Hace poco más de dos años, la vida de Fabiola May Chulim cambió por completo. Un promotor de la salud llegó a su pueblo de origen, Hondzonot, una comunidad maya en el municipio de Tulum (Quintana Roo). “Él nos enseñó a jugar sóftbol con pelotas de tenis, y fue la primera vez que agarré un bate”, cuenta a Verne la también bordadora de 29 años.
Este equipo de sóftbol llama la atención por muchas razones. Sus integrantes son mujeres de los 16 a los 38 años, la mayoría se dedican al cuidado de su hogar o son bordadoras de los tradicionales huipiles con los que juegan en los grandes campos del sureste...
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