El 8 de marzo de 2018 supuso un antes y un después para el feminismo en España. Las multitudinarias manifestaciones en ciudades de todo el país pedían igualdad real y efectiva para las mujeres. Aún hoy es fácil recordar dónde estabas ese día y si participaste de algún modo en las movilizaciones. O si desde aquella eclosión de feminismo ha cambiado algo en ti o en tu vida. En Verne hemos preguntado eso a mujeres de contextos, edades y profesiones diferentes. Algunas son personas conocidas con las que ya hemos hablado antes en Verne, mientras que otro grupo es de mujeres anónimas que también han participado en nuestros reportajes. Otras atienden a nuestra llamada por primera vez. Y tú también puedes contarnos tu experiencia en los comentarios de esta noticia o por correo electrónico.
Marta Arboleda, 45 años. Limpiadora y vicepresidenta de Servicio Doméstico Activo (Sedoac).
Marta Arboleda se gana la vida limpiando casas y oficinas. También ha trabajado muchos años como interna en domicilios, experiencia que contó en primera persona en Verne en 2016. “El 8M de 2018 cambió algo. En mi sector hemos tenido mucho miedo a hacer ruido, y lo seguimos teniendo, pero desde aquel día nos atrevemos a quejarnos más”, dice Arboleda, vicepresidenta de Servicio Doméstico Activo, colectivo que apoya estas trabajadoras. “Da una seguridad enorme saber que hay tantas mujeres que te apoyan, que están a tu lado”, dice esta colombiana, residente en Madrid.
Rocío Romero, 31 años. Youtuber.
Para Rocío Romero, Roenlared en YouTube, el 8M de 2018 “fue un despertar” para toda la sociedad. Desde entonces, familiares y amigas de la youtuber que no defendían el feminismo empezaron a hacerlo. “Noto que se ha convertido en un día a celebrar, o a luchar sobre todo, en el que todas tenemos que estar ahí”, añade. Esa jornada reivindicativa ayudó a Romero a sentirse “más cercana y unida” a otras mujeres, y a acabar con la idea de “luchar unas contra otras”.
Sara González, 30 años. Profesora de instituto.
Esta canaria no tuvo ningún contacto previo con el feminismo hasta el 8 de marzo de 2018. Después de la gran manifestación se hizo una pregunta: “¿Cómo no voy a salir a la calle por esas niñas que nunca van a tener las mismas oportunidades que yo?”. Cuenta que por su relación con el mundo de la educación lo que más le interesa del movimiento feminista es que sea internacional y que defienda los derechos de las niñas de India o Afganistán, entre otros países.
EsCarolota, 31 años. Ilustradora.
Para esta ilustradora es fundamental llamar a las cosas por su nombre, por eso hace en 2018 en Verne nos hicimos eco de su abecedario feminista, una serie de viñetas que explicaban conceptos clave. “Lo que no se nombra, no tiene visibilidad y, por fin, estamos empezando a visibilizar de manera colectiva muchas problemáticas. He notado que empieza a haber mayor calado de los conceptos usados en el feminismo, antes era necesario explicarlos y, poco a poco, van abandonando la academia y se va generalizando su uso”, cuenta. EsCarolota, que prefiere mantenerse en el anonimato, pide que las reivindicaciones que se concentran en torno a fechas como el 8M o el 25N, el día contra la violencia de género, no se queden solo ahí y se vean reflejadas en el día a día: “Apenas hemos comenzado a caminar”.
Karima Ouchen, 25 años. Artista.
“Creo que los hombres empatizan mucho más con nuestros problemas ahora. Hace poco lo hablé con varias amigas y están de acuerdo. Antes el feminismo generaba más rechazo en los hombres, no querían hablar del tema. Ahora muchos te preguntan”, dice Karima Ouchen, malagueña recién licenciada en Bellas Artes. Asegura que también nota cambios en el lenguaje: “Va despacio, pero el lenguaje inclusivo se va abriendo paso”. Asegura que este 8M no acudirá a ninguna manifestación, ya que el año pasado no se sintió representada: “Recibí muchas críticas de otras participantes en la manifestación por llevar la cabeza cubierta. Creo que el feminismo debe ser más interseccional. El modelo de mujer blanca feminista no es el único que existe, tiene que haber más atención a un feminismo racializado”. Hablamos con ella en este artículo, en el que, como joven musulmana, comentaba cómo se veía representada en el personaje de Nadia de la serie Élite.
