Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, ha pedido por carta a Felipe VI que se disculpe en nombre de España por los atropellos cometidos durante la conquista de América. El Gobierno español, los partidos de la oposición, historiadores y usuarios de redes sociales han reaccionado rápidamente a esa reclamación.
En medio de esa conversación, más allá de los argumentos a favor o en contra de la reclamación, se están repitiendo algunos tópicos inexactos sobre cómo era la América prehispánica. A continuación, intentamos contestar a algunas de las preguntas más comunes sobre estas sociedades y el transcurso de la conquista.
¿Cuáles eran los pueblos originarios?
En un vídeo de Twitter, en el que habla sobre la carta enviada al Rey de España y al Papa, López Obrador pide que las disculpas se dirijan a los "pueblos originarios". Todos los indígenas de América, descendientes de las culturas precolombinas, se enmarcan en este concepto. Desde los que vivían en Canadá hasta los que poblaban Argentina.
Estamos en Comalcalco, vamos a Centla a conmemorar 500 años de la batalla de los españoles contra la resistencia de los mayas-chontales. pic.twitter.com/glYO0eAMtX
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) 25 de marzo de 2019
El continente americano empezó a poblarse cuando algunas personas asiáticas cruzaron el estrecho de Bering, que separa Asia y América, hace unos 40.000 años. Historia mínima de México, que contaba esta versión, ironiza sobre aquella migración: "No nos imaginemos para nada gritos de euforia al decir ¡hemos descubierto un nuevo continente!". Esta obra de divulgación histórica es un clásico en México.
Algunos de estos pueblos se asentaron en Mesoamérica, que significa "América media", y que comprende parte de lo que hoy es México y varios países centroamericanos. Los pueblos instalados originalmente vivían de forma nómada hasta que, en torno al año 1500 antes de Cristo, los olmecas desarrollaron asentamientos estables en el Sureste del actual México. De ahí que se les conozca como "cultura madre" de Mesoamérica.
Aunque fueran el grupo más desarrollado, hay constancia de que los olmecas mantenían contacto con otros grupos de la región hasta su desaparición como grupo socialmente organizado, alrededor del 500 antes de Cristo. Aunque conviven muchos grupos, dos de ellos destacan a partir del año cero: los teotihuacanos (en el centro de México) y los mayas (en el sur de México y en otros países centroamericanos). De ellos hablaremos más adelante, pero es importante saber que cuentan con una organización social más compleja que sus antecesores.
Tras su declive (cuyas causas aún siguen envueltas en misterio), no hubo un grupo dominante claro hasta la llegada de los aztecas. En 1325, este grupo fundó la ciudad de Tenochtitlán, corazón de la actual Ciudad de México, precisamente en el lugar donde, según cuenta la leyenda, sobre un nopal, encontraron un águila con una serpiente en las garras, imagen que actualmente recrea la bandera de México. Con una mentalidad mucho más guerrera, los aztecas se expandieron por buena parte de Mesoamérica, llegando hasta la actual Guatemala.
“Cuando llegan los españoles, la principal fuerza política de la zona eran los aztecas”, explica a Verne Bernat Hernández, historiador del Centro de Estudios de la América Colonial de la Universidad Autónoma de Barcelona. Los aztecas eran la sociedad más poderosa, pero no era la única.
El primer conflicto violento entre indígenas y españoles en Mesoamérica no involucró a los aztecas, sino a los mayas. Fue la batalla de Centla, a la que López Obrador hace referencia en su vídeo. Tuvo lugar en marzo de 1519, hace justo 500 años. “Muchos de estos pueblos estaban enfrentados entre sí, de lo que se aprovechó Hernán Cortés”, añade Hernández.
¿Cuál era la situación en lo que hoy conocemos como México?
La frontera que separa México de Guatemala y Belice no existía para los pueblos originarios. Se han encontrado yacimientos arqueológicos de la cultura maya tanto en esos tres países como en El Salvador o en Honduras. Eso en lo que se refiere a Mesoamérica, donde se concentraban las sociedades a las que se enfrentó España a principios del siglo XVI. Y, como mencionábamos antes, la potencia de la zona eran los aztecas.
“De 1492 a 1519 se desarrolla la conquista de las Antillas, es decir, las islas del Caribe”, explica Hernández. A principios de 1519 empieza la conquista de México, concretamente en la isla de Cozumel. Los españoles llegan a la gran Tenochtitlán, capital del imperio azteca, el 8 de noviembre de 1519. El 13 de agosto de 1521 (o el día Uno-Serpiente, segundo del mes Xócotl uetzi, en un año Tres-Casa, según los calendarios de México citados en Relatos aztecas de la conquista), Cuauhtémoc fue capturado, lo que significó la definitiva caída de Tenochtitlán a manos de los españoles. A partir de esta fecha empieza el periodo colonial que dura hasta que se completó el proceso independentista en 1821.
¿Es cierto que los pueblos originarios eran salvajes?
Muy a menudo se transmite la idea de que los pueblos precolombinos no estaban civilizados, como ha indicado el exportavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, en Twitter. Es cierto que, tanto los aztecas como los mayas, practicaban sacrificios humanos, pero su cultura iba mucho más allá.
