Si los automóviles serán en breve tan inteligentes que se convertirán en autónomos, ¿por qué van a tener que acatar las órdenes de un invento obsoleto como es el semáforo? Esta cuestión es la que se planteó un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Gracias al sistema que han desarrollado y que se expone en el Design Museum de Londres, los coches podrán comunicarse entre ellos en un futuro cercano y organizar por sí mismos los turnos para cruzar una intersección. No tendremos que volver a parar hasta que la luz se ponga verde ni preocuparnos en cómo tomar las rotondas.
El proyecto, que puede ganar este 25 de enero el premio Beazley a mejor diseño del año, se titula Light Traffic. El juego de palabras resume su intención: pasar del semáforo (traffic light en inglés) al tráfico ligero (light traffic). Las ciudades tienen que adaptarse a la que será su nueva realidad, ocupada por coches autónomos.
Esta idea se ha desarrollado en colaboración con la Escuela Politécnica de Zúrich (ETHZ) y el Consejo Nacional Italiano para la Investigación (CNR). El investigador peruano Luis Ignacio Reyes Castro, que participó en esta investigación durante su estancia en el MIT, explica a Verne en qué consiste.
¿Cómo viviremos sin semáforos?
"El semáforo es una tecnología inventada hace 150 años para gestionar los carruajes", recuerda el MIT en la página web con la que presenta el proyecto. "Hasta ahora, ese sistema ha funcionado porque los coches seguían comandados por humanos, como pasaba antes con los coches de caballos. Pero en un futuro cercano la mayoría de vehículos serán autónomos", cuenta Reyes Castro a través del teléfono.
Los semáforos se sustituirán por un sistema de turnos en el que los automóviles se comunicarán entre sí a través de un algoritmo, explica el investigador: "Pensamos en un protocolo en el que los coches, al acercarse a una intersección, se colocan de forma automática en la posición que les adjudica el algoritmo. Así pueden seguir avanzando sin frenar del todo. Al eliminar esperas, se reduce la posibilidad de atascos. Y es una opción más ecológica, porque evita que los coches tengan que frenar y acelerar continuamente".
Entonces, ¿tampoco tendré que preocuparme por las rotondas?
"En Estados Unidos, las rotondas no son tan comunes como en Europa, pero el sistema se aplicaría exactamente igual para ellas. A diferencia del semáforo, la rotonda no desaparecerá físicamente de las carreteras, simplemente el conductor no tendrá que plantearse cómo tomarla. Lo hará este sistema en su lugar", aclara el peruano.
Estos diagramas muestran el sistema de turnos y la distancia de seguridad que mantendrán los coches.
¿Y si mi coche no es autónomo?
Reyes Castro admite que Light Traffic está pensado para un futuro en el que todos los coches sean autónomos, aunque es posible adaptarlo a coches tradicionales, agregándoles un sensor: "Aunque lo conduzca un humano, el coche quedaría en piloto automático en intersecciones y rotondas, como hacen los pilotos en algunas fases de los vuelos".
Entonces, ¿tengo que dejar mi vida en manos de una máquina?
"Aunque este sistema se ha concebido para que los coches no paren como en los semáforos, sí que regulan su velocidad para mantener siempre una distancia de seguridad. Los coches seguirán unas reglas, por lo que nunca se chocarán. Contemplamos el margen de error de las máquinas. Si hay un fallo, esa distancia de seguridad garantizará que no haya choques", dice.
¿Y qué pasa con los peatones y las bicis?
El investigador plantea dos opciones contempladas por el proyecto: "o bien crear pasos específicos para peatones y bicicletas al margen de estas intersecciones o adaptar el algoritmo a ellos".
Light Traffic compite con Pokémon Go y Kanye West por el premio Beazley al mejor diseño del año, entre otra veintena de ideas. Una exposición en el Museo de Diseño de Londres recopila todas las propuestas finalistas.
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