Las fotografías de material incautado por la Policía suelen mostrar armas de fuego, kilos de droga o explosivos. La pasada noche de Halloween, la escena en algunas comisarías españolas era bien distinta: lo que había sobre las mesas eran cientos de decenas de huevos requisados a jóvenes, que pretendían arrojarlos sobre vehículos y edificios. Es una práctica importada del Halloween estadounidense, que ha provocado daños en multitud de ciudades españolas.
En Estados Unidos, la gamberrada de lanzar huevos contra coches o edificios tiene su propio nombre, egging, y está vinculada a la tradición de Halloween del "truco o trato". Consiste en ir pidiendo golosinas puerta por puerta. En caso de que los jóvenes reciban dulces, hay "trato" y marchan a la siguiente casa. De lo contrario, los vecinos pueden sufrir un "truco", inocentadas como lanzar papel higiénico, harina o huevos.
En España el "truco o trato" como tal no ha calado tanto como los disfraces o las calabazas talladas, pero sí lo han hecho las gamberradas derivadas de esta tradición. Madrid, Santander, Almería, Sevilla o Las Palmas son algunas de las localidades donde se han producido altercados de lanzamiento de huevos, con el transporte público como principal afectado. En Sevilla tuvieron que ser retirados seis autobuses por esta gamberrada, alguno con las lunas rotas tras ser atacados también con piedras. En Ibiza, ha llegado a provocar un accidente de tráfico.
"Hay incidentes de este tipo desde hace 10 o 12 años", cuentan desde el departamento de comunicación de la Policía Municipal de Madrid, donde desde hace años realizan actividades de prevención durante las jornadas previas a Halloween. Por el momento, no tienen datos sobre si la actividad se ha incrementado respecto a los últimos años.
estamos recibiendo al 092📞 por hechos de este tipo 🥚. Cuidadín, puedes causar daños o lesiones e incluso incurrir en responsabilidad penal. pic.twitter.com/Sf34Vc59s4
— Policía Local LPA (@PoliciaLPA) 31 de octubre de 2017
"Los agentes dan charlas en colegios e institutos informando de las consecuencias penales y administrativas que estos actos pueden acarrear", explica la Policía Municipal de Madrid. "También se refuerza la vigilancia en los recorridos del transporte público y en las zonas donde años anteriores ha habido más actividad".
Uno de los "puntos calientes" es una zona de botellón de Encinar de los Reyes, al norte de Madrid. "Cientos de jóvenes se concentraron en años anteriores para arrojar huevos a turismos y autobuses", cuenta la Policía Municipal de Madrid, que se personó en la zona debido a los antecedentes. Han incautado decenas de huevos, máscaras de V de Vendetta (utilizadas como imagen de Anonymous), petardos y pistolas de balines, en colaboración con la Policía Municipal de Alcobendas.
Actos vandálicos contra los autobuses urbanos, huevos tirados contra los cristales poniendo en peligro a todos #halloween #Asíno pic.twitter.com/6sflzAlAkH
— Ayto. de Sanlúcar (@AytoSanlucar) 31 de octubre de 2017
Precisamente la policía de este término municipal madrileño advertía en una nota de prensa que controlarían la compra masiva de huevos en centros comerciales en la víspera de Halloween, incautando "aquellos que por su cantidad se presuma que serán utilizados para realizar actos vandálicos". Finalizado Halloween, los propietarios pueden acudir a reclamarlos a comisaría.
La Policía Municipal de Madrid advierte del riesgo de este tipo de prácticas. "No solo dañan el mobiliario urbano, pueden provocar un accidente de tráfico y heridos". La Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana establece que los daños o deterioro de bienes de uso o servicio público acarrean multas de 100 a 600 euros en caso de infracción leve. Las infracciones muy graves pueden ascender hasta los 600.000 euros.
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