Habrá q recordarle a este Sr. q los españoles fuimos allí y acabamos con el poder de tribus q asesinaban con crueldad y saña a sus vecinos, y q por eso unos pocos ayudados por los q eran perseguidos y esclavizados, se conquistó y civilizó esa tierra. Q estudie un poco. ¡Anda ya! pic.twitter.com/GkyOytsrPi
— Rafael Hernando (@Rafa_Hernando) 25 de marzo de 2019
Desde la época olmeca, como ya hemos mencionado, empiezan a surgir los primeros núcleos importantes de población. Historia mínima de México habla de "una planificación intencional" en esos asentamientos, además de la existencia de edificios para usos ceremoniales. También sitúa a comienzos de la época olmeca, hacia el año 1200 antes de Cristo, la existencia de diversas obras hidráulicas, canales y terrazas. A los olmecas también se les atribuyen algunos avances matemáticos y en el cómputo del tiempo, además de un arte propio que aún se sigue estudiando con fascinación.
Los mayas y los teotihuacanos que, como hemos visto, fueron los grupos dominantes que tomaron el relevo de los olmecas, fueron sumando avances. Los mayas, por ejemplo, calcularon la duración del año solar con una precisión asombrosa, prácticamente calcada a la que se emplea en la actualidad. “Ningún otro pueblo en la historia ha tenido un interés tan absorbente por el tiempo como los mayas y ninguna otra cultura ha desarrollado jamás en forma semejante una filosofía para abarcar un tema tan desusado”, escribió el historiador mexicano Miguel León-Portilla en Tiempo y realidad en el pensamiento maya.
Adrián Chavero, en el artículo La ciencia en México antes de la conquista española de Revista mexicana de sociología, cuenta que hay constancia incluso de que los mayas se reunían para debatir cuestiones vinculadas con la ciencia, en un antecedente de los “congresos científicos” actuales. En estos congresos, a veces, incluso participaban representantes de diversos grupos originarios, según algunas huellas, lo que recuerda que hubo un intercambio constante, tanto cultural como comercial, entre los distintos grupos mesoamericanos.
Por su parte, la sociedad teotihuacana muestra una organización bastante compleja, tanto en clases sociales como en grupos profesionales. Y se calcula que su capital, Teotihuacán, en sus años de apogeo, entre los años 350 y 650, llegó a tener 200.000 habitantes, algunos de los cuales vivían en casas con muros de piedra y techos de vigas de madera, bastante alejadas de cualquier imagen de salvajismo. Por no hablar de las espectaculares construcciones que aún se mantienen en pie y que son visitadas cada año por miles de turistas, como la Pirámide de la Luna.
En la época de dominio azteca, cuando los españoles llegaron a México, la aristocracia militar tomó el relevo de la casta sacerdotal, que había gobernado las sociedades teocráticas anteriores. Su afán expansionista ha llevado a compararlos con los nazis, como hizo en abril de 2017 el expresidente de RTVE, José Antonio Sánchez. Sin embargo, el historiador William H. Prescott los compara con una época histórica con mejor prensa: “La historia de los aztecas ofrece algunos puntos muy notables de semejanza con la de los antiguos romanos, no solo por el triunfo de sus armas, sino también por la política que se les procuró”.
La complicación de la estructura social previa a la llegada de los españoles también impulsó otras ramas de saber, según Chavero, como la ciencia aplicada. Hay constancia de avances en el terreno de la ingeniería, la botánica, la historia y la medicina. En este último campo, existía un gran conocimiento, por ejemplo, de la terapéutica herbolaria.
¿Cuántas personas murieron durante la conquista?
Las cifras no están claras. “Hay una guerra de números. La información que tenemos de las crónicas de la época es muy imprecisa”, indica Hernández. Según algunos estudios, en torno al 80% de los indígenas murieron durante la conquista. "El problema de la demografía histórica latinoamericana es la falta de fuentes. Todo son estimaciones", añade Hernández.
Tampoco hay consenso en torno a los motivos de la mortandad de los indígenas, o al menos en la importancia de cada una de las causas. Además de la esclavitud, las guerras o el colapso al que se condujo a esas sociedades, todos los expertos señalan a las enfermedades que los europeos trajeron consigo y para las que los indígenas no estaban preparados, como la viruela o el sarampión. Hernández considera que las epidemias “fueron la principal razón por la que murieron tantos indígenas”, pero destaca que los conflictos bélicos también fueron muy importantes.
¿Qué llevaron los europeos a México?
El plátano, la vid, el trigo, el arroz, el olivo, el almendro… Todos estos cultivos llegaron a América con los españoles. Tampoco había caballos ni vacas. Además, en los barcos españoles viajaba el castellano, la lengua que se habla en casi todos los países de Latinoamérica. Con los españoles también llegaron avances médicos, sin olvidar las enfermedades a las que hacíamos referencia anteriormente. También llegaron medios tecnológicos desconocidos para los indígenas, como la rueda o las armas de fuego. “Evidentemente, llevamos todos esos productos como una imposición, sean cuales sean las aplicaciones prácticas que tuvieran para los indígenas. Los productos americanos tardaron mucho más en arraigar en Europa”, añade Hernández. Entre ellos destacan alimentos como la patata, el tomate o el cacao.
Con los europeos también llegó la religión cristiana. “Un sector de los frailes dominicos planteó la prioridad de la evangelización del indígena frente a su sometimiento. La Corona pronto consideró a los indígenas como súbditos que debían cristianizarse, de acuerdo con la legitimidad de ocupación y monopolio del Nuevo Mundo según las bulas papales”, comenta Hernández. Asegura que, ante la expansión de la reforma protestante en el siglo XVI, la Iglesia consideró “prioritaria” la evangelización de los indígenas.
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