Cómo excitar el gusto con las fotos de comida

Hay trucos más allá de los filtros de Instagram: para fotografiar como Dios manda una hamburguesa lo primero es colocar un cartón entre el pan y la carne

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A la comida, como a las personas, también le gusta que la peinen, la vistan, la maquillen, la coloquen en primorosos decorados y la saquen muy guapa en las fotos, como a las modelos en los editoriales de moda. Por eso existen profesionales que se dedican al estilismo de la comida, los food stylist, y fotógrafos especializados en inmortalizar de buen ver a las mejores viandas. Incluso, poniéndonos hardcore, existe el concepto de food porn, algo así como porno culinario, y no son fotos de comida con forma de genital (que también existen) sino esas imágenes descaradas que sacan muy de cerca alimentos elevados en grasas y carbohidratos que engordan el pecado: una gloriosa tarta de chocolate o una pedazo de hamburguesa de la que fluyen cataratas de queso fundido. "Se trata de excitar de otra forma, de excitar el gusto", dice Marta Muñoz-Calero. Y, cómo no, a la comida también la ponen especialmente apetitosa cuando nos la quieren vender, aunque luego nos decepcione al conocerla fuera de la publicidad sin las pestañas postizas y los tacones.

Shooting Perritos! #lambweston #foodstyling #foodphotography #vidadehomeeconomist #food

Una foto publicada por Marta Muñoz-Calero (@martamunozcalero) el

"En Australia o Estados Unidos es una profesión muy reconocida, pero aquí somos poca gente los que nos dedicamos a esto", explica Muñoz-Calero, que es food stylist, periodista gastronómica y fotógrafa. "En esos países para hacer un shooting suele haber fotógrafo, atrecista, food stylist y director de arte, más lo ayudantes. Yo aquí, en ocasiones, puedo hacer yo sola el trabajo de varios estadounidenses, pues no siempre se contrata a todo el personal. Y, claro, cobrando como una sola española", bromea.

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Una foto publicada por Marta Muñoz-Calero (@martamunozcalero) el

Muñoz-Calero (que, además, es hermana de un reconocido chef, de nombre Javier, artífice de restaurantes como Tartán, Muñoca o Perrito Faldero) trabaja para revistas como Vogue, para marcas de fast food, alimentación o supermercado.

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Una foto publicada por Marta Muñoz-Calero (@martamunozcalero) el

¿Cómo se pone guapa a la comida? Los trucos son variados. Por ejemplo, para fotografiar como Dios manda a una hamburguesa lo primero es colocar un cartón entre el pan y la carne, "así evitamos que el pan se reblandezca". La lechuga va cortada al tamaño adecuado y colocada con alfileres. La carne se suele tintar con angostura o soja (porque las hamburguesas auténticas suelen ser más blanquecinas que la idea platónica de la hamburguesa), y se le hacen las marcas de la parrilla con un palillo de brocheta incandescente. Cada semilla de sésamo es elegida minuciosamente y pegada sobre el panecillo. Para obtener unas rodajas de tomate perfectas se recomienda una máquina cortadora de tomates industrial. "Y luego, si quiero colocar gotas de agua que le den un aspecto fresco, utilizo una jeringuilla con una mezcla de glicerina y agua. Así las gotas no se mueven de su sitio", dice Muñoz-Calero. Casi nada.

Shooting en el pantano. @martamunozcalero mortero @lecreusetspain #foodphotography #foodfilms #food #foodie #foodstagram #foodpics #foodporn

Una foto publicada por Marta Muñoz-Calero (@martamunozcalero) el

Igual que ocurre con las personas, hay alimentos que son más fotogénicos que otros y, aunque va en cuestión de gustos, a Marta Muñoz -Calero le gusta sacar fotos a ostras y pescados crudos cuando están preparados para meterse en el horno. Hay otros alimentos que se las traen: al pollo asado hay que hacerle una especie de lifting, porque al meterlo en el horno la piel se suelta y se arruga. Los pollos se suelen fotografiar crudos, se pintan con colorante alimentario, se rellenan de papel para mantener una forma perfecta y se terminan a golpe de antorcha quemando las partes que nos interesen para darle un aspecto crujiente. La pizza tiene su aquel: un queso muy grasiento puede dar problemas, y si la pizza lleva pepperoni hay que colocarlo después de cocinada haciendo unas incisiones en el queso para que asome y parezca que lleva allí desde antes de cocinarlo. Otros secretos: la cerveza hace espuma cuando le arrojas sal, y los hielos que aparecen en las fotos de los gin tonics son falsos, hechos de cristal o de resina. A la sopas y a las cremas siempre hay que ponerle algo encima, por ejemplo hierbas, "para que no parezcan un charco sin gracia". Obviamente, para conseguir los mejores resultados en este oficio es conveniente tener cierta formación en cocina.

