Qué es Cabronazi y qué nos enseña de la copia de contenidos en Internet

La empresa, muy criticada por utilizar sin permiso contenido de terceros, ha pedido a una cuenta de Instagram que cambie su nombre por copiarles

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A la izquierda, el avatar de Cabronazi. A la derecha, la caricatura que tiene como avatar Cabroworld en Instagram
A la izquierda, el avatar de Cabronazi. A la derecha, la caricatura que tiene como avatar Cabroworld en Instagram

Es complicado imaginar que un negocio cuyo nombre es un juego de palabras con “cabrón” y “nazi” haya logrado tener más de 13 millones de seguidores. Veinte, si sumamos todas las cuentas de la empresa. Cabronazi lo ha conseguido, aunque tiene también una gran comunidad de detractores: youtubers, cómicos e ilustradores llevan años denunciando que esta cuenta ha crecido a costa de publicar contenido ajeno, sin citar siquiera la autoría de las publicaciones.

En los últimos días se ha desatado una nueva ola de críticas después de que el usuario de Instagram @cabroworld –que no está vinculado a Cabronazi– hiciera pública una conversación en la que, desde el perfil oficial de Cabronazi, se le exigía que borrara su contenido y cambiara el nombre de su cuenta, porque les “copia”.

Cabronazi se creó en 2015 como página de Facebook. Después comenzaron a crear otras cuentas relacionadas con un contenido más específico, como Cabromotor o Cabrogamer; y la página web Cabroworld. Registraron el dominio web cabroworld.com en enero de 2016, según la herramienta de identificación de dominios Who.Is, y la página de Facebook en febrero, pero se les escapó Instagram: en marzo de ese mismo año, una persona ajena a Cabronazi se hizo con la cuenta Cabroworld en esa red social.

El propietario de este Cabroworld (el de Instagram) reveló el pasado lunes –a través de un mensaje ya borrado en Forocoches– que desde Cabronazi le solicitaban cambiar el nombre de su página y su avatar. Trascendió a Twitter, entre otros, por un mensaje del periodista Pepo Jiménez (@kurioso), que incluía una de las capturas que el propietario del Instagram Cabroworld había hecho públicas. En otro de estos mensajes –puedes verlos a continuación– Cabronazi dice: “La próxima vez te lo pensarás antes de copiar”.

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Conversación entre el usuario de Instagram Cabroworld y Cabronazi, publicada en las stories de Cabroworld. Haz clic para ampliar.
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Conversación entre el usuario de Instagram Cabroworld y Cabronazi, publicada en las stories de Cabroworld. Haz clic para ampliar.

Muchos youtubers y tuiteros comenzaron entonces a señalar lo paradójico que resultaba que que Cabronazi, tras años publicando sin permiso contenido de humor, amenazara a una cuenta por "copiar".

Durante toda la semana ha ido aumentando el volumen de las críticas a Cabronazi en Twitter e Instagram. KaydyCani, una cuenta de humor de memes de trap (su nombre es una parodia del trapero Kaidy Cain) con 108.000 seguidores en Instagram, pidió a sus seguidores a través de stories que se cambiaran sus avatares por una caricatura de Cabronazi o que dejaran comentarios negativos en sus publicaciones.

KaydyCani también resucitó decenas de tuits machistas y racistas publicados por Cabronazi en 2015. Muchos de ellos ya han sido borrados.

Estas protestas contra Cabronazi han llegado a salpicar a Risto Mejide, Auronplay y Wismichu por culpa de una inocentada, publicada el 28 de diciembre de 2015, que decía que el presentador y los youtubers estaban detrás de esta página de Facebook.

Verne ha contactado con las dos partes, que han contestado pero en el anonimato y no han querido facilitar el nombre de quien ha respondido a nuestras preguntas. Muchas de las respuestas que ha ofrecido Cabronazi son idénticas a las que han dado a otros medios de comunicación.

Desde Cabronazi reconocen que “el administrador que se encontraba detrás de la cuenta de Cabronazi en ese horario [cuando respondió a Cabroworld] actuó de forma incorrecta utilizando unas formas que no representan los valores de la empresa. Pedimos disculpas por el tono aplicado”.

