Qué duro es el freelancismo. Cuando, por obligación o por convicción, empiezas a considerar convertirte en autónomo, probablemente lo que te imaginas que te espera sea bastante distinto a la cruda realidad. Las funciones, las ventas, la jornada laboral, la burocracia a la que te enfrentarás, los extras, las necesidades, tu calendario… Todo cambia y probablemente no es como te esperas.
Aunque hay tantas variedades de autónomos como autónomos mismos, seleccionamos algunos de los puntos comunes más frecuentes entre los sufridos miembros de este colectivo:
Cuando piensas en ser autónomo: |
Cuando ya eres autónomo: |
1. Cuando valoras convertirte en autónomo piensas que lo mejor será poder ser tu propio jefe. |
1. Cuando eres autónomo sabes que eres tu propio jefe, sí, pero también tu propio informático, administrativo, asesor financiero, jefe de recursos humanos y el departamento de marketing al completo. |
2. Cuando te planteas convertirte en autónomo piensas que una de las ventajas es que cualquier día puede ser sábado. |
2. Cuando llevas un año siendo autónomo comprendes que la realidad es que cualquier día puede ser lunes. |
3. Cuando comienzas a trabajar como autónomo te prometes a ti mismo que respetarás la frontera entre vida laboral y ocio, y que por ejemplo, pobre iluso, no trabajarás los fines de semana. |
3. Cuando llevas tiempo como autónomo comprendes que ya no hay barreras entre tu ocio y tu negocio y de pronto te encuentras trabajando una nochebuena a las dos de la madrugada mientras escuchas de fondo los villancicos y la zambomba de los vecinos. |
4. Cuando tienes un trabajo “normal” tus obligaciones en cuanto a papeleo se limitan a no equivocarte cuando das el número de tu cuenta bancaria para que te domicilien la nómina. |
4. Cuando eres autónomo necesitas adquirir conocimientos de contabilidad, derecho administrativo y empollarte entero el régimen especial de trabajadores de la seguridad social. |
5. Cuando eres trabajador por cuenta ajena das por supuestas (o las dabas antes de que los derechos laborales empezasen a ser regularmente pisoteados) las pagas extras de navidad y verano, las vacaciones pagadas e incluso el lote navideño, siempre muy criticado pero bien recibido. |
5. Cuando eres autónomo tener vacaciones implica darte de baja para al menos no tener ese gasto durante un mes, lo único parecido a una extra que recibes es la devolución de hacienda y en navidades te alegras infinito si alguno de tus contactos laborales te envía un mail con un “¡Felices fiestas!”. |
6. Cuando en la infancia uno proyecta una imagen de sí mismo en el futuro desarrollando su trabajo lo hace imaginándose como una mezcla de Murphy Brown y Ally McBeal, o al menos ataviado con el desenfado estiloso de un Magnum P.I. |
6. Cuando eres autónomo terminas asumiendo un look cuya verdadera inspiración es Homer Simpson. |
7. Cuando estás en un pico de trabajo, fantaseas con todo lo que harás cuando tengas tiempo libre: ir a exposiciones, quedar con amigos para comer, pasear sin rumbo fijo durante horas o incluso hacer una escapada a algún destino apetecible. |
7. Cuando llevas una semana sin trabajo comienzas a tener pesadillas en las que nunca más vuelven a contactar contigo, revisas tu mail obsesivamente para ver si te han escrito y languideces en el sofá sintiéndote tan angustiado que no puedes disfrutar de ninguna actividad posible. |
8. Cuando eres trabajador por cuenta ajena en una oficina el mejor regalo posible es un juego de tuppers de buena calidad y su correspondiente bolsita para transportarlos. |
8. Cuando eres autónomo el mejor regalo posible es una licencia de Office. |
9. Cuando eres trabajador los días de fiesta son los festivos oficiales |
9. Cuando eres autónomo el día de fiesta es cuando se anuncia que baja el IRPF. |
10. Cuando comienzas a trabajar como autónomo piensas que sólo necesitas ser bueno en lo tuyo, y con eso basta. |
10. Cuando llevas un tiempo siendo autónomo sabes que tienes que ser bueno en lo tuyo y además hacerlo más barato que el de al lado, y si es posible que el trabajo esté listo para… ayer. |
11. Cuando eres trabajador por cuenta ajena el año se divide en bloques separados por las Navidades, la Semana Santa y las vacaciones de verano. |
11. Cuando eres autónomo el año se divide en declaraciones trimestrales del IVA, que siempre te coinciden con momentos de mucho trabajo y estrés. |
12. Cuando comienzas a trabajar como autónomo te prometes ser muy serio y responsable con este tema, no conformarte nunca con un ticket y exigir facturas de todo lo deducible posible. |
12. Cuando llevas un tiempo como autónomo asumes que los taxistas, autónomos a su vez, no hacen factura jamás |
13. Al empezar a ser autónomo crees que podrás trabajar largas horas sin ninguna interrupción de compañeros de trabajo, jefes o llamadas telefónicas inoportunas. |
13. Al llevar un tiempo como autónomo calculas que pierdes un 25% de tu tiempo haciendo cola en Hacienda o en la Seguridad Social, revisando constantemente tu cuenta para comprobar si te han ingresado lo que te debían o llamando por teléfono a los pagadores para reclamar esa factura que, 90 días después, todavía no te han pagado. |
14. Cuando cobras una nómina tu banco te contacta regularmente para ofrecerte créditos, planes de pensiones e incluso hipotecas a 40 años. | 14. Cuando eres autónomo tienes que pelearte mucho con tu banco de toda la vida para conseguir que no te cobren comisiones en las transferencias, y lo más probable es que termines abandonándolo. |
15. Cuando empiezas a trabajar como autónomo ves por delante un futuro de amaneceres sin despertador, siestas de cama y tardes libres porque sí. |
15. Cuando llevas un tiempo trabajando como autónomo lo que tienes por detrás son muchos días de trabajar con 38 de fiebre y domingos por la tarde encadenado al ordenador. |
16. Si una mañana -como trabajador asalariado- llegas a tu oficina y el ordenador no se enciende, te vas a tomar un café mientras lo solucionan. |
16. Si una mañana -como autónomo- llegas a tu mesa de trabajo y el ordenador no se enciende, te da un ataque de ansiedad |
17. Al empezar a trabajar como autónomo piensas que será muy cómodo poder trabajar desde casa sin tener que aguantar a gente indeseable a la que tú no has elegido y poder aprovechar las largas horas en el coche o en el tren para dormir un poco más. |
17. Al llevar un tiempo como autónomo trabajando en casa buscas el teléfono del coworking más cercano para no acabar como Howard Hughes. |
18. Cuando como asalariado tienes poco trabajo, te relajas. |
18. Cuando como autónomo tienes poco trabajo, te angustias. |
19. Cuando te das de alta como autónomo visitas páginas como www.infoautonomos.com y recopilas toda la información posible para encargarte tú mismo de todo | 19. Cuando te encuentras ante la primera declaración trimestral del IVA y te das cuenta de que no has entendido nada contratas rápidamente a un gestor al que visitas regularmente y acosas con dudas. |
20. Cuando comienzas a ser autónomo ni se te pasa por la cabeza que puedan no pagarte una factura. | 20. Cuando llevas un tiempo siendo autónomo desarrollas unas habilidades para reclamar el dinero que te deben que te hace considerar convertirte en cobrador del frac. |
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