¿Y si las construcciones de Juego de Tronos estuvieran en ciudades reales?

Muchos de los espectadores de la serie Juego de Tronos se han cuestionado las proporciones del Titán de Braavos, que aparece en algunas secuencias de la serie. El ilustrador Sefipolis ofrece respuestas a través de su cuenta de Twitter. En una de las imágenes que comparte se puede apreciar mucho mejor el verdadero tamaño de la enorme estatua ficticia de piedra y bronce, si se compara con un monumento real como la italiana Torre de Pisa y con los diminutos turistas que visitan el lugar.

¿Cómo sería de alto Barad-Dûr, la torre de Sauron de El señor de los anillos, comparada con el Burj Khalifa de Dubái? Muy grande. Más incluso de los que puede resultar leyendo la descripción original del escritor J.R.R. Tolkien o las imágenes creadas para el cine de Peter Jackson. Más teniendo en cuenta que el rascacielos es de momento el edificio más alto del mundo, con 828 metros de altura.

Álex Pérez es un ilustrador de Bilbao formado en Comunicación Audiovisual y colