La banda de pop surcoreana Monsta X actuará en junio en el Palacio Vistalegre de Madrid, el mismo escenario por el que pasó en marzo la gira de Operación Triunfo. Es una muestra del alcance internacional que está logrando el K-Pop, un fenómeno cultural que se ha convertido en todo un activo económico para Corea del Sur y en una importante arma diplomática. YouTube y las redes sociales son su principal vehículo promocional y hasta Kim Jong-un disfruta con las melodías de este género musical en alza.
"Suelen integrarlo bandas de chicos o chicas, que cuentan con vídeos musicales mucho más llamativos y coloridos que los que se ven en Occidente. Recurren a coreografías y melodías pegadizas que enganchan a la primera escucha y casi siempre incluyen algunas frases en inglés, para atrapar al público internacional", explica a Verne Núria Fuentes, presidenta de la asociación Han-A Madrid, especializada en la cultura de este país asiático.
El K-Pop es una industria musical de 4.700 millones de dólares (3.800 millones de euros), según la Agencia de Contenido Creativo de Corea del Sur (Kocca, en sus siglas en inglés). Es solo una parte de un movimiento mucho mayor llamado "ola cultural surcoreana" (Hallyu). El gigante económico en el que se está convirtiendo ha obligado al Gobierno del país a abrir este departamento que gestione todo lo relacionado con la proyección internacional de la música, el cine, el manhwa (el manga surcoreano), la moda, la animación, la gastronomía, los videojuegos y la televisión locales.
Primero fueron sus series de televisión (K-dramas) las que comenzaron a exportarse a lugares como Japón y China. Con ellas se popularizó el resto de la cultura del país; en especial sus melodías.
Pero en España y América Latina fue un fenómeno viral que no puede considerarse K-Pop puro el que fomentó la fiebre por este género. "El verdadero aumento de seguidores en España llegó con el Gangnam Style de PSY en 2012", destacan a Verne desde el Centro Cultural de la Embajada de Corea del Sur en Madrid. Desde entonces, su popularidad no ha parado de crecer. "Las visitas españolas en los canales de YouTube de bandas como BTS se han multiplicado por cinco en el último año", apuntan.
Porque YouTube y las redes sociales han sido desde entonces el vehículo de expansión de la cultura surcoreana. La cuenta de Twitter del blog K-Pop Spain tiene 12.600 seguidores y K-Pop México supera los 53.000. A principios de abril, la nueva canción de la banda BTS, titulada Euphoria, era la primera tendencia en España y el grupo Monsta X aparece en la lista de trending topics el lunes 9 de abril.
Cientos de personas hicieron vigilia en Ciudad de México en diciembre de 2017, tras el suicidio de la estrella del género Kim Jong-hyun a los 27 años. La noticia de su muerte fue una de las más leídas ese día en el periódico EL PAÍS.
A juzgar por los datos de ventas, las bandas formadas por chicos toman la delantera a las bandas femeninas, aunque ellas han sido el auténtico puntal de popularidad del pop surcoreano cuando comenzó su éxito internacional, en 2012.
Dos de esas bandas masculinas aparecen en la lista de discos más vendidos del mundo correspondiente a la primera semana de abril. La boy band Wanna One lleva dos semanas en el número uno con su álbum I promise you, por delante del nuevo trabajo de Jack White y de la banda sonora de El gran Showman. Y Monsta X, la banda que actuará en junio en Vistalegre, ocupa el décimo lugar. "Su concierto es el primero de esta magnitud en España. Si tienen éxito, van a ayudar a que otras giras internacionales de K-Pop hagan parada en nuestro país", comenta Núria Fuentes.
Exo, otra formación masculina, se colocó entre los 20 discos más exitosos de todo el 2017 vendiendo 1,4 millones de copias.
La disciplina de sus artistas es similar a la de los deportistas de elite y también una parte importante de su éxito. Los propios integrantes de BTS, uno de los grupos más exitosos, aseguraban en enero a la prensa británica que han llegado a tener jornadas de ensayos de hasta 15 horas. Estas bandas suelen formarse tras exhaustivas audiciones organizadas por agencias especializadas, como S.M. Entertainment.
A finales de 2017, BTS lanzaron una colaboración con el DJ de fama mundial Steve Aoki y uno de sus vídeos musicales recientes, repleto de ensayadas coreografías, supera los 335 millones de reproducciones en YouTube.
El éxito del K-Pop no es solo musical. "Existen hasta parques temáticos y museos dedicados al K-Pop, por lo que se está convirtiendo también en un aliciente para atraer el turismo a Corea del Sur", apunta la presidenta de la asociación Han-A Madrid. Cuesta 70 euros acceder al parque SMTOWN, ubicado en Seúl.
La Oficina de Turismo de Seúl ya propone rutas especializadas en la ola cultural surcoreana (Hallyu) y el Centro Cultural de la Embajada de Corea del Sur en España recibe "el triple de solicitudes de españoles que desean aprender coreano" de las que puede atender. "Esta música ha sido, junto a los Juegos Olímpicos de Invierno Pieonchang 2018, los dos factores que nos han ayudado a aliviar las tensiones con Corea del Norte", confirman.
Por ejemplo, las chicas de Red Velvet han enamorado a Kim Jong-un. El polémico líder norcoreano permitió que varios grupos musicales procedentes de su vecino del sur actuaran por primera vez en años en su país, entre ellos este grupo. Tras atender al recital ofrecido en Pyongyang a principios de abril, se declaró "profundamente conmovido" con las melodías surcoreanas.
Red Velvet (a la izquierda de la imagen) y otros músicos surcoreanos rompieron durante una noche el aislamiento surcoreano / KCNA EFE
Russian Roulette es el vídeo más exitoso en YouTube de esta banda femenina.
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