Amanece el 8 de septiembre y #PuxaAsturies se convierte en trending topic. Se celebra el día de Asturias (¡y también el de Extremadura!) y, con esta etiqueta, los asturianos sacan a relucir lo mejor del Paraíso Natural, donde la forma de medir el tiempo y la vida siempre podría ser otra, como se refleja en las cuentas de humor de La Nueva Asturias o Al Platu Vendrás.
- Los cachopos como medida de todas las cosas. Si para ayudar a contextualizar grandes datos de superficie hay quien lo relativiza todo comparándolo con la medida de campos de fútbol, los asturianos bien podrían utilizar el cachopo como medida de todas las cosas. ¿Y qué tamaño tiene un cachopo? Si no se sale del plato, no es un cachopo. Un cachopín, quizás. Quien lo probó, lo sabe. Y, por cierto, un cachopo no es un cordon bleu ni un San Jacobo. Este es un debate que tiene en vilo a los asturianos y a la humanidad entera, pues a muchos nativos les ofende esta comparación.
Lo cierto es que el cachopo no es un plato tan arraigado en la gastronomía regional como podrían ser el pote o la fabada, sin embargo se ha convertido en el emblema de la comida asturiana del siglo XXI. Para unos placer culpable, para otros comida basura, para unos sagrada delicia gastronómica, para otros fast food de días de resaca, el hecho es que gracias a iniciativas como los campeonatos que los editores de La guía del cachopo celebran en Madrid o en el Levante español, este célebre plato va conquistando la península a la legendaria manera del rey Pelayo.
- Los tragos, por culines o por vasos, pero de sidra. Porque los vinos y los copazos también saben mejor en este tipo de vaso. Y se dice sidrina y no sidriña. Esta confusión con los diminutivos gallegos (que sí se hacen con la eñe) repatea especialmente al auténtico asturiano. No en vano, este etílico brebaje que nos regalan los manzanos es un emblema del Principado y está lleno de particularidades: es, tal vez, la única bebida del mundo que alguien te sirve en su justa medida (el culín) en el preciso momento en el que hay que beberla, y además escanciada con pericia desde cierta altura.
En los últimos tiempos la sidra natural con denominación de origen, existente desde hace un decenio, se está consolidando en el mercado. Cuidadín que entra muy bien pero se sube a la cabeza. En caso de intoxicación etílica irreversible se recomienda cantar el Asturias patria querida, himno regional a la par que melodía preferida por los beodos más tradicionales.
- Las distancias, en horas de Alsa. El Ejército de asturianos en otras zonas de España ha tenido tiempo de desarrollar su yo interior y meditar hasta alcanzar el Nirvana en la forma más popular e icónica de salir y entrar del Principado en transporte público. La localidad supuestamente zamorana de Villalpando podría considerarse una parte de Asturias. Aunque al ex presidente regional Vicente Álvarez Areces lo de la 'generación Alsa' le parecía una “leyenda urbana”, lo cierto es que, dada la perpetua crisis asturiana, existe una fuerte emigración, sobre todo juvenil, a otras partes de España y del mundo. Así que en Villalpando, donde para el autobús que une Asturias y Madrid, es sin duda uno de los sitios con más 'turismo' asturiano.
- El verano asturiano, en días. Se dice que en Asturias el verano es el día más bonito del año. La fama del cielo gris y lluvioso, en buena medida fundada, persigue a la imagen de la región. No es cierto que solo haya un día de verano en Asturias, pero con un poco de mala suerte puede uno encontrarse con largas temporadas en las que agosto parece Invernalia (algunos dicen encontrarse en Mordor tras pasar El Negrón, el largo túnel por el que el tráfico rodado accede a la región desde León). Hay que notar, además, que sin la lluvia no sería posible ese verde asturiano que se publicita como paraíso natural.
Juego de tronos, versión Astur. pic.twitter.com/RxMZnUPZX3
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A fin de cuentas, el Sol es ausencia de lluvia, mentalidad que compartimos con algunos de nuestros vecinos. Lo importante es saber que el tiempo cambia mucho: una mañana de sol playero puede convertirse en una plomiza tarde de orbayu. Lo dice el chiste: “¿Cómo se reconoce a un asturiano en el infierno? Porque lleva una chaquetina por si luego refresca”. Igual los días de cielo azul son pocos, pero esos días valen por todo un verano de sol abrasador.
YE LO QUE HAY. pic.twitter.com/XzzZD0GmjC
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ASTURIES. Y punto. pic.twitter.com/2t8N6XwBnC
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- La densidad de asturianos fuera de Asturias, según el Teorema de la Bandera Azul. Así podría denominarse un hecho empírico que se puede enunciar de esta manera: “Siempre que se juntan más de cien personas, sea por la razón que sea, surge espontáneamente una bandera asturiana”. Seguramente ustedes han visto ondear por doquier el trapo azul con la cruz amarilla (llamada de la Victoria) en todo tipo de aglomeraciones: manifestaciones, partidos de futbol, fiestas populares, carreras ciclistas, macroconciertos, etc. La ciencia todavía no ha conseguido descubrir cuál es el motivo, pero lo cierto es que siempre ocurre.
*Con colaboración de Sergio C. Fajul
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