Las últimas pinceladas que recibe una pintura al óleo antes de finalizarla son las del barniz. Esta sustancia protege al cuadro y ayuda a su conservación, pero tiene un inconveniente: con el tiempo, puede oscurecerse. Mucho. Pero tiene arreglo: el galerista, historiador y presentador de televisión británico Philip Mould ha publicado en su cuenta de Twitter un vídeo mostrando cómo cambia un cuadro del s. XVII tras retirar el barniz amarillento, y el contraste entre la parte "limpia" y la todavía barnizada. Ha superado los 50.000 retuits en menos de un día.
A remarkable Jacobean re-emergence after 200 years of yellowing varnish 1/2 pic.twitter.com/yBGNGDcNd7
— Philip Mould (@philipmould) 6 de noviembre de 2017
Un excelente cuadro de estilo jacobino resurge después de 200 años de barniz amarillento.
Al comienzo del vídeo, todo el cuadro de Mould, salvo un pequeño cuadrado, parece tener un mal filtro de Instagram: se encuentra oscurecido, amarillento. Después, el experto aplica un producto gelatinoso y, con apenas unas pinceladas, el cuadro recupera su lustre original: había colores vivos bajo todo ese amarillo sucio. Mould no aclara qué producto es el que está utilizando. "Debe ser algún tipo de gel con decapante", explica a Verne Ubaldo Sedano, jefe de restauración del Museo Thyssen-Bornemisza. "Cada tipo de barniz necesita un producto diferente, y sin un análisis de laboratorio es complicado saber qué está usando".
Los decapantes se utilizan en restauración para hacer limpiezas de cuadros, "eliminando los barnices oxidados que no permiten ver la pintura", cuenta Sedano. Para el experto, lo que se ve en vídeo de Mould, aunque visualmente es impactante, también es "alarmante". "La limpieza es uno de los procesos más delicados de restauración, porque es irreversible", explica. Antes de realizarse, debe hacerse una valoración del riesgo y trabajar siempre con la supervisión del laboratorio.
A last smear from the chin removed. I will post an image of the completed picture as soon as it is ready. pic.twitter.com/K7TSl2XdqE
— Philip Mould (@philipmould) 6 de noviembre de 2017
Eliminada una última mancha del mentón. Publicaré una foto de la pintura terminada tan pronto como esté lista.
Sedano explica que en las restauraciones se utilizan algodones para comprobar qué elementos del cuadro se están erosionando con la limpieza. "A diferencia de lo que se ve en el vídeo, no interesa llegar directos a la capa de pintura, porque se pueden perder texturas y matices", explica. "También es chocante que utilice un pincel que resulta abrasivo para el cuadro. En casi ningún sitio se trabaja así actualmente".
Ni el propio Mould tiene demasiada información sobre el cuadro que está restaurando. Según explicaba en otro tuit, espera que, tras la restauración, surjan más pistas iconográficas que ayuden a descubrir quién es la mujer que aparece en el cuadro y su posible autor. "Todo lo que sabemos es que ella [la persona que aparece en el cuadro] tenía 36 años y fue pintado en 1618", explica el presentador.
Mould ha prometido subir una imagen del resultado completo en cuanto tenga la restauración finalizada. Para ello, debería volver a barnizarlo: "Normalmente, la pintura suele barnizarse de nuevo, ya que es la técnica que en origen tenía", cuenta Rosa Plaza, profesora de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes de Madrid. "Ademas, ejerce de protección de la película pictórica".
In response to those wanting sight of the uncleaned image of the #womaninred. All we know is she is 36 and it was painted 1618 (inscription) pic.twitter.com/3k8GYxvyJK
— Philip Mould (@philipmould) 7 de noviembre de 2017
En respuesta a los que me han pedido ver la imagen de la #muejrderojo sin limpiar. Todo lo que sabemos es que tiene 36 años y fue pintada en 1618 (inscripción).
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