Romain Thiery empezó a tocar el piano cuando tenía cinco años. Estudió música hasta los 20, siempre a las teclas de este instrumento. Entonces, su camino profesional de redirigió hacia la fotografía, con la que se gana la vida este francés a sus 29 años. Sin embargo, ha encontrado la forma de que el piano siga siendo una parte importante de su vida. Desde 2014, busca pianos en lugares abandonados de Europa. Esta es la primera imagen de la serie Requiem pour pianos, que tomó en un castillo en el suroeste de Francia.
"Desde ese día, los lugares que busco tienen que ser un cruce de caminos de mis dos mundos artísticos, el piano y la fotografía. Soy una persona muy apasionada. Cuando encuentro un piano abandonado me invaden las emociones", dice Thiery a Verne por correo electrónico. Comparte sus imágenes desde 2016 en Instagram, donde tiene más de 14.000 seguidores. Medios como Bored Panda y My Modern Art le han dedicado artículos en las últimas semanas.
De momento ha fotografiado más de 50 pianos en lugares abandonados de Europa. La mayor parte los ha encontrado en Francia, Polonia y Alemania, pero también ha pasado por Bélgica, Rumanía o República Checa. "De momento no he encontrado ninguno en España, pero sé dónde puede haber alguno", añade. Esta fotografía que hizo en una escuela musical abandonada de Chernóbil (Ucrania) es una de las más populares de su serie.
¿Y cómo los encuentra? "No es fácil. Primero utilizo Google Earth para dar con lugares abandonados. Centro mi investigación en castillos y palacios antiguos, que son los lugares en los que las familias solían tener pianos. También reviso fotos antiguas". Esta imagen también es de su primer año de Requiem pour pianos. Es una mansión francesa.
"Para mí, el piano es más que una pasión: es ese instrumento que te reconforta con su elegancia natural. Aunque esté cubierto de polvo, nunca deja de imponer respeto. Esa grandeza enraíza con nuestra cultura", considera Thiery. El fotógrafo cree que esas cualidades del piano son las que han hecho que su serie fotográfica haya captado atención: "Creo que a todo el mundo le encanta el piano, aunque no sepa tocarlo".
"Además", continúa Thiery, "creo que la gente no sabe que se pueden encontrar instrumentos como esos en edificios abandonados. Hay que decir que los instrumentos musicales siempre nos parecen bonitos. Aunque estén dañados, nos sentimos atraídos por ellos", comenta Thiery. Por ello, ha tocado varios de esos pianos abandonados. Esta imagen es de un hospital alemán.
Más allá de Requiem pour pianos, Thiery no se aleja de la temática de los lugares abandonados. "Crecía en Périgord (suroeste de Francia), una zona rica en historia. Ahí continué con algo que ya hacía mi madre: descubrir lugares abandonados. Mi mayor deseo es encontrar huellas de lo que ha sido olvidado, pero que todavía no es invisible". Estas son otras imágenes de pianos de Thiery.
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