Autónomos: expectativas vs realidad

Cuando llevas un año siendo autónomo comprendes que la realidad es que cualquier día puede ser lunes

  • Comentar
  • Imprimir

Qué duro es el freelancismo. Cuando, por obligación o por convicción, empiezas a considerar convertirte en autónomo, probablemente lo que te imaginas que te espera sea bastante distinto a la cruda realidad. Las funciones, las ventas, la jornada laboral, la burocracia a la que te enfrentarás, los extras, las necesidades, tu calendario… Todo cambia y probablemente no es como te esperas.

Aunque hay tantas variedades de autónomos como autónomos mismos, seleccionamos algunos de los puntos comunes más frecuentes entre los sufridos miembros de este colectivo:

Viñeta de Forges en El País del 3 de febrero de 2014.
Viñeta de Forges en El País, el 18 de octubre de 2013.
Viñeta de Forges en El País el 14 de enero de 2010.

Cuando piensas en ser autónomo:

Cuando ya eres autónomo:

1. Cuando valoras convertirte en autónomo piensas que lo mejor será poder ser tu propio jefe.

1. Cuando eres autónomo sabes que eres tu propio jefe, sí, pero también tu propio informático, administrativo, asesor financiero, jefe de recursos humanos y el departamento de marketing al completo.

2. Cuando te planteas convertirte en autónomo piensas que una de las ventajas es que cualquier día puede ser sábado.

2. Cuando llevas un año siendo autónomo comprendes que la realidad es que cualquier día puede ser lunes.

3. Cuando comienzas a trabajar como autónomo te prometes a ti mismo que respetarás la frontera entre vida laboral y ocio, y que por ejemplo, pobre iluso, no trabajarás los fines de semana.

3. Cuando llevas tiempo como autónomo comprendes que ya no hay barreras entre tu ocio y tu negocio y de pronto te encuentras trabajando una nochebuena a las dos de la madrugada mientras escuchas de fondo los villancicos y la zambomba de los vecinos.

4. Cuando tienes un trabajo “normal” tus obligaciones en cuanto a papeleo se limitan a no equivocarte cuando das el número de tu cuenta bancaria para que te domicilien la nómina.

4. Cuando eres autónomo necesitas adquirir conocimientos de contabilidad, derecho administrativo y empollarte entero el régimen especial de trabajadores de la seguridad social.

5. Cuando eres trabajador por cuenta ajena das por supuestas (o las dabas antes de que los derechos laborales empezasen a ser regularmente pisoteados) las pagas extras de navidad y verano, las vacaciones pagadas e incluso el lote navideño, siempre muy criticado pero bien recibido.

5. Cuando eres autónomo tener vacaciones implica darte de baja para al menos no tener ese gasto durante un mes, lo único parecido a una extra que recibes es la devolución de hacienda y en navidades te alegras infinito si alguno de tus contactos laborales te envía un mail con un “¡Felices fiestas!”.

6. Cuando en la infancia uno proyecta una imagen de sí mismo en el futuro desarrollando su trabajo lo hace imaginándose como una mezcla de Murphy Brown y Ally McBeal, o al menos ataviado con el desenfado estiloso de un Magnum P.I.

6. Cuando eres autónomo terminas asumiendo un look cuya verdadera inspiración es Homer Simpson.

7. Cuando estás en un pico de trabajo, fantaseas con todo lo que harás cuando tengas tiempo libre: ir a exposiciones, quedar con amigos para comer, pasear sin rumbo fijo durante horas o incluso hacer una escapada a algún destino apetecible.

7. Cuando llevas una semana sin trabajo comienzas a tener pesadillas en las que nunca más vuelven a contactar contigo, revisas tu mail obsesivamente para ver si te han escrito y languideces en el sofá sintiéndote tan angustiado que no puedes disfrutar de ninguna actividad posible.

8. Cuando eres trabajador por cuenta ajena en una oficina el mejor regalo posible es un juego de tuppers de buena calidad y su correspondiente bolsita para transportarlos.

