diosa Pulido tiene 8 años y vive en el barrio Patio Bonito, en el sur de Bogotá. La mañana del lunes iba caminando al colegio, como cada día, cuando vio al periodista Diego Heredia de la televisión Canal Capital hacer un directo. Se colocó detrás del reportero, frente a la cámara, y empezó a bailar y a saludar. Los presentadores en el plató se dieron cuenta y avisaron a su compañero. Heredia llamó al pequeño y comenzó una breve entrevista.
—¿Cómo es su nombre?
—Daniel.
—¿Por qué corre?, ¿para dónde vamos?
—Para el colegio, está ahí en la esquina.
—¿Va tarde o va bien?
—¿Qué hora es?
—Son las 6.25
—¡Voy tarde!
17 segundos de entrevista. Daniel empieza a correr al mismo tiempo que saluda a la cámara. El periodista y sus colegas ríen sin parar. Este breve vídeo se compartió en el perfil de Facebook de Canal Capital y acumula ya más de medio millón de reproducciones y casi 5.000 compartidos en cinco días. El video también ha sido replicado por decenas de cuentas en Facebook.
Al día siguiente, Diego Heredia volvió a Patio Bonito, uno de los barrios más pobres de la capital de Colombia, en busca de Daniel. Le encontró en clase, juicioso, como se dice en este país a las personas ordenadas que cumplen con sus tareas. Este nuevo reportaje, en el que se narran más detalles de la vida del niño, suma 1,1 millones reproducciones y más de 25.000 compartidos en tres días.
Daniel Santiago Diosa va a clase de 6.30 a 13.30 de la tarde, en el turno de mañana. Anda solo desde su casa en una zona de Bogotá que además tiene uno de los índices de criminalidad más altos de la ciudad. El lunes, en vez de ir por su ruta de siempre, cambió su camino, según ha explicado su madre Viviana Pulido. La casualidad hizo que se cruzara con el periodista. La madre se enteró de que su hijo se había convertido en una estrella viral a los pocos minutos de que se produjera la entrevista en televisión. “Me empezó a sonar el celular. No podía parar de reír”, ha contado en Canal Capital.
La única intención de Daniel era salir en televisión desde lejos y que los espectadores se rieran con sus bailes y movimientos. “Se siente chévere ser famoso”, dice ahora. El pequeño no solo ha conseguido ser conocido por su carrera para llegar a tiempo al colegio, ya es un ejemplo para muchos otros niños en un país donde aun no se alcanzan los niveles educativos de los países de la OCDE. “Le digo a los otros niños que tienen que ser juiciosos, que le hagan caso a la mamá, que tiendan la cama por la mañana”.
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