Una niña chiapaneca de ocho años gana un premio de ciencia de la UNAM

Su proyecto es un calentador solar hecho con materiales reciclados que instaló en la azotea de su casa

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Xóchitl Guadalupe Cruz García en su casa, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas
Xóchitl Guadalupe Cruz García en su casa, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.

Xóchitl Guadalupe Cruz López tiene solo ocho años y ya cuenta con un premio nacional de ciencia otorgado por la universidad más importante de México. La niña originaria de San Cristóbal de las Casas (Chiapas) ha recibido de la UNAM el Reconocimiento del Instituto de Ciencias Nucleares a la Mujer, convirtiéndose en la científica más joven que obtiene esta distinción. Los organizadores han dicho que se hizo una excepción en la edad de la premiada a causa del 50 aniversario del Instituto. Y aunque el anuncio se había hecho desde el año pasado, la niña y su familia no habían podido viajar a la capital del país, hasta este lunes.

El proyecto por el que fue reconocida es un calentador solar de agua que ella misma instaló en la azotea de su casa, con la ayuda de su padre, Lucio Cruz. "Es un calentador de agua hecho con materiales reciclados de bajo costo que funciona con la luz solar. Ayuda al medio ambiente y a personas de bajos recursos", explica la niña en entrevista telefónica con Verne.

Según esta pequeña científica, su calentador tiene un costo de producción de entre 180 y 200 pesos, ya que los materiales son de uso común: botellas de PET pintadas de negro, mangueras, trozos de madera y dos puertas de cristal de un viejo refrigerador. "Los calentadores que tenemos actualmente son caros, y hay personas de bajos recursos que no tienen la posibilidad de comprarlos", sostiene la estudiante de tercer grado de primaria.

También explica que su invento actual puede calentar 10 litros de agua en un día. Por lo tanto, dice, tiene pensando construir uno con mayor capacidad.

Xóchitl Guadalupe Cruz pintando las botellas de PET para su calentador solar. Cortesía PAUTA
La estudiante instala el calentador en la azotea de su casa. Cortesía PAUTA

Xóchitl Guadalupe mostró interés por la ciencia desde que tenía cinco años, cuenta a Verne su madre, Alma Irene López. Cuando su hija cursaba el tercer año del preescolar, fue invitada a participar en los talleres del Programa Adopte un Talento (PAUTA), diseñados para fomentar las vocaciones científicas de niños y adolescentes, desde preescolar hasta bachillerato, en cuatro Estados de México: Chiapas, Morelos, Michoacán y la Ciudad de México.

"Los chicos trabajan en talleres extracurriculares donde desarrollan habilidades científicas", explica a Verne Gabriela de la Torre, directora del programa. "Cuando llevan más de dos años, empiezan a hacer proyectos de investigación con impacto social. Un jurado de investigadores relacionados con las ciencias afines seleccionan a los ganadores", cuenta.

Xóchitl Guadalupe y los fundadores de PAUTA, Jorge Hirsch y Alejandro Frank, en la entrega del premio este lunes. Cortesía PAUTA

"Nos comentó que quería hacer un calentador, nos explicó cómo funcionaba y le ayudamos a conseguir los materiales que necesitaba", narra la madre sobre los inicios del proyecto de su hija. El hecho de que fuera reconocida con un premio nacional "fue una gran sorpresa", asegura López. "Ella se siente muy emocionada, al igual que nosotros, en haber concursado a nivel nacional y haber obtenido muchos logros", ha dicho el padre a la agencia EFE.

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