Ser maestro no es un trabajo sencillo. No solo porque se trata de transmitir conocimiento, sino porque se tiene que lidiar, en el mejor de los casos, con por lo menos una decena de personalidades distintas.
Como alumno puedes pensar que hay cosas que enojan a tu profesor, como copiar a la hora del examen o platicar con el compañero de al lado. Y no se trata del grado escolar: a veces los alumnos de preescolar pueden ser mejor portados que quienes cursan una licenciatura, sobre todo al momento de atender instrucciones o la creatividad al momento de crear excusas.
En el Día del Maestro Verne consultó con varios profesores para saber qué es lo que más les molesta. Más vale que hagas caso de esta lista para no pasar el ciclo entero sufriendo por la furia de tu maestro.
1. Comer en clase. Y no solo se trata de darle mordiscos a tu torta de jamón porque te ha dado hambre antes del receso. Hay quienes sacan una lata con ensalada de atún o unos chilaquiles con mucha cebolla, dejando un nada agradable aroma en el salón.
2. Usar el celular en clase. Lo más probable es que tu maestro no tuviera un móvil cuando era estudiante, por lo que le es difícil lidiar con estos aparatos. Y aunque digas que estabas buscando un dato importantísimo en Google, tu profesor sabe que estás checando tu WhatsApp.
3. Entregar trabajos sin nombre. Tu maestro puede ser sabio, pero no tiene habilidades de adivino. Es mejor que identifiques tu trabajo y, de ser posible, lo entregues engrapado o en un folder, para que tu tarea no se confunda con la de otros.
4. Que le pidas prestado un bolígrafo. O una goma, o un cuaderno. Tu querido profesor espera que llegues a su clase con el material suficiente. Porque hay alumnos que encima tienen el descaro de no regresarle al maestro su material.
5. -“¿Alguna pregunta?
- Sí, ¿puedo ir al baño?”
6. Que te tardes media hora en el baño ya que te han dado permiso.
7. Jamás le preguntes a tu profesor si puedes ver la película en lugar de leer el libro. Puede que sea más divertido ver a Leonardo DiCaprio en Romeo y Julieta, pero lo más probable es que no aprendas nada de Shakespeare.
8. “Se cayó Google” es el nuevo “el perro se comió mi tarea”. Si vas a crear excusas para no entregar tu tarea, más vale que no mates por quinta vez a tu abuelito.
9. Y ya que hablamos de cine, lo mejor es que no te hagas el gracioso en clase citando a alguno de tus héroes de película favoritos. Decir que Tony Stark es un gran científico puede que no le haga mucha gracia.
10. - “Me lo puede repetir?
- ¿Qué cosa?
- Todo.”
11. No pidas asesorías un día antes del examen final. Tu maestro solo escuchará una sola frase: no he puesto atención en todo el semestre.
12. “- Le mandé mi tarea por correo.
- Ese no es mi correo.
- ¡Pero yo lo mandé! ¡No es mi problema si no le llegó!”
13. Cuando tu maestro te pida explicaciones, evita darle largas. “Lo que pasa es que estaba por leer el libro cuando de repente…”. Créenos: solo estás prolongando lo inevitable.
14. Espera a que tu maestro termine de dar las instrucciones antes de hacerle preguntas. Quizá creas que te hará escribir un libro cuando solo pida que le entregues una cuartilla con un resumen.
15. Enfócate en terminar tus deberes en el momento de la clase. Sabemos que te urge platicar con tu compañero de los pormenores del último capítulo de la serie de Luis Miguel pero puedes dejarlo para el final de la clase.
¡Feliz Día del Maestro!
Sigue a Verne México en Facebook, Twitter e Instagram y no te pierdas tu ración diaria de maravillas de Internet.