Mesa de "props" preparada para el shooting de #burgodearias #suaveslonchas #props #atrezzo #foodphotography #foodstyling #vidadehomeeconomist #

Una foto publicada por Marta Muñoz-Calero (@martamunozcalero) el

Los estilistas de comida utilizan un variado instrumental en el que se incluyen diferentes tipos de pinzas, cuchillos, tijeras, alfileres, jeringuillas, sprays, pipetas, pinceles, espátulas, vaporeta (para crear el humo que hace pensar que la comida está caliente y un largo etcétera. Además de todos los accesorios de atrezzo que Muñoz-Calero recopila por el mundo y guarda en una buhardilla de su casa. "Es mi tesoro", bromea. Una de sus piezas más queridas es una vieja sopera inglesa que trajo de Londres escondiéndola como pudo en un vuelo low cost. "En Estados Unidos, con todo el desarrollo de los años 50 hubo un montón de artefactos de cocina que no llegaron aquí, como moldes, tarteras y demás, y ahora hay subastas en las que la gente puja por ellos", cuenta la food stylist. "En las reuniones con los clientes me presento con el baúl de la Piquer lleno es estas cosas". De casta la viene al galgo, porque su madre coleccionaba vajillas antiguas, cuberterías, mantelerías de hilo o jarras de cerámica. Ahora utiliza este tipo de chismes para ambientar sus creaciones.

Shooting para De la Viuda. #foodstyling #foodporn #foodphotography #vidadefoodstylist

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Dentro de este proceloso mundo también existen tendencias. Por ejemplo, hace un tiempo (en los 90) se han puesto de moda unas fotos donde predominan los colores blancos sobre blancos, muy de desayuno y muy de cosa etérea y sana. Es el caso de fotografías como las de Donna Hay. En cambio, el estilo de Muñoz-Calero es más dramático y bebe de fuentes barrocas. Incluso se aprecian claroscuros como los de Caravaggio, pero en vez de con personajes mitológicos, con ensaladas.

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¿Dónde empezó todo esto y dónde nos llevará? "Este oficio existe desde hace tiempo, pero yo creo que el acelerón de la fotografía de comida vino con las redes sociales: todo el mundo fotografía lo que come y lo comparte. Existe mucha información gastronómica y eso ha llevado a la Revolución Foodie, en la que los chefs son superestrellas como los rockeros o los futbolistas. Muñoz-Calero dice que es foodie de toda la vida y que le empieza a agobiar comer con gente que saca fotografías a la comida con el móvil. "Empieza a estar mal visto, y hay restaurantes donde lo han prohibido", cuenta.

No sin mis #tools #riñoneradetrabajo #vidadehomeeconomist #foodphotography #foodstyling #foodporn

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La cuestión más delicada de todo este asunto es la siguiente: mucha gente se siente engañada cuando la hamburguesa que le sirven sobre la bandeja de plástico no es igual de lozana que la que aparece en los reclamos publicitarios. De hecho, recientemente proliferaron en Twitter las fotos reales de lo que se recibe cuando se pide una pizza de nachos a Telepizza (un artefacto gastronómico ya de por sí delirante), y que según parece dista mucho se las fotos publicitarias. "Como en toda la publicidad aquí se intenta que el producto tenga el mejor aspecto posible", concluye Muñoz Calero, "eso sí: el producto que se fotografía es el mismo que se vende, ninguna empresa te permitirá utilizar otro género. La única diferencia es que para la foto lo colocamos mejor".

Cómo convertirse en una 'food stylist'

Marta Muñoz Calero

1. Educar el ojo y ver millones de fotografías en Instagram, Pinterest y revistas

2. Hacer un mini curso de introducción al foodstyling

3. Prueba cosas nuevas en tus menús diarios

4. Libros que no te puedes perder:

  • What Katie ate de Katie Quinn Davies
  • My Paris Kitchen, de David Lebovitz
  • La tartine gourmande, de Bèatrice Peltre
  • Small plates, sweet tastes, de Aran Goyoaga

5. Revistas interesantes

  • Gather Journal
  • Martha Stewart Living
  • Saveur
  • Food network
  • Food & Wine
  • Donna Hay magazine
  • Sunset
  • Taste woolworths
  • Bon Appétit
  • Gourmet magazine
  • Food
  • Lucky Peach
  • Kinfolk Magacine
  • Crumbs

6. Empieza a buscar "props" o atrezzo

Suelo comprar en mercadillos en viajes y en internet. En Madrid se encuentran muchas cosas en la feria de desembalaje, en la Feria de la Almoneda, en el rastro (soportales del mercado de Puerta de Toledo); Etsy y Ebay son los mejores lugares para encontrar tesoros. En España no es fácil encontrar props on line así que suelo buscarlos en Inglaterra y en Estados Unidos. Estas palabras clave te ayudaran a encontrar lo que buscas: silverware antiques, old baking sheets, antique cookingware, vintage plates, pie tins.

7. Si no quieres quedarte solo en el estilismo y te atreves con la fotografía comienza comprándote una cámara réflex con un objetivo 50 mm y empieza a dar tus primeros pasos

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