En la Cafetería Positano, un local ubicado en el ovetense barrio de San Lázaro, ya no sobra comida: los aperitivos que quedan al final de la jornada van, gratis, para quien los necesite. Desde el pasado viernes, este bar deja en la entrada los pinchos que han quedado sin vender para quien quiera disponer de ellos. Tras anunciar la iniciativa en Facebook, ya supera los 41.000 compartidos en menos de cuatro días.
Vamos a hacer un experimento. Y digo experimento porqué si funciona (para eso lo hacemos) dejará de serlo para pasar a...
Posted by Cafetería Positano on Viernes, 11 de septiembre de 2015
"Vamos a hacer un experimento", anunciaba la Cafetería Positano en la publicación. "Y digo experimento porque si funciona (para eso lo hacemos) dejará de serlo para pasar a ser algo habitual. Casi todos los días llega la hora de cerrar y nos sobran pinchos. No muchos, pero nos sobran. No los guardamos para el día siguiente (igual a algunos y algunas les parece una perogrullada lo que acabo de decir pero no lo es) así que los tiramos. Pues eso es lo que no queremos. Solemos cerrar a eso de las once y media o así, y luego nos lleva un rato recoger todo y limpiar. En ese tiempo esos pinchos serán para aquellos que vengan y los quieran".
"Pero nos parece poco margen de tiempo", continúa, "así que estarán el resto de la noche a disposición de cualquiera. ¿Cómo? Pues quedarán entre la puerta de la cafetería (la que veis en la foto) y la persiana metálica que bajamos cuando cerramos. En una caja de cartón y envueltos individualmente. Si por la mañana siguen ahí... Los tiramos, pero toda la noche para que quien los quiera/necesite se los lleve. Matices: No es lo más higiénico pero creemos que coger comida de la basura es peor. Es para quien lo necesite y no para gamberros y derivados. No creemos que hagamos mal a nadie con esta iniciativa, pero si así fuera lo cancelamos a los cinco minutos".
Eduardo López, propietario de la Cafetería Positano, ha explicado a Verne vía telefónica que ya llevan "algún tiempo sin cobrar a última hora los pinchos que quedan", pero que, "aun así, siempre quedaba alguno. El viernes pensé que los que quedaran los dejaría fuera por la noche, lo anuncié en Facebook... Y la respuesta ha sido impresionante". En la publicación han comentado más de 3.000 personas, y la página de la cafetería ha ganado 1400 usuarios en dos días.
El éxito de la iniciativa no se ha quedado solo en las redes. "Los días que lo hemos hecho hasta la fecha han desaparecido todos los pinchos", explica el regente del local, "e incluso el domingo, que no abrimos, pasé con el coche y vi a un chico mirando por la reja. Me paré y le expliqué que es el día de la semana que descansamos, que volviera cualquier otro día".
La mayoría de los comentarios que amasa la publicación son parabienes o sugerencias."Vamos a ir perfeccionando la iniciativa con lo que nos vayan contando porque todo es mejorable y 3.000 ojos ven más que dos", explica López, que cuenta que "están llegando muchísimas proposiciones".
De las ideas que los usuarios comentan, "algunas ya estamos poniéndolas en práctica, como cambiar el papel de aluminio que utilizábamos los primeros días por papel film. Así se ve qué es lo que hay en el interior". También otras que "por dinero e infraestructura no nos podemos permitir, como replicar el modelo de las neveras solidarias".
Precisamente en el lugar donde se encuentra la primera nevera solidaria instalada en España, Galdakao, son varios los locales que cada día depositan los pinchos sobrantes en el frigorífico comunitario. "Yo sé que esto no me lo he inventado yo", afirma con modestia el propietario de Cafetería Positano, "no lo he hecho por publicidad, solo por no tirar la comida". En otros lugares de Europa, como Alemania, la distribución gratuita de alimentos sobrantes se realiza a través de una red digital de entrega y recogida de comida.
Además de regentar el negocio, es el propio Eduardo López el que lleva las redes sociales, "aunque ahora se me están escapando un poco", reconoce. "Empecé contestando a casi todo el mundo", explica. "Ahora ya no llego, así que suelo hacer contestaciones generales. A los que sí suelo contestar de forma específica es a los comentarios negativos".
¿Puede tener una iniciativa como esta comentarios negativos? Pues sí. "Hay gente que dice que me estoy aprovechando para hacer publicidad", explica López. "Yo no lo hice con ese propósito, pero oye, si lo es y es tan barata... Ojalá otros bares lo hagan también". En cualquier caso, las críticas son mínimas: "solo he recibido dos o tres críticas de los más de 3.000 comentarios que hay publicados".
Buenos días a todos!!!Venir temprano a abrir y encontrar la caja que pusimos con los pinchos vacía.....no tiene precio....
Posted by Cafetería Positano on Sábado, 12 de septiembre de 2015
También hay quien teme que la policía o sanidad tomen cartas en el asunto, ya que, como explicaba la propia publicación de Facebook, "no es lo más higiénico". La comida se coloca, envuelta, sobre una caja de cartón, y ahí permanece durante la noche hasta que un transeúnte se decida a cogerla. "Si tuviéramos que esperar a tener autorización esto no saldría adelante", afirma López. "En estos casos, es mejor pedir perdón que pedir permiso".
La publicación de Facebook con la que arrancó esta historia comienza explicando que la iniciativa es un "experimento", pero que "si funciona dejará de serlo para pasar a ser algo habitual". Tras unos días de rodaje, López ya puede afirmarlo: "Lo seguiremos haciendo a menos que alguien lo eche para atrás, y si eso pasa lo explicaré. Pero vamos, por mí esto no va a terminar".
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