El enigma de los DNI que empiezan por 0: no son heredados y los tienen muchos jóvenes

Nuestros carnets son cada vez más sofisticados, pero sus falsos mitos apenas cambian

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—Que levanten la mano aquellos a los que alguna vez les han dicho que tienen el DNI de alguien fallecido.

— 🙋‍♀️

Si tu documento nacional de identidad empieza por 0, es decir, que pertenece a la hornada de los millones bajitos, seguro que sabes de qué te hablo. ¿Cómo es posible que nuestros padres vayan por la vida con un DNI de 50 millones, por ejemplo, y nosotros tengamos uno de tres o siete millones?

Lo primero que desmiente la Policía Nacional a Verne es que esos números pertenezcan a una persona fallecida. "Hasta ahora no se ha asignado a nadie un número que antes hubiera pertenecido a otra", afirman. Por lo tanto, que tu DNI esté más cerca de los de la Familia Real (que van desde el 10 al 99) que del número de tus padres no se debe a ninguna herencia, tu número es y será solo tuyo.

La culpable de que en cada formulario que rellenes tengas que estar pendiente de si tienes que poner el 0 inicial de tu DNI es la forma de repartir los números de los documentos de identidad. "Cuando el DNI se hacía manualmente había asignados previamente unos números a cada provincia. Desde que el DNI es digital, se asignan los números aleatoriamente entre los que están libres", cuenta la Policía. Por lo tanto, los números bajos que ahora llevamos los veinteañeros en la cartera son los restos de repartos de hace años que no se llegaron a completar.

Aunque fue en 1944 cuando se publicó el decreto de creación del DNI, hasta 1951 no se asignó ningún número. Ya entonces se estableció que solo pertenecerían a una persona: "sin que los números que hubieran sido bajas por fallecimiento de su titular o cualquier otra causa, puedan volver a ser asignados", como recoge el libro Sesenta años de expedición del Documento Nacional de Identidad. Ese primer documento era verde y reflejaba la profesión de cada persona, dato que se mantuvo hasta 1985. ¿Os imagináis un DNI con nuevas profesiones como "diseñador de órganos" o "arquitecto de nuevas realidades" en el apartado de profesión?

Los primeros que estuvieron obligados a tener un documento nacional de identidad fueron los presos y los que estaban en libertad vigilada; después los hombres que por su trabajo cambiaban bastante de ciudad. Más adelante se amplió a los varones que vivían en ciudades de más de 100.000 habitantes y poco a poco se generalizó a toda la sociedad. Fue entonces cuando las mujeres también pudieron solicitarlo.

El DNI evoluciona pero sus mitos se estancan

El carnet de identidad, una tarjeta de policarbonato que mide 85,60 mm de ancho por 53,98 mm de alto, ha despertado desde siempre leyendas y mitos que aún seguimos escuchando. Uno de los más extendidos es el que da significado a la serie de números trasera que, supuestamente, desvela cuántas personas en España se llaman como tú (nombre y primer apellido, para ser más precisos). Ese bloque de letras y números son los caracteres OCR-B de lectura automática, una zona creada para ser leída por máquinas. Es totalmente falso que el número aislado de la segunda línea te chive cómo de popular es tu identidad. Estos números también han inspirado otra leyenda, la de que el sentido de las flechas (> y < ) desvela si el dueño del DNI tiene antecedentes penales o no.

También suele decirse que el número de DNI tiene que ver con tu provincia. En ocasiones aparecen generaciones de la misma ciudad con números de identidad que empiezan igual, pero eso no tiene por qué ser así necesariamente. La Dirección General de Policía asigna a cada comisaría un lote de números y allí los van adjudicando, pero de vez en cuando se pueden reasignar los sobrantes a otros lugares para darles prioridad.

Y si los números son polémicos, la letra que los acompaña no podía ser menos. Cuando te sacabas por primera vez el DNI y lo enseñabas, tus compañeros de clase te preguntaban qué letra te había tocado. En realidad la letra de nuestro DNI no tiene que ver con el azar, sino con una operación matemática, tal y como se explica en la web del Ministerio del Interior: si divides tu número de identidad (NIF) entre 23 y observas el resto de la división, comprobarás que cada cifra está asignada a una letra distinta. Si lo quieres comprobar y no te acuerdas cómo se dividía sin calculadora, aquí puedes consultar lo que eran las llevadas, el dividendo y el divisor.

Si divides tu NIF entre 23 y sustituyes el resto de la división por la letra que le corresponde según esta tabla, obtendrás la letra de tu DNI.. Ministerio del Interior

Con los NIE de extranjeros residentes en España ocurre algo parecido. Tienen una letra (X, Y, Z), 7 números y un dígito de control. Para calcular este último hay que sustituir la X por un 0, la Y por un 1 y la Z por un 2 y se aplica la misma operación que para el NIF (dividir entre 23 y fijarte en el resto).

Una guardiana llamada Clara

B. V.

Desde el año 2000 toda la información de los DNI, además de los datos policiales de los delincuentes del país y las bases de datos de los agentes de la Policía, se guardan en el ordenador central de la Dirección General de Policía, en El Escorial (Madrid), bajo medidas de seguridad muy estrictas. La máquina en cuestión se llama Clara y sustituyó a Berta hace 18 años.

El centro cuenta con tres sistemas de seguridad, entre los que se incluyen medidas como vallas electrificadas, y ante el menor ataque externo, la sala de máquinas puede quedar sellada, tal y como narraba El País el 24 de abril del 2000. La información puede ser consultada en línea por todas las comisarías de Policía y por las comisarías locales y municipales que tengan permisos. No ocurre lo mismo con la Guardia Civil, con la que solo comparten parte de esa información, al igual que con otros cuerpos y fuerzas de seguridad de otros países.

La morada de Clara, de 130.000 metros, se diseñó para que los más de 200 trabajadores del centro pudieran vivir hasta cuatro meses sin necesidad de salir al exterior. Guardan víveres de sobra para ese tiempo y disponen de más de 20 apartamentos.

Cuando se sustituyó a Clara por Berta el comisario Mauricio Pastor explicó que el nuevo sistema también tenía un nombre de mujer porque "son más trabajadoras, más constantes, más silenciosas y no se quejan". Resulta paradójico bautizar a la máquina que protege la información de los DNI con nombre de mujer cuando 50 años antes no era prioritario que estas tuviesen documento de identidad.

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