8. Cuando eres autónomo el mejor regalo posible es una licencia de Office.

9. Cuando eres trabajador los días de fiesta son los festivos oficiales

9. Cuando eres autónomo el día de fiesta es cuando se anuncia que baja el IRPF.

10. Cuando comienzas a trabajar como autónomo piensas que sólo necesitas ser bueno en lo tuyo, y con eso basta.

10. Cuando llevas un tiempo siendo autónomo sabes que tienes que ser bueno en lo tuyo y además hacerlo más barato que el de al lado, y si es posible que el trabajo esté listo para… ayer.

11. Cuando eres trabajador por cuenta ajena el año se divide en bloques separados por las Navidades, la Semana Santa y las vacaciones de verano.

11. Cuando eres autónomo el año se divide en declaraciones trimestrales del IVA, que siempre te coinciden con momentos de mucho trabajo y estrés.

12. Cuando comienzas a trabajar como autónomo te prometes ser muy serio y responsable con este tema, no conformarte nunca con un ticket y exigir facturas de todo lo deducible posible.

12. Cuando llevas un tiempo como autónomo asumes que los taxistas, autónomos a su vez, no hacen factura jamás

13. Al empezar a ser autónomo crees que podrás trabajar largas horas sin ninguna interrupción de compañeros de trabajo, jefes o llamadas telefónicas inoportunas.

13. Al llevar un tiempo como autónomo calculas que pierdes un 25% de tu tiempo haciendo cola en Hacienda o en la Seguridad Social, revisando constantemente tu cuenta para comprobar si te han ingresado lo que te debían o llamando por teléfono a los pagadores para reclamar esa factura que, 90 días después, todavía no te han pagado.
14. Cuando cobras una nómina tu banco te contacta regularmente para ofrecerte créditos, planes de pensiones e incluso hipotecas a 40 años. 14. Cuando eres autónomo tienes que pelearte mucho con tu banco de toda la vida para conseguir que no te cobren comisiones en las transferencias, y lo más probable es que termines abandonándolo.

15. Cuando empiezas a trabajar como autónomo ves por delante un futuro de amaneceres sin despertador, siestas de cama y tardes libres porque sí.

15. Cuando llevas un tiempo trabajando como autónomo lo que tienes por detrás son muchos días de trabajar con 38 de fiebre y domingos por la tarde encadenado al ordenador.

16. Si una mañana -como trabajador asalariado- llegas a tu oficina y el ordenador no se enciende, te vas a tomar un café mientras lo solucionan.

16. Si una mañana -como autónomo- llegas a tu mesa de trabajo y el ordenador no se enciende, te da un ataque de ansiedad

17. Al empezar a trabajar como autónomo piensas que será muy cómodo poder trabajar desde casa sin tener que aguantar a gente indeseable a la que tú no has elegido y poder aprovechar las largas horas en el coche o en el tren para dormir un poco más.

17. Al llevar un tiempo como autónomo trabajando en casa buscas el teléfono del coworking más cercano para no acabar como Howard Hughes.

18. Cuando como asalariado tienes poco trabajo, te relajas.

18. Cuando como autónomo tienes poco trabajo, te angustias.
19. Cuando te das de alta como autónomo visitas páginas como www.infoautonomos.com y recopilas toda la información posible para encargarte tú mismo de todo 19. Cuando te encuentras ante la primera declaración trimestral del IVA y te das cuenta de que no has entendido nada contratas rápidamente a un gestor al que visitas regularmente y acosas con dudas.
20. Cuando comienzas a ser autónomo ni se te pasa por la cabeza que puedan no pagarte una factura. 20. Cuando llevas un tiempo siendo autónomo desarrollas unas habilidades para reclamar el dinero que te deben que te hace considerar convertirte en cobrador del frac.

* También puedes seguirnos en Instagram y Flipboard. ¡No te pierdas lo mejor de Verne!

  • Comentar
  • Imprimir

Comentar Normas

Lo más visto en Verne