¿Qué cosas sabe un neurocientífico que la mayoría de la gente ignoramos? Esta pregunta se ha planteado en Quora, la red social en la que se publican dudas y se ofrecen respuestas. El objetivo era sacar a la luz datos sorprendentes que la mayoría desconocemos, pero que muchos científicos especializados en cómo funciona nuestro cerebro dan por sabidos.
La respuesta mejor valorada es la de Paul King, neurocientífico computacional, que apunta los siguientes datos:
1. La realidad tal y como la percibimos se genera en nuestro cerebro. Damos significado a voces y sonidos a partir de ondas de presión del aire. Los mismo ocurre con colores y objetos: en realidad nuestro cerebro sólo recibe señales de fotones reflejados. Por este motivo, no es extraño que las ilusiones ópticas puedan engañarnos.
2. Vemos el mundo en fragmentos estrechos y desarticulados. En realidad sólo vemos una porción muy pequeña del espacio. Tenemos que mover los ojos para leer porque la mayor parte de la página en realidad la vemos borrosa. No nos damos cuenta de esto porque en el momento en el que sentimos curiosidad por alguna parte del mundo, nuestros ojos se mueven para completar los detalles que faltan. Mientras nuestros ojos están en movimiento, deberíamos ver una mancha borrosa, pero nuestros cerebros editan y completan esta imagen.
3. La imagen que tenemos de nuestro cuerpo es dinámica y flexible. Podemos engañar a nuestro cerebro para hacerle creer que un brazo de goma o una mano de realidad virtual forma parte de nuestro cuerpo. Hay gente que sufre un síndrome [desorden de identidad de la integridad corporal] que le hace creer que una de sus extremidades no le pertenece: un hombre estaba convencido de que los médicos le habían cosido un miembro de un cadáver para gastarle una broma.
4. Nuestro comportamiento es en gran medida automático, aunque nos parezca que lo controlamos. El hecho de que podamos conducir un coche a 100 kilómetros por hora en la autopista mientras pensamos en otras cosas es una muestra de lo que puede encargarse el cerebro por su cuenta. La adicción es posible porque mucho de lo que hacemos es automático, incluyendo objetivos y deseos. Mucha gente puede coger y comenzar a usar un peine que se les ha ofrecido sin tener idea de por qué. Cuando somos impulsivos, actuamos aunque sepamos que no debemos.
5. Nuestro cerebro se puede engañar a sí mismo de formas realmente extrañas. Quienes padecen el síndrome de Capgras, ven extraños los objetos y las personas familiares (lo contrario al déjà vu). Una señora mayor que vivía sola se hizo amiga de una mujer que aparecía siempre que se miraba en un espejo. Pensaba que esta otra señora no se parecía en nada a ella, excepto en que vestían igual. Otra mujer creía que la seguía una persona que se le aparecía en espejos, pero que no se le parecía en nada. Por lo demás, estaba perfectamente.
6. Las neuronas son muy lentas. Nos parece que pensamos más rápido que los ordenadores, pero las neuronas sólo envían señales unas pocas veces por segundo y las ondas beta del cerebro tienen entre 14 y 30 ciclos por segundo. En comparación, las computadoras hacen mil millones de operaciones por segundo.
7. La conciencia se puede dividir. En pacientes con el cerebro dividido, cada hemisferio del cerebro es consciente individualmente y separado del otro. Quienes sufren trastorno por estrés postraumático pueden almacenar los recuerdos de un acontecimiento traumático en una isla compartimentalizada e inaccesible. Los esquizofrénicos oyen voces que pueden separar de sí mismos y que les juzgan o les dan órdenes. En hipnosis, las sugestiones posthipnóticas pueden dirigir el comportamiento sin que el individuo sea consciente.
(Este post está traducido y adaptado del original con autorización de Quora).
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