Alba Malagón, 25 años. Estudiante de un máster de profesorado
A Alba Malagón le da miedo que el 8M se quede solo en un día, cree que es importante que durante todo el año se hagan actividades para concienciar sobre la pervivencia del machismo. Para ella fue muy importante cuando hace cinco años descubrió el blog Weloversize, que visibiliza a mujeres con tallas superiores a la 38 o a la 40. “Empecé a ser consciente de la presión con la que vivimos las mujeres por el físico. Y ahora, a partir del 8M de hace un par de años, veo que las cosas están cambiando, que ya no consideramos normal que los hombres nos digan cosas por la calle”, dice.
Alejandra Martínez, 25 años. Actriz y poeta.
“No sé qué ha cambiado en mí, pero sé que existe”, dice Alejandra Martínez sobre el 8M de 2018, un día en el que se le pusieron “los pelos de punta”: “Cuando me acosté aún sentía la energía. Sentir a tantas mujeres juntas es algo muy poderoso que estoy deseando volver a vivir este 8M y que ojalá se mantenga a lo largo del año”. Hablamos con esta poeta dos meses antes del 8M de 2018, después de que se difundiera en redes sociales uno de sus poemas, una composición feminista elaborada con versos de canciones machistas.
Elsa Ruíz, 33 años. Cómica y presentadora de televisión.
“Ojalá las primeras mujeres que lucharon por el feminismo hubieran podido ver esto”, dice Elsa Ruiz sobre el 8M de 2018. Esta cómica, que explicó la transexualidad como si fuera una pizza de piña en un vídeo de Verne y actualmente participa en Todo es mentira (Cuatro), se sintió “llena de esperanza” al ver tal afluencia de personas en manifestaciones de toda España. Ruiz cree que ese momento supuso “una ruptura”, y que desde entonces “las reivindicaciones feministas cada vez llegan a más sectores de la sociedad”.
Alejandra Rubio, 32 años. Profesora de instituto.
Para esta profesora de Geografía e Historia el impulso del 8M ya ha impregnado el mundo educativo. “En los temarios ya se incluyen referentes femeninos en las distintas artes, ciencias y se pone en valor la importancia de la mujer en la historia”, dice. Además, cree que a los alumnos cada vez les llama más la atención cuando se encuentran comentarios “sexistas” en los libros.
Miriam Suárez, 47 años. Camarera de piso.
Jornadas larguísimas, sueldos precarios, falta de reconocimiento, problemas físicos derivados del esfuerzo físico… La ecuatoriana Miriam Suárez menciona los muchos problemas que afligen a su profesión, como camarera de piso en hoteles de Barcelona. Cree que esas complicaciones siguen ahí después del 8M de 2018, pero ahora son más denunciadas y más públicas. “El trabajo femenino está mucho más visibilizado. Se atiende más a nuestros problemas, aunque no mejoren. La conciencia feminista ha ayudado a que haya más focos sobre nosotras”, dice Suárez. El colectivo del que forma parte es conocido como el de las kellys, con las que hablamos en este artículo.
Virginia Hernández, 31 años. Alcaldesa de San Pelayo (Valladolid, 51 habitantes).
Antes del 8M de 2018, Virginia Hernández era “una de esas pesadas del feminismo”. “Antes, si hablabas de estos temas eras la rara con la cantinela de siempre. A partir de aquel 8M hay personas que te podían llamar pesada hace tiempo que ahora también son feministas”, dice Hernández, alcaldesa de un pequeño pueblo de Valladolid, San Pelayo, cargo al que se presentó bajo la formación Toma la palabra (coalición de Izquierda Unida y Equo). Es una de las regidoras con la que hablamos en este reportaje sobre alcaldes jóvenes. Cree que se ha producido otro cambio sustancial desde el 8M de 2018: “Hemos perdido el miedo a denunciar la violencia sexual y a señalar agresiones sexuales que, por desgracia, hemos sufrido la mayoría. Cosas que estaban normalizadas ahora las reconocemos como conductas denunciables”.
Sara Lauper, 29 años. Cómica.
La cómica gaditana Sara Lauper siempre ha intentado transmitir un discurso feminista pero, como ella misma cuenta, “antes tenía menos información”. El 8 de marzo de 2018 le sirvió para “estudiar mucho más, y tomar conciencia de cosas que son nuevas y con las que no estaba familiarizada”. Lauper, a la que dedicamos un artículo en Verne por un vídeo en el que desmontaba la supuesta existencia del "hembrismo", sostiene que aquel 8M mostró “a la gente más poderosa” que la sociedad quería unos cambios que “sí o sí” se iban a producir.
Con información de Emilio Sánchez Hidalgo