En México hay 1,9 millones de personas que no tienen un empleo formal, de acuerdo con datos del INEGI en noviembre de 2018. Paulina Domínguez, una diseñadora originaria de Ciudad de México, se encuentra dentro de este grupo de personas que no encuentran trabajo. La mañana de este miércoles decidió probar suerte en Twitter, pidiendo ayuda para encontrar una oferta en el área del diseño o en redes sociales. Su publicación se ha compartido más de 34.000 veces en las primeras 48 horas tras su publicación.
Amigos de Twitter hoy cumplo un mes sin encontrar trabajo. Ofrezco mis servicios como diseñadora gráfica & community manager. Tengo un hijo y los dos comemos. No me da pena decir que soy desempleada.Tengo salud y actitud
— †Μoss† (@PauuMoss) 21 de noviembre de 2018
Si alguien necesita o sabe de algo aquí estoy.
Plisss RT
“Mandé el mensaje un intento un poco desesperado por el tiempo que tengo sin trabajo y porque soy mamá soltera”, cuenta a Verne, vía telefónica. “Pensé que no tenía nada qué perder, aunque no me imaginé que tuviera tanto alcance”, relata. Sin embargo, la profesionista no solo recibió ofertas de empleo, sino proposiciones de índole sexual. “Me llegaron varios mensajes diciendo que me contrataban por acostarme con ellos”, cuenta.
Domínguez cuenta que aún cuando la mayor parte de las personas le han mandado ofertas de trabajo, le ha sorprendido convertirse en víctima de burlas y acoso por pedir ayuda para encontrar un empleo. “Varias cuentas duplicaron mi tuit en tono de burla. Yo no contesté, sólo los bloqueo y me centro en lo positivo”, cuenta.
En, México es difícil encontrar buenas condiciones laborales. Los bajos salarios y la ausencia de prestaciones son algunos de los obstáculos con los que tienen que lidiar gran parte de los profesionistas que buscan entrar al mercado laboral formal.
En el caso de Domínguez, renunció hace un mes a una firma de diseño en la que tenía un empleo en donde no tenía prestaciones y al que renunció pensando en buscar bienestar social para ella y su hijo. “Pedir ayuda sirvió mucho”, cuenta. “(Pero) como mencioné a mi hijo, muchos me dijeron que mi trabajo era de ser ‘mamacita’ y eso me sacó un poco de onda”, dice.
48 horas después de su petición de ayuda, la diseñadora ha logrado asistir a tres entrevistas laborales y ha recibido un par de ofertas para diseñar de modo independiente. “Mientras no tenga nada concreto tomo lo que sea. Estoy en números rojos”, comenta.
Más de 30% de los jóvenes entre 18 y 30 años son víctimas de ciberacoso en nuestro país, según el INEGI. Poco más del 22% de las mujeres en este rango de edad han recibido ofertas sexuales explícitas.
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