¿Cuáles son las labores de los policías granaderos en la Ciudad de México?

La jefa de Gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum, anunció la desaparición de este agrupamiento en 2019

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Miembros del cuerpo de granaderos resguardan una manifestación de maestros en el centro de la Ciudad en junio de 2018.
Miembros del cuerpo de granaderos resguardan una manifestación de maestros en el centro de la Ciudad en junio de 2018.. Andrea Murcia

Claudia Sheinbaum (Ciudad de México, 1962) es la nueva jefa de Gobierno de la capital mexicana. Durante su toma de protesta ha anunciado la desaparición del cuerpo de policías granaderos (antidisturbios) como un homenaje a la petición de los estudiantes del Movimiento estudiantil de 1968. La Policía está para cuidar al pueblo y no se requieren cuerpos para reprimirlo", ha dicho Sheinbaum este miércoles.

En redes sociales, la decisión de desaparecer este cuerpo policial ha sido bien recibida. El hashtag #JefadeGobierno y el nombre de la nueva mandataria se colocaron como tendencia este jueves en Twitter.

De acuerdo con el perfil de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, la agrupación de la policía metropolitana de granaderos se encarga de “preservar el orden público y dar seguridad a la ciudadanía”. El control de multitudes, el apoyo a otros sectores de la policía capitalina y federal, el control de eventos deportivos, así como concentraciones de conciertos y eventos culturales y religiosos, son las funciones de esta agrupación.

Gabriel Regino, abogado penalista y exfuncionario de seguridad en la capital, indica a Verne que el cuerpo de granaderos es una de las áreas más importantes y estratégicas de la policía metropolitana. “Es diferente de la policía sectorial, que son los elementos que andan en patrullas y que atienden las emergencias o cuando alguien comete un delito”, explica vía telefónica.

Según datos proporcionados por Sheinbaum, el cuerpo de granaderos está conformado por alrededor de 6.000 elementos. “Es un cuerpo altamente especializado y se basa en un tema de la gobernabilidad en la ciudad ya que son los únicos capacitados para contener, distender y disuadir revueltas”, dice Regino.

Sin embargo, la desaparición de los granaderos es una decisión arriesgada de parte de la jefa de Gobierno, según considera Javier Oliva Posada, investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. “Lo que sucede es que el equipamiento de los cuerpos que contienen expresiones multitudinarias requieren de escudos, cascos y toletes, pero no traen armas de fuego, mientras que los policías están armados”, dice a Verne vía telefónica.

Ambos especialistas consideran que este cuerpo de seguridad no puede ser sustituido con los cuerpos de seguridad existentes. “La Ciudad de México es una caja de Pandora, es el marchódromo nacional que es utilizado por otros grupos con intereses diversos como los anarquistas”, dice Regino.

La capital mexicana se ve constantemente afectada por multitudes que marchan por sus calles. De acuerdo con datos proporcionados por la exsecretaria de Seguridad Pública de la capital en la pasada administración, Patricia Mercado, diariamente se registran tres marchas, y en 2016 se contabilizaron más de 9.000 manifestaciones de diversos grupos inconformes.

“Es una decisión precipitada”, dice Oliva. “Por ejemplo, el 12 de diciembre (día en que se venera a la Virgen de Guadalupe) quién va a controlar y conducir el peregrinaje de millones de personas. Las democracias necesitan de corporaciones que preserven el orden”, asegura el académico.

Ambos especialistas señalan que lo preferible es mejorar los mecanismos de denuncia y defensa de los Derechos Humanos para evitar que haya un exceso en el uso de la fuerza policial. “Hay una gran deuda con las personas ligadas al movimiento de 1968, pero se puede ampliar las investigaciones sin caer en una disolución”, concluye Regino.

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