El municipio coruñés de Narón tiene un reto: que sus habitantes pierdan 100.000 kilos en dos años. Seis de cada diez vecinos tienen sobrepeso y ahora, también, la misión de adelgazar 4 kilos cada uno y mantenerlo en el tiempo. Una dieta equilibrada, ejercicio físico y un seguimiento médico cada tres meses serán sus aliados en 100.000 Motivos de Peso, como se ha bautizado a la iniciativa. A partir del 1 de febrero, los vecinos podrán apuntarse en los centros de salud de la localidad, donde se les medirá el Índice de Masa Corporal y el perímetro de la cintura como primera medida para sumarse a la competición.
Este plan ha surgido después de que los médicos de Narón lleven dos años trabajando con el Ministerio de Sanidad con el objetivo de reducir la obesidad, uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, y mejorar la calidad de vida de los vecinos.
Uno de los médicos de familia de Narón e impulsor de la iniciativa, Carlos Piñeiro, cuenta por teléfono a Verne que les han servido como inspiración varios proyectos estadounidenses: “En zonas de Nueva York o Atlanta han funcionado estos retos, por eso seguiremos algunas de sus pautas. Por ejemplo, se ha hecho una llamada a la acción por parte de la alcaldesa del municipio y los concejales, eso ya es muy americano”.
Algunos de los primeros detalles del plan tienen que ver con la alimentación. Los restaurantes de la zona ofrecerán, al menos, 10 platos equilibrados para los más pequeños. Además, desde la organización se intentará potenciar la dieta atlántica (rica en pescados, marisco, verduras y hortalizas) con una página web donde podrán consultar cada semana menús equilibrados. “Lo ideal es que las personas sean activas, que participen subiendo sus platos y que los analicen los nutricionistas”, dice el médico.
De 100.000 Motivos de Peso no se libra nadie: está enfocado tanto para adultos, como para los más jóvenes. En las principales asociaciones de vecinos ya se están impartiendo talleres para formar a los “reporteros en salud”, personas que sean prescriptoras de la iniciativa y dinamicen el programa al máximo. Pero también hay que moverse. Los 14 centros sociales ofrecerán talleres de formación nutricional y cada uno contará con un monitor de actividad física y una oferta deportiva que irá desde yoga, hasta bailes terapéuticos.
Piñeiro insiste en que no se quiere “estigmatizar a la población obesa”, por eso se ha diseñado este reto popular. Asegura que los estudios científicos avalan sus objetivos: si en dos años han reducido el 10% del Índice de Masa Corporal de los participantes, evitarán un 30% de enfermedades cardiovasculares y se reducirá la mortalidad en un 20%.
100.000 Motivos de Peso también abordará un plan para disminuir el sobrepeso y la obesidad entre los niños. La OMS publicó hace unos meses que el porcentaje de niños y jóvenes obesos en España se ha triplicado desde 1975. Además, según el Instituto Gallego de Estadística, el porcentaje de población infantil con sobrepeso supera en cinco puntos la media nacional. “Está demostrado científicamente que el 90% de los adultos está dispuesto a cambiar sus hábitos si sus hijos se lo transmiten”, afirma Piñeiro. Además, se fomentará que los escolares vayan al colegio caminando o en bicicleta, supervisados por la policía local.
Si alguno de los vecinos no consigue llegar a los 4 kilos marcados, por lo menos puede consolarse con que si adelgaza 1, 2 o 3 kilos estará contribuyendo con la parte solidaria del reto, ya que por cada kilo perdido, los vecinos donarán el equivalente en comida no perecedera al banco de alimentos.
¿Son más efectivos los retos en grupo?
Según la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, el 81% de los españoles fracasamos cuando empezamos un dieta. No es un dato que nos haya llamado especialmente la atención en Verne, hemos experimentado lo difícil que es ser constante, hay tentaciones por todos lados: en el trabajo, en las comidas familiares, cuando sales con tus amigos… Por eso hemos preguntado a Carlos Rey, psicólogo deportivo y cofundador de UPAD Psicología y Coaching, si el reto de adelgazar en grupo es más efectivo.
El especialista afirma que plantear la situación como un reto, en lugar de como un problema sanitario, ofrecerá un componente motivador mayor que si fuese al revés, “ya que se parte de la motivación positiva para alcanzar un objetivo deseable y no desde la negativa para evitar sus consecuencias”. “En principio, casi siempre los retos colectivos tienen una influencia positiva en la población por su carácter inclusivo y el orgullo de pertenencia a un colectivo”, dice.
Rey hace hincapié en que no todo el mundo reacciona igual ante los retos grupales: “Por un lado, están los miembros que se comprometen con la consecución del objetivo por la motivación que se deriva del esfuerzo cooperativo y la competición; y por otro, los holgazanes sociales, miembros que evaden su responsabilidad en aras de que otros lo hagan por ellos”.
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