¡Ya es 2018! Y, seguramente, este primer día del año no va a ser en el que mejor te encuentres, ya sea por la comilona de Nochevieja o por la fiesta posterior. Queremos hacer que tu resaca sea más divertida. Si la casa te está dando vueltas, vamos a terminar de menearla con esta selección de ilusiones ópticas.
1. Los círculos en movimiento, pero parados (pero en movimiento)
Parece que estos círculos están en movimiento, pero no es así. Se trata de una imagen fija. Nos da la sensación de que mueven porque los patrones de colores son similares al tipo de información que solemos recibir ante un objeto en movimiento. Fija la vista en un círculo. Ese no se mueve, pero el resto no paran. Es un engaño a nuestra visión periférica. Esta imagen está basada en el trabajo del psicólogo japonés Akiyoshi Kitaoka.
2. Ande, ande, ande
Los bloques avanzan de forma horizontal entre líneas verticales. Parece que se van parando, como si dieran pasos, pero no. Ni se detienen ni cambian de velocidad en ningún momento. El profesor de la Universidad de California San Diego Stuart Anstis es el autor de esta ilusión óptica. En su página web explica que cuando los rectángulos azules se encuentran en las franjas negras, su contraste es bajo, por lo que el movimiento se ve más lento. En las franjas blancas, los bordes tienen un contraste alto, por lo que el movimiento parece acelerarse. Con los cuadrados amarillos se da el mismo efecto, pero al revés.
3. El cuadrado que vibra
En este dibujo de Kitaoka el cuadrado interior parece moverse, pero no. En la web del psicólogo hay otras versiones parecidas de esta ilusión óptica, en las que el interior permanece estático aunque nuestros ojos vean otra cosa. El psicólogo menciona la ilusión Fraser como la base de esta ilusión óptica, por la cual una secuencia de elementos inclinados hacen que el ojo perciba la imagen de forma incorrecta.
4. Cuadrados y flores
Otro dibujo de Kitaoka, esta vez compuesto por cuadrados y flores. Parece que se curva o que se mueve, pero los cuadrados son completamente rectos. Según el psicólogo, este efecto óptico se justifica igual que los círculos que se movían, pero no: por la distorsión en la visión periférica. Las flores dificultan la percepción de los cuadrados que no miramos fijamente, lo que genera esa sensación de movimiento.
Que no, que los cuadrados no se curvan. Mira:
5. Discos en movimiento
Los círculos, compuestos de círculos más pequeños, parecen moverse cuando el fondo cambia de color. Pero, como todo en este artículo, no se mueven. Esta ilusión de Johannes Zanker, profesor de Neurociencia de la Universidad de Londres, funciona cuando miras a los discos, pero se evapora si miras al centro de la imagen muy fijamente. El cambio de color del fondo activa la sensación de movimiento de los círculos.
6. La rotación congelada
En 2006, el físico suizo Max Dürsteler ganó el premio a la mejor ilusión óptica del año. Lo logró con dos círculos concéntricos: el grande no gira, solo se mueve de lado a lado, mientras que el interior (y más pequeño) gira de forma constante. Cuando el movimiento del círculo grande y del pequeño se acompasan, parece que el pequeño deja de girar. Se cree que este efecto se debe a que el cerebro asume que el entorno (círculo grande) es estable, de manera que la vista lo utiliza como referencia en la percepción del círculo pequeño. Cuando el giro coincide, el cerebro vuelve a engañarnos.
7. Me duele la cabeza
El artista suizo Gianni Sarcone está especializado en las ilusiones ópticas en las que hay elementos que parecen moverse. En este artículo de la revista Smithsonian explica que nuestro cerebro hace ajustes en el tamaño y en el brillo de los objetos para lograr una percepción constante. Al movernos, aunque sea ligeramente, el tamaño y el brillo cambian. Nuestro cerebro tarda en procesar la información, suficiente para crear el efecto con el que te hemos amargado aún más la resaca.
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