Un año más, no te ha tocado la lotería. Tampoco te habías hecho ilusiones, claro, pero algo de esperanza sí que tenías depositada en esos tres décimos (uno de ellos a medias) y cuatro participaciones que llevabas en la chaqueta. Incluso has estado toda la mañana con el Twitter de El País abierto, por si veías asomar uno de tus números. La tarde se presenta algo mustia y mohína, pero no te preocupes: te ofrecemos ocho frases que te ayudarán a consolarte cada vez que recuerdes que sigues sin ser millonario.
1. La lotería es un impuesto que grava a los que no saben matemáticas. Es normal que sigas siendo pobre: sólo había un 5% de posibilidades de ganar algún premio y un 0,00001% de que te tocara el Gordo. Ya lo decía el escritor de ciencia ficción Robert Heinlein: “Pienso en la lotería como en un impuesto para los que tienen dificultades con las matemáticas”, frase que hoy se ha repetido hasta la saciedad. Este argumento tiene un punto débil: sólo sirve si no has jugado. Si has comprado varios décimos es aún peor porque encima te recuerda que has tirado el dinero por no pararte a pensar un poco.
"La lotería es para los que no saben matemáticas" es la frase que te delata como persona que no sabe psicología.
— Angel Jimenez (@angeljimenez) December 22, 2014
2. Lo importante es la salud. A lo mejor no puedes comprarte un coche nuevo, pero lo importante es que estás sano y puedes seguir madrugando para ahorrar. Si pasas otros ocho años saliendo de la cama a las seis -entre lágrimas, quejas y bostezos- reunirás lo suficiente para comprarte otro coche. De segunda mano. En caso de que tengas un empleo.
Si a esta hora piensas" No me ha tocado, pero tengo salud": ten en cuenta que nada impide que te toque la lotería y estar sano.
— JM Mulet (@jmmulet) December 22, 2014
- No os ha tocado la Lotería de Navidad pero al menos tenéis salud - pic.twitter.com/VxlMYzTUmt
— Cerberus Club (@CerberusClub) December 22, 2014
"Bueno, por lo menos tenemos salud y no le ha tocado a nadie conocido".
— Cary Gooper (@Carygooper) December 22, 2014
3. Si hubieras ganado, no dejarías el trabajo y tu salud emperoraría. Lo dice Materia en un artículo publicado esta mañana, que recoge los resultados de un estudio sueco: sólo el 12% de los ganadores de la lotería deja su empleo y muchos adoptan malos hábitos, como fumar y beber más a menudo. ¿Para qué quieres más dinero? ¿Para pagar las facturas del hospital?
4. Al menos no le ha tocado a mi cuñado. Este último tuit nos da otra clave: mejor no sentir el aguijón de la envidia. Como decía Gore Vidal, “cada vez que un amigo tiene éxito, muero un poco”. En el caso de la lotería, el dolor que produce la felicidad ajena es uno de los motores que impulsan las ventas. ¿Acaso no compraste el número del trabajo o el del bar (por ejemplo), sólo por si le tocaba a todo el mundo menos a ti? Exacto: no podías permitir que alguien fuera un poco más feliz que tú.
Rezando para que no le toque la lotería a ningún follower.
— netmork (@netmork) December 22, 2014
El mayor consuelo de que no te toque la lotería es que no le toque tampoco a ningún conocido.
— Miki Nadal (@NadalMiki) December 22, 2014
5. También es un consuelo que no haya tocado en el bar de abajo. Todos sabemos que la historia que narra el anuncio de la lotería de este año es ficción. Ese Antonio que nos ha guardado el décimo premiado NO EXISTE. Si ha tocado en el bar y bajamos a unirnos al jolgorio confiando en que nos den un sobre con el número premiado, nos arriesgamos a vivir la segunda decepción del día. No habrá sobre y si lo hay será una broma pesada: contendrá un papel arrugado, un número de otro sorteo, o un post-it en el que ponga “haber estudiao”.
Bueno, me voy a tomar cafés a bares a 21 euros, a ver si pica alguno.
— Blanco Humano (@blancohumano) December 22, 2014
Me voy al bar.. a ver si me dan un café de esos de 21 euros.. #LoteriaRTVE
— Alvaro Vidal (@AlvaroVidaal) December 22, 2014
Matad a cada camarero que hoy os haga la gracia de querer cobraros 21 euros por un café.
— Ángel L. (@zempt) December 22, 2014
6. El año que viene habrá otra oportunidad. Ante el hecho de que el sorteo de la lotería es anual, hay dos actitudes: los que mantienen la ilusión año tras año porque a alguien le tiene que tocar y porque todos los números están en el bombo, y los que asumen de una vez por todas que es casi imposible que toque y deciden no comprar ningún décimo el año que viene. Se trata del primer propósito de año nuevo que se hacen muchos. Y como todos estos propósitos, tampoco se cumple.
El "No voy a comprar Lotería el año que viene" de cada 22 de diciembre es el "No vuelvo a beber" de los domingos
— Alex López-Rey (@alexlrsanchez) December 22, 2014
7. Desgraciado en el juego, afortunado en amores. En realidad, el refrán es al revés, pero no es mala idea intentar darle la vuelta. Sobre todo teniendo en cuenta que el refrán original tampoco tiene ningún sentido: no hay ninguna conspiración cósmica que asegure que tu vida siempre estará en equilibrio y cuando una faceta te vaya bien, alguna otra fallará. En todo caso, si repites la frase el número suficiente de veces, te la acabarás creyendo.
¿Al menos serás afortunado en amores, no?
— La respuesta es NO (@DigoqueNO) December 22, 2014
8. A Carlos Fabra tampoco le ha tocado. Carlos Fabra, expresidente de la Diputación de Castellón, es probablemente el jugador de lotería más afortunado y más famoso de España. Lleva en la cárcel desde el 30 de noviembre y, que se sepa, este año no se ha llevado ningún premio. Excepto el de ver que su leyenda sigue viva en Twitter.
—Salgo un momento a cobrar este decimito. —No cuela, Sr. Fabra. —Tenía que intentarlo.
— Sasi Soto (@Sasisoto) December 22, 2014
Solo a Fabra y a Hacienda les toca la lotería todos los años.
— Dios (@diostuitero) December 22, 2014
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