Los aficionados al cine de terror se saben la historia al dedillo: un grupo de incautos amigos decide coquetear con lo sobrenatural y dialogar con el más allá. Pintan un alfabeto en una tabla, o un rudimentario diálogo monosilábico en un folio, o se colocan delante de un espejo y dicen tres veces el nombre de una entidad diabólica a medianoche, y preguntan.
La última encarnación de la ouija y demás métodos para comunicarse con el Más Allá llega, cómo no, vía redes sociales, y con todos los ingredientes para convertirse en un buen creepypasta. Se trata de #charliecharliechallenge, trending topic en España durante el pasado lunes, y que como todo buena historia de terror viral viene acompañada de pruebas supuestamente infalibles, latiguillos de “le pasó al amigo de una amiga” y esa atmósfera cómoda e inquietante de “esto ya lo he oído yo antes”. Se trata de una actualización del tablero de la ouija, esta vez en versión low cost: solo es necesario un papel en el que se dibuja una cruz, y en los cuatro sectores que se forman se escriben dos “Sí” y dos “No” en zonas alternas. Se coloca un lápiz en la linea horizontal y otro sobre él, en equilibrio, siguiendo la línea vertical.
Ya da miedo, ¿eh? Es solo el principio: hay que preguntar (a las bravas, ni concentración, ni velas, ni círculo interno): “Charlie, Charlie, ¿estás ahí?”. El desafío original, por supuesto, viene en inglés (“Charlie, Charlie, are you here?”), pero por suerte el mundo espiritual se expresa en esperanto y el hipotético Charlie entiende a quien se atreva a iniciar el ritual, responde si es que está ahí y contesta a cualquier pregunta que se le haga, de temas trascendentales a chorradas como pianos.
El resultado suele ser éste: un grupo de críos, entre incrédulos y temerosos, hace el juego y acaba con gente con costillas fracturadas amontonándose en un pasillo.
Vine y su naturaleza de vídeos inmediatos y fugaces son perfectos para reflejar / parodiar el primer e inevitable pasmo de uno de los lápices moviéndose respondiendo a la primera pregunta.
El inevitable toque ominoso para la historia viene para el supuesto origen de Charlie, un demonio al que no es tan sencillo controlar. Su origen parece mucho más inocente: un juego infantil para dos personas en el que cada niño pone tres lápices formando dos caras de una caja y hacen preguntas a Charlie, que va moviendo teóricamente los lápices arriba y abajo, “abriendo” y “cerrando” el rectángulo, y respondiendo de esta forma afirmativa o negativamente las preguntas.
Como en su versión con lápiz y papel, más próxima a la ouija, los movimientos de los lápices se explican con las pequeñas vibraciones inevitables en cualquier mesa o por el típico cachondo que sopla a los cuando nadie mira. Eso sí, el juego original mexicano también tiene su ritual inevitable, y su forma correcta de saludar y despedir a Charlie.
La mitología de la aparición ha ido creciendo en foros y redes sociales, y ya hay reglas para invocarlo correctamente: hay que despedirlo con un respetuoso “Charlie, Charlie, ¿podemos parar?”, u otros espíritus menos serviciales pueden aprovechar la oportunidad para entrar en nuestra realidad y perturbar la tranquilidad de los humanos, con fenómenos tipo poltergeist o cosas peores.
En Twitter, la red siempre presta a advertir a los incautos, ya hay quien ha posteado las reglas correctas de etiqueta fantasmal para evitar problemas. También hay quien se pone menos documental y deja las cosas claras: “No puedo creer que el charliecharliechallenge sea un meme, todos vosotros vais a tener demonios dándoos por detrás por el resto de vuestras vidas por unos pocos Rts”. La proporción de este tipo de advertencias es aproximadamente de una por cada tres vines de zagales sufriendo taquicardias porque oyen pasos en el pasillo.
i cant believe the charliecharliechallenge is a meme yall gonna have demons fucking ur ass for the rest of ur lives bc u wanted some rts
— ashley exclusive ™ (@5shley) Mayo 25, 2015
Pero las redes sociales, siempre prestas a frivolizar cualquier cosa, han convertido la cuestión en un juego al preguntarse: ¿qué le preguntarías a un demonio que te puede contestar la pregunta que desees sobre tu futuro? Hay quien le pregunta con qué miembro de One Direction se va a casar...
The whole 1D fandom doing the #charliecharliechallenge like pic.twitter.com/IpJJljPgEV
— natalie ❦ (@zaynbaabe) Mayo 25, 2015
… o cuándo saldrá el próximo disco de Justin Bieber.
All the Beliebers doing the #charliecharliechallenge like pic.twitter.com/QSM8L7K5Jt
— Charlotte|GainTweets (@Ourbaby_JB) Mayo 25, 2015
Los emojis también facilitan el humor minimalista en Twitter.
¿Algún día dejaré de ser virgen? No | No ——✏️—— No | No #charliecharliechallenge
— Joker (@Favorit0) Mayo 25, 2015
E incluso alguna marca ha sumado esta muestra de espiritismo casero a su estrategia de comunicación.
Charlie, Charlie, ¿vas a irte #AtomarFanta? ¿aún no habéis probado el #charliecharliechallenge? @ElHerederoMusic jiji pic.twitter.com/eYNl0V2Qjh
— Fanta España (@Fanta_Esp) Mayo 25, 2015
Uno de nuestros favoritos va indisociablemente asociado al mejor vídeo que se ha asomado a YouTube en las últimas semanas...
Acabo de probar lo del #CharlieCharlieChallenge. pic.twitter.com/ZwoCdlV36b
— Carlos (@lozgarrido) Mayo 25, 2015
En Verne también nos hemos atrevido y hemos querido resolver uno de los mayores debates de la historia: la tortilla de patata ¿con cebolla o sin cebolla?
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