El Día de Muertos es una de las celebraciones más antiguas y populares de México. Como muchas tradiciones de este país, es el resultado del sincretismo entre la cultura indígena y la europea. El 1 y 2 de noviembre, los mexicanos veneran a sus difuntos a través de rituales que combinan las creencias católicas y las de las antiguas civilizaciones mesoamericanas. Su popularidad ha crecido en otros lugares del mundo, así que te explicamos qué hacer y qué no hacer si te decides por celebrar esta tradición y olvidarte de Halloween.
Una de las entregas más vistas de la saga James Bond, Spectre (2015), incluyó en su ambiciosa secuencia inicial una particular interpretación de esta festividad mexicana. La película ha ayudado a disparar el interés por la estética del Día de Muertos fuera de México. Pixar y Disney van a contribuir a que siga siendo así con el inminente estreno mundial de Coco. Centrada en esta tradición, es además una carta de amor al país norteamericano, repleta de homenajes a su cultura. Otra cinta de animación de Fox, El libro de la vida (2014), trataba el mismo tema.
Las formas de celebración del Día de Muertos son tan diversas como la cultura mexicana, pero existen elementos que nunca deben faltar. Esta guía te ayudará a celebrarlo de la manera más auténtica posible, aunque te encuentres a unos cuantos miles de kilómetros de México.
1. Haz una ofrenda para alguien especial que haya muerto
Verne montó una ofrenda en la redacción de EL PAÍS México en honor a los periodistas asesinados en ese país / Mónica Cruz
La ofrenda o altar de muertos es el eje de esta celebración mexicana. Las familias las dedican a sus ancestros difuntos. Las escuelas, centros recreativos, empresas y otros lugares de trabajo también montan ofrendas unos días antes del 1 y 2 de noviembre. En su caso, los altares van dedicados a algún colega fallecido o alguna figura pública muy admirada. En Verne hemos hecho una ofrenda en honor a los periodistas asesinados este año en México. No importa si el fallecimiento fue reciente o de hace muchos años.
Las calaveritas de azúcar fabricadas por el taller Calaveritas Paty, en la Ciudad de México / Mónica Cruz
2. Ten en cuenta que el diseño de la ofrenda es flexible
Un plato con panes de muerto en una ofrenda instalada en un restaurante de la Ciudad de México / Saúl Ruiz
La ofrenda más tradicional lleva siete niveles (representan la brecha entre el mundo terrenal y el más allá). Se pone sal en el tercer nivel para purificar el espíritu y una cruz de semillas en el primer nivel para que las cosechas sean prósperas. Como este, hay muchos otros elementos que, la verdad, pocas personas siguen por falta de tiempo y espacio. La mayoría de las ofrendas llevan la foto del difunto, una o más velas, calaveritas de azúcar y pan de muerto. Existen algunas panaderías y dulcerías en España que los venden. Con estos elementos pasarás la prueba.
3. Comparte o regala un pan de muerto
No puedes celebrar el Día de Muertos sin saborear ese bollo azucarado con decorados en forma de huesos. Hay algunas panaderías mexicanas en España que preparan el pan de muerto en estas fechas. Si no lo encuentras, puedes hornear uno. No será difícil conseguir los ingredientes: harina, levadura, huevo, mantequilla, azúcar, naranja y agua de azahar. Siempre acompáñalo con chocolate caliente e invita a tus amigos y familiares a disfrutarlo contigo. No olvides guardar una pieza para la ofrenda.
4. Cumple los deseos culinarios del difunto
Las calaveras de papel maché del Museo Dolores Olmedo ilustran las peregrinaciones al panteón durante el Día de Muertos / Erik Meza
Si tienes tiempo y espacio suficiente en tu casa, puedes incluir comida en la ofrenda, además del pan de muerto. Los alimentos que coloques deben ser los favoritos de la persona a quien le dedicas el altar. Es común que las familias preparen mole y tamales porque es raro el mexicano (vivo o muerto) al que no le gusten estos platos. También verás tequila, mezcal y hasta cigarrillos en la ofrenda. Si a tu difunto le encantaban las torrijas o la tortilla de patatas, eso es lo que debes colocar en el altar. La idea es que en la noche del 2 pueda disfrutar del festín cuando viaje del inframundo. En México hay gente que prefiere comer las sobras al día siguiente y hay quien prefiere tirarlas porque las ha tocado un espíritu. O simplemente porque la comida no ha estado refrigerada.
5. No te obsesiones con el disfraz de Catrina: es opcional
El origen de la Catrina es un misterio. Lo que se sabe con certeza es que fue un ilustrador y escritor mexicano quien la popularizó a inicios del siglo XX. El Día de Muertos es mucho más antiguo que el personaje, por lo que no forma parte de la tradición en todas las regiones de México. El disfraz de Catrina es aún más reciente, tal vez de la última década. Durante mi niñez en los noventa, solo vi catrinas de carne y hueso en el teatro y en otros eventos artísticos. En general, disfrazarse no es una tradición del Día de Muertos.
6. Cuantos más colores uses, mejor
El humor y la fiesta son parte esencial de la idiosincrasia mexicana. El Día de Muertos es el ejemplo perfecto para ilustrar que nos reímos y hacemos fiesta de todo, hasta de la muerte. No quiere decir que la pérdida de un ser querido no provoque dolor y tristeza, pero recurrimos a la chorcha (reunión de amigos) y la pachanga (fiesta) para lidiar con esas emociones. Cuando decores tu casa para el Día de Muertos, procura incluir colores brillantes y variados. Si no puedes conseguir papel picado y flores de cempasúchil (clavel anaranjado), consigue un mantel multicolor y flores que lo complementen.
7. Existe un desfile de Día de Muertos, pero no debe ser imprescindible para tu celebración
La moda del disfraz de Catrina definitivamente explotó tras el estreno de Spectre, que además se inventó un desfile para el Día de Muertos. La Ciudad de México adoptó la idea de la película a partir de 2016. No solo no es tradicional, tampoco es del todo aceptado, ya que se considera una versión hollywoodiense de una celebración mexicana. Aunque es festivo, el Día de Muertos es mucho más familiar e íntimo. El único ritual colectivo tradicional es la peregrinación a los panteones, donde se decoran las tumbas y mausoleos con flores y velas, se reza y se canta frente a los difuntos.
8. Elementos del Halloween, fuera
Aunque se celebre en fechas cercanas, el Día de Muertos no es el Halloween mexicano, ni viceversa. Ambas fiestas comparten orígenes religiosos, pero su naturaleza es completamente distinta. Los disfraces y la pedida de dulces no forman parte de las celebraciones del Día de Muertos. Por la gran influencia de la cultura estadounidense en México, es común que en algunas partes del país convivan ambas fiestas. Pero si tu intención es celebrar el Día de Muertos como es debido, aléjate de los sombreros de brujas y los colmillos de plástico.
9. Dale a Frida Kahlo un descanso
La pintora es uno de los iconos mexicanos más reconocibles en el mundo. No es sorpresa que cualquier referencia a México se asocie con Frida Kahlo, incluido el Día de Muertos. Tanto ella como su esposo, Diego Rivera, plasmaron la cultura popular mexicana en sus obras, al igual que muchas referencias a la muerte. En su mural La ofrenda, Rivera ilustró los rituales tradicionales del Día de Muertos, pero no fue el único artista se ha inspirado en esta fiesta. La ofrenda también es el nombre de una de las pinturas más famosas del mexicano Saturnino Herrán, predecesor de Rivera. En ella se ve a una familia que lleva flores de cempasúchil al panteón.
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