La temporada de bodas está en su pleno apogeo. No hay paga doble que arregle el desperfecto que van a causar en tus ahorros los regalos de estos eventos, pero hay que verlo por el lado bueno: al menos, vas a comer bien. Aunque no vayas a recuperar el dinero del regalo aunque te comas todas las gambas del lugar, puedes intentar amortizarlo lo máximo posible optimizando el catering. ¿Cómo? Hemos preguntado a diferentes empresas de catering y a camareros que han trabajado en estos servicios cómo hacen para que todas las personas reciban la misma cantidad de comida en el cocktail y evitar a los gorrones... para actuar en consecuencia.
1. ¿Te sabes el truco de esperar frente a la cocina? Evítalo
Entre los más hambrientos de todos los caterings suele haber una leyenda urbana: que hay colocarse justo donde salen los camareros, para pillarlos a todos con las bandejas al completo. Mala idea: "Lo de ponerse en la salida de los camareros es un mito", explica a Verne María Stesnsna, del departamento de comunicación del grupo de catering Mónico. "Los camareros tienen rangos de actuación definidos y solo porque alguien se ponga por delante no deberían ofrecerle comida". Mejor, espera en tu zona.
2. Si no hay camareros a la vista, recurre a las mesas
Las bandejas que portan los camareros no suelen ser el único picoteo disponible en un catering. "Tiene que haber mesas de apoyo distribuidas por la sala para dejar bandejas de comida antes de que empiece el evento", cuenta a Verne Juan Gómez, director de Goblin Catering. Estas mesas se utilizan para que "los invitados siempre tengan algo que comer mientras los camareros van saliendo a pasear los platos calientes". Ya sabes a dónde tienes que dirigir tus pasos si no hay ningún camarero a la vista.
3. Arrímate a los que pagan
¿Tienen preferencia en los caterings algunas mesas sobre otras? La respuesta es sí. "Hay que intentar que todo el mundo tenga una experiencia genial, pero en el caso de los novios tiene que ser inolvidable", cuenta a Verne Sandra García, responsable de operaciones del catering Mesa de Temporada. "Siempre hay cierta preferencia por la mesa de los familiares más cercanos y de los novios, aunque estos, precisamente, suelen ser de los que menos comen". Ya sabes a quién te tienes que acercar.
4. No hagas "el suricato"
Débora Fernández, que ha trabajado como camarera en diferentes empresas de catering de la región de Murcia, cuenta a Verne que los camareros suelen evitar "a los ansiosos que te están siguiendo con la mirada y que te abordan en cada viaje". Fernández los llama cariñosamente "suricatos" por su parecido con este animal: erguidos, vigilantes y con el cuello estirado. Si no quieres que los camareros te eviten, no hagas el suricato.
5. Quédate con las caras de los camareros
Si el mismo camarero te ha dado aperitivos en tres viajes seguidos no es porque seas su favorito, es porque estás en su zona. "Cada camarero tiene que tener previamente un rango de personas asignado en una zona determinada de la sala y nunca debe pararse a ofrecer en otra zona que no sea la suya", cuenta el director de Goblin Catering. Puedes aprovecharlo a tu favor: por un lado, quédate con el camarero de tu zona, que será el que te dispense alimentos. Por otro, quédate con el camarero de las zonas en las que menos se come. Lo entenderás mejor cuando llegues al punto 7.
6. Crea fama y échate a beber
Si estás siguiendo estos puntos con atención, es posible que acabes comiendo bastante, así que algo tendrás que beber para bajarlo. Y, para eso, también hay trucos. Berto Fernández, camarero que ha trabajado más de dos años en servicios de catering de Madrid, cuenta a Verne que puede ayudar bastante que el camarero de tu zona "vea que siempre le vas a coger una cerveza o vino, pase lo que pase". Así, según Fernández, ya sabrá a quién recurrir cuando se le quede una bebida huérfana.
7. Busca a los camareros que regresan a la cocina
Con los camareros que vuelven a la cocina ocurre lo contrario que con los que salen de ella: "En la vuelta sí podemos ir ofreciendo canapés a todo el mundo, así vuelve menos comida a cocinas", cuenta Débora Fernández. Es el mejor momento para hacerte con provisiones y para retomar el consejo del punto 5: los camareros de las mesas que menos comen regresarán a cocina con más comida. Hasta que se encuentren contigo.
8. Atento a la posición de las bandejas
Como ya hemos explicado, los camareros suelen tener zonas asignadas en las que servir los aperitivos y, para evitar a gente como tú por el camino, levantan las bandejas. "Es una manera de evitar golpear a los invitados con la bandeja y de moverse más rápido", cuentan desde Mesa de Temporada. Si la comida se cae al suelo perdemos todos, así que, por el bien de todos, no atosigues a los trabajadores que van con la bandeja en alto.
9. Sobre todo, sé amable
Berto Fernández explica a Verne que "hay una máxima que poca gente conoce, y es que un camarero no puede decir que no". Javier Calvo, del catering El Puchero de Plata, lo cuenta con otras palabras: "Si alguien coge tres croquetas en vez de una, ¿qué vas a hacer? Pues nada". Esto significa que puedes permitirte el capricho de coger dos unidades de tu entrante favorito, pero teniendo en cuenta una cosa: tienes que ser amable. Luego, que no te extrañe si los camareros acaban contando todo lo que odian de ti.
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