El propietario de Cabroworld en Instagram, por su parte, asegura que no se dedica “a lucrarse empleando redes sociales”. Desde Cabronazi afirman que, por el momento, su objetivo “es buscar un pacto amistoso”.

Pero, ¿lo que hace Cabronazi es legal?

Cabronazi ganó un millón de seguidores en sus seis primeros meses de vida a costa de publicar contenido ajeno, sin mencionar al autor y enlazar a la fuente original.“Reconocemos que al principio lo hacíamos mal. Publicábamos el contenido sin mención y sin filtro de la misma manera que enviamos un whatsapp a un amigo, sin buscar el origen”, cuentan.

Desde la cuenta y sus filiales publican vídeos de humor –que se descargan de la fuente original y republican en sus perfiles–, viñetas cómicas, memes, capturas de tuits o enlaces a noticias publicadas en Cabroworld. Desde la empresa defienden que, desde 2016, citan a los autores de las publicaciones originales y los enlazan. Sin embargo, suelen esconder este enlace en los comentarios, y no en todos los post se detalla el autor. Alegan que lo hacen siempre que es posible, ya que "es muy difícil dar con el creador original de un meme".

Publicar contenido de otra persona sin su consentimiento, y con ánimo de lucro podría suponer una infracción de derechos de autor. Citar a la fuente original "no supone un atenuante de una posible infracción", explica a Verne Borja Adsuara, experto en derecho digital. Lo que es necesario es pedir permiso al autor y que se respeten las condiciones de publicación que este exija.

Entonces, si utilizar sin permiso –y con ánimo de lucro– una viñeta o vídeo puede suponer una infracción de derechos de autor, ¿podríamos lograr una indemnización en los juzgados? Adsuara no conoce ningún caso de juicio por reproducción o plagio de contenidos puntuales en internet. El motivo, apunta, es que es muy difícil medir los beneficios que el infractor haya podido obtener con la copia de, por ejemplo, un tuit. “Se tendría que demostrar el perjuicio que esa publicación ha supuesto para el autor original y el beneficio que la otra persona ha obtenido, algo que muy complicado de cuantificar en el caso de una sola publicación”.

Las redes sociales cuentan con herramientas propias para eliminar los contenidos que infrinjan derechos de autor. Twitter, por ejemplo, comenzó a eliminar mensajes de humor copiados en 2015 después de que la guionista Olga Lexell protestara por un plagio. Para Adsuara, a menos que se produzca un abuso continuado, estas herramientas son la forma más práctica de denunciar la copia de un contenido en redes sociales. Estos son los formularios de Twitter, Instagram y Facebook para denunciar vulneraciones por derechos de autor.

Cabronazi y el imperio Cabroworld

A pesar de ser una de las páginas más populares de Facebook, los fundadores de Cabronazi siguen intentando mantenerse en el anonimato. Esta página comenzó su andadura en enero de 2015. "Surgió hace poco más de 3 años cuando tres amigos nos sentamos en un bar a tomar unas cervezas y se nos ocurrió la idea de abrir una página en Facebook en la cual publicar todo el material que nos llegaba por Whatsapp", según cuentan a Verne.

Con el crecimiento de la web, los fundadores de Cabronazi decidieron convertirse en empresa. Abrieron nuevos perfiles "más específicos" (Cabromotor, Cabropeludos, Cabrogamer, Cabrosolidario...) y los aglutinaron bajo la marca global Cabroworld en 2016, que cuenta con una página web en la que también publican contenido de humor y que cuenta con publicidad. Actualmente, junto a los tres fundadores trabajan otras diez personas, siempre según su versión.

Según desvelaba el diario El Confidencial, Cabsodisa SL, la sociedad que gestiona las diferentes cuentas y marcas de Cabroworld y Cabronazi, facturó 474.225 euros en 2016 y, en 2017, 369.388 euros. Tras la publicación de esta información, muchos creadores de contenido han reprochado a la empresa que parte de ese dinero se haya conseguido a su costa.

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