¿Por qué está internet obsesionado con la luchadora Ronda Rousey?

La campeona de artes marciales mixtas se ha convertido en un fenómeno de masas gracias a su actitud agresiva dentro y fuera del ring

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Internet lleva unos cuantos meses que rendida a los pies de la luchadora profesional Ronda Rousey. La comunidad digital le escribe cartas de amor en forma de memes, la zona más indomesticable de Internet -como algunos foros de Reddit- está a sus pies y cada nuevo combate que celebra es festejado como una bombástica demostración del girl power más brutal y agresivo posible. 

Ronda Rousey, estadounidense, de 28 años ha alcanzado fama y prestigio por ser la campeona femenina actual en su categoría (peso gallo) de la Ultimate Fighting Championship. La UFC organiza ligas de combates de artes marciales mixtas, el brutal sistema de combate que mezcla boxeo, lucha libre y artes marciales tradicionales, y que ha evolucionado desde los durísimos primeros tiempos a un deporte de contacto mainstream y de gran aceptación. Rousey ha ganado once de sus doce combates en el primer round, y nueve de ellos con llaves inmovilizadoras.

Esta abrumadora efectividad ha hecho que los medios norteamericanos, tan afilados cuando se trata de poner nombres a categorías superlativas, la adoren. Sports Illustrated la puso en el número 1 de la lista de sus cincuenta Most Dominant Athletes Alive, los atletas que más ventaja sacan a sus contrincantes. Son míticas sus peleas, que liquida en 34 o en 14 segundos, y que permiten a los informativos, como bromeaba Jimmy Kimmel en una entrevista, poner las peleas enteras en vez de resúmenes.

Mens sana in corpore sano

Pero lo que la ha convertido en un ídolo en internet no ha sido solo el deporte. Rousey tiene una concepción propia del activismo femenino. Su último reto, del que ha salido vencedora como de costumbre, ha sido poner a la venta una línea de camisetas donde se puede leer uno de sus eslóganes más extendidos: 'Don't be a D.N.B.', iniciales de 'Don't be a Do Nothing Bitch' (No seas una perra que no hace nada), y que empuja a las mujeres a no permanecer en una posición pasiva y dejar que otros tomen las riendas de su vida. A no convertirse, según palabras de Ronda, “en ese tipo de chica que solo se preocupa por estar mona y que alguien cuide de ella”. La propia Rousey anunció en su Instagram que parte de los beneficios irían a parar a la asociación Didi Hirsch, que ayuda a mujeres con problemas de salud física, mental y de aceptación de imagen. Gracias a su tirón en redes (5,3 millones de seguidores en Instagram, 1,78 millones en Twitter y 8,4 millones en Facebook) logró vender cerca de 60.000 unidades.

En el videoblog que la liga Ultimate Fighting Championship hace con algunas de sus estrellas y en el que bautizó a las mujeres D.N.B., declaró que “solo porque mi cuerpo fuera desarrollado con un propósito ajeno a follarse millonarios no quiere decir que sea masculino.” Declaraciones como esta le han buscado más de una enemistad entre críticos que creen que, aunque use el término “bitch” con objetivos de empoderamiento, los matices son negativos y hacen un flaco favor a las mujeres. A pesar de estas críticas, Ronda Rousey ha encontrado una legión de fans en el siempre contradictorio y agresivo universo de internet entre los que se encuentra, entre otros, Beyoncé, que en sus conciertos proyecta este discurso de Rousey antes de entonar su Diva.

Todo encaja dentro de una concepción muy particular del feminismo en el ring. Rousey no pierde ocasión de hacer declaraciones en las que reivindica el derecho de las mujeres a pelear en igualdad de condiciones y a recibir la misma atencion que los hombres -las variantes femeninas de combate se han considerado siempre más una curiosidad que otra cosa-: "El trabajo aún no está hecho del todo. Quiero que las mujeres sean cabeza de cartel en combates de forma regular, no cada tres o cuatro años", afirmó en una entrevista hace un par de años, antes de convertirse en la estrella mediática que es ahora. Poco después, la UFC incluía a treinta luchadores en su róster habitual, en vez de marginarlas como aperitivo antes de los combates 'reales'.

¿Y qué hace Internet, aparte de gifs donde caben peleas completas? Se rinde a sus pies por su sentido del espectáculo, donde gracias a su agresividad ha abrazado tendencias reservadas hasta ahora a los luchadores masculinos, como el trash talking: insultar al oponente para crear expectación antes de los combates. Como lleva haciéndose desde hace años en la lucha libre, el enfrentamiento previo al del ring más o menos teatrero es parte del show, y con Rousey esa tendencia ha entrado también en el sector femenino. Lo cierto es que Rousey no se calla una.

Hace no mucho también afirmaba sin ningún rubor estar obsesionada con Pokémon. Esta cuestión centró buena parte del reciente AMA ("Ask me anything" o "pregúntame lo que quieras", un encuentro con los fans) en Reddit. Explicó cómo solía moderar un foro de Pokémon, nombró a Mew como su favorito, mencionó a un personaje (Throh, de la quinta generación de Pokémon) que solo es conocido por los auténticos adictos a la franquicia, se declaró fan de World of Warcraft y metió en la misma frase Juego de Tronos, Pokémon y Bola de Dragón, sumiendo a Reddit en un frenesí.

Y todo redondeado por la indiscutible fotogenia de Rousey, que no solo le permite protagonizar portadas de revistas y webs (y ya no solo en las especializadas en deportes), sino iniciar una carrera como actriz. Ha aparecido en Fast & Furious 7 y, sobre todo, en Los Mercenarios 3, donde tenía fascinado al equipo: se empeñó en hacer ella misma todas sus secuencias de riesgo y el jefe de especialistas de la cinta declaró que haría una película de acción con ella de inmediato. “No le tiene miedo a nada”, dijo.

En ese sentido, Rousey no tiene problemas en declarar que “hay cosas que quiero hacer que nunca se han hecho antes. Quiero aprender a hacer persecuciones de coches, a caer desde grandes alturas, a hacer yo mis propias escenas de lucha, sin dobles. Y hay algunas pequeñas cosas, pequeñas piezas de la historia de Hollywood, que creo que podría hacer yo”.

A la izquierda, posando en biquini para la revista 'Maxim'. A la derecha, desnuda en la portada de ESPN.. Cordon Press

Posiblemente es esa demoledora confianza en sí misma y en lo que representa lo que la ha convertido en un icono. Un símbolo de un feminismo nuevo, con matices y que no tiene problemas con dejarte el brazo inútil durante varios días. Así están las cosas, y Rousey solo necesita 14 segundos para explicártelas.

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