Alba Martín, de 37 años, lleva más de 15 trabajando como profesora en institutos públicos de Andalucía. Ante el debate político en torno al veto parental, la propuesta de Vox para que los padres puedan negarse a que sus hijos acudan a actividades complementarias impartidas en horario escolar, decidió crear un hilo en Twitter para contar su experiencia como docente. Su testimonio, compartido el sábado 18 de enero, se ha replicado miles de veces en apenas tres días.
Soy profe en la pública desde hace casi 16 años. En ese tiempo he podido comprobar la utilidad y necesidad de las charlas y actividades que estaban fuera del currículo. Aquí algunos ejemplos #NoAlPinParental 👇🏼
— Alba (@albamarsan82) January 18, 2020
María, después de una charla sobre VG, se derrumbó y denunció a la guardia civil que la impartía que su padre llevaba años maltratando física y psicológicamente a su madre. Escuchar a esa alumna contando la situación fue aterrador, pero sirvió para poner en marcha el protocolo.
— Alba (@albamarsan82) January 18, 2020
Ana, alumna de 3º, tras tratar en clase algo sobre educación sexual, me contó cómo su novio la presionaba para mantener relaciones sexuales (amenazándola si no con dejarla) y sin preservativo. Ese día aprendió lo que era la pastilla del día después y habló con su madre.
— Alba (@albamarsan82) January 18, 2020
Omar, tras hablar de los derechos del niño y de la infancia, llegó a contarnos cómo su padre le pegaba, le prohibía ir a la biblioteca, salir de casa y estudiar. Tenía el cuerpo lleno de moratones. Solo quería que trabajara. Lo amenazaba con volver a irse a Senegal.
— Alba (@albamarsan82) January 18, 2020
Ese mismo día Omar se fue a un centro de acogida donde lo cuidaron mucho mejor. Igual que Miriam, alumna de 12 años cuyo padre le pegaba cada vez que se enfrentaba a él por no querer cocinar, limpiar, trabajar en la casa sola para él y para todos sus hermanos por ser una chica.
— Alba (@albamarsan82) January 18, 2020
Tamara, de 3º Eso, contó tras una charla de VG que su novio, también alumno del centro, la estaba maltratando, acosando y coaccionando. Su familia lo sabía, pero no sabían ni siquiera lo que tenían que hacer. Ese día se activó el protocolo.
— Alba (@albamarsan82) January 18, 2020
En sus mensajes, Martín recuerda algunos casos en los que las charlas formativas sobre asuntos como violencia de género, acoso escolar o educación sexual, permitieron a algunos de los alumnos pedir ayuda a profesores y Guardia Civil ante situaciones de abuso que estaban sufriendo. "A menudo, estas charlas sirven para proteger a los menores de entornos familiares y sociales inadecuados y son una catarsis para ellos. Hay muchos más momentos así, porque 15 años dan para mucho", comenta la docente a Verne por teléfono.
Cambiando los nombres de sus exalumnos para proteger su privacidad, Martín recuerda casos concretos que ha presenciado. "María denunció a la Guardia Civil que su padre llevaba años maltratando física y psicológicamente a su madre. Ana me contó cómo su novio la presionaba para mantener relaciones sexuales (amenazándola si no con dejarla) y sin preservativo", apunta en sus mensajes.
Martín dio clase en el Instituto La Mojonera de Almería durante nueve años, antes de mudarse a Granada, donde ejerce como docente en la actualidad. "[La Mojonera] se encuentra en la zona llamada el Mar de Plástico [por los muchos invernaderos que la cubren], el alumnado es muy diverso en cuanto a razas y religiones y muchos de los chicos viven en entornos familiares complicados", cuenta
María del Mar Arenas, actual directora del centro, confirma a Verne haber presenciado todos esos casos que la docente menciona en su hilo de Twitter y explica que son habituales en el centro y siguen ocurriendo. "Ha habido otras situaciones recientes, posteriores a los que aparecen en el hilo, en los que se han abierto protocolos similares".
Arenas comparte la preocupación de la profesora ante la posibilidad de que ese veto parental, que ya ha aplicado el Gobierno de Murcia, llegue a Andalucía, donde gobierna el PP con apoyo de Vox y Ciudadanos. "Llevamos muchos años ofreciendo estas charlas y talleres y no hemos tenido hasta ahora peticiones de padres que desearan controlar la asistencia de sus hijos. En el centro nos preguntamos por qué ahora sí es un tema de conversación, si no ha existido conflicto previo", dice por teléfono.
Alba Martín, que ahora trabaja en un instituto de un barrio de clase media de Granada, solo recuerda "casos aislados en los que alguna alumna o padre musulmanes que pedían de forma muy puntual e informal no acudir a una charla de educación sexual por sentirse incómodos". Según su experiencia, son las actividades "relacionadas con la salud y la educación sexual impartidas por profesionales sanitarios" las que "curiosamente han despertado algo más de incomodidad" en los distintos centros de estudios donde ha trabajado. Estas charlas, además de violencia de género, acoso escolar y educación sexual, abordan asuntos como el respeto a la comunidad LGTBI+, el consumo de drogas o el uso adecuado de las redes sociales.
De la coordinación de todos y todas para hacerles la vida mejor a nuestros niños. Por desgracia, a veces también tenemos que protegerlos de sus familias y proporcionarles un entorno seguro.
— Alba (@albamarsan82) January 18, 2020
Hay muchas más historias, algunas mucho más tristes. El acoso en redes, el bullying, la homofobia en casa... Todas estas historias son reales, pero los nombres, cambiados.
— Alba (@albamarsan82) January 18, 2020
Muchos de los casos mencionados en los mensajes de Martín forman parte del Plan Director, disponible en toda España. Con él se ofrecen conferencias y actividades en miles de centros educativos, impartidos a menudo por miembros de la Policía local o la Guardia Civil. Su objetivo es lograr la "convivencia y la mejora de la seguridad escolar en los centros y sus entornos". Consultada por Verne, Guardia Civil de Almería rechaza hacer declaraciones sobre esta iniciativa gubernamental de la que habla el hilo.
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