La fotogalería en el celular de Sandra Castro está llena de imágenes de hongos. Esta bióloga micóloga es profesora de la facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y desde hace un año es quien está detrás de la cuenta @Fungi_Cosas en Twitter, un espacio para la divulgación científica del mundo de los hongos, seguido por más de 28.000 personas.
Cada día decenas de fotos de microhongos y macrohongos llegan al buzón de Fungi Cosas con el interés de saber qué son esos ejemplares raros que de repente aparecen en una maceta, el jardín o en la comida echada a perder del refrigerador. “A la gente les fascina saber de qué género son los hongos que le salen en los tuppers y en su comida”, explica Castro, de 39 años.
Pertenecientes a su propio reino y lejos del mundo de las plantas, los hongos son fundamentales para la supervivencia de los ecosistemas. “Están más relacionados con los animales que con las plantas”, asegura. “Son los reyes de la degradación del material orgánico que está en descomposición. Incorporan de nuevo los nutrientes de los alimentos a la tierra. Sin ellos el 90% de las plantas no podría sobrevivir”, apunta.
🍍¡Todo un mundo cabe en una piña! 🍍
— Fungi_Cosas (@Fungi_Cosas) July 28, 2020
Jajajaja está genial 😃 por lo menos 5 especies hay allí, entre #mitospóricos y #mucoráceos, como #Penicillium #Mortierella.
Para la pequeña admiradora 🥰 un rico helado de chocolate y fresa con chispas de vainilla y una galleta de coco🍨🍧 https://t.co/qKfLKXf5bf
A veces llegan especies extrañas que obligan a la micóloga a investigar más detenidamente de que especie se trata y a sintetizar la información de manera interesante. “El otro día me contactaron porque una persona consumió hongos y fue a dar al hospital. Por suerte salió ilesa, solo se llevó el susto y la diarrea pero es importante que no se fíen de los mitos para distinguir si un hongo es o no es comestible”, señala.
Castro dice que ha escuchado todo tipo de leyendas. Que si los colores son muy brillantes la seta será venenosa o que si cambia de color no hay que comerla. Asegura categóricamente que esas creencias tan extendidas son “falsas” e invita a confiar en los especialistas de gran experiencia en el consumo y manejo de hongos para saber cuáles son comestibles.
¡Hola @PabloEmiioLujan ! Gracias por compartir 😃
— Fungi_Cosas (@Fungi_Cosas) July 31, 2020
Muy bien representado el género #Amanita. A la izquierda uno comestible 😋 y a la derecha uno tóxico ⚠️ https://t.co/wsNWFLwOPT
En México hay alrededor de 200.000 especies de macrohongos y microhongos. Fungi Cosas señala que sólo conocemos el 8% de ellos. Los macrohongos entre los que se encuentran el género amanita, boletus o el huitlacoche que crece en el maíz, existen unas 300 especies conocidas solo en México. “El hongo más mortífero que hay en México se le conoce como ‘ángel de la muerte’ son la amanita verna, amanita virosa y la amanita bisporígera. Las tres son blancas, muy delgadas. Unos hongos bellísimos pero mortales. Un trocito podría traer consecuencias gravísimas, desde necesitar un trasplante de un órgano a la muerte”, señala la micóloga.
¡Hola @awitade_limon ! Gracias por compartir 😃
— Fungi_Cosas (@Fungi_Cosas) July 28, 2020
Estos hongos me gustan mucho, siempre he pensado que parecen copos de nieve 🤭❄️
Es probable que se traten del género #Parasola. https://t.co/Q4BrBNd5Ge
Una consulta repetida tiene que ver con hongos alucinógenos, muy abundantes en México. “Es un tema delicado porque está prohibido hacer cualquier uso de hongos alucinógenos, pero muchos pueblos originarios los siguen utilizando como parte de su tradición”. También conocidos como hongos neurotrópicos u hongos psicoactivos su principal compuesto es la psilocibina. “Esta sustancia actúa de manera muy similar a la serotonina en nuestro cuerpo que es la encargada de darnos sensaciones de alegría, felicidad, gozo pero también ira. Este tipo de hongos magnifican nuestras sensaciones”, explica.
¡Hola @pepe_black ! Gracias por compartir 😃
— Fungi_Cosas (@Fungi_Cosas) August 1, 2020
Se ven cercanos al género #Panaeolus y efectivamente, se llegan a confundir con el género #Psilocybe, por ejemplo 😁 https://t.co/kjGPSYSAxb
Desde que empezó a hacer divulgación desde @Fungi_Cosas, Sandra Castro se ha dado cuenta de que ha cambiado la idea y el conocimiento que los usuarios tenían de los hongos “al principio decían qué asco, me dio náuseas, ahora el lenguaje es diferente. La gente me dice, estoy esperando a que algo le salga hongos a mi refri para escribirte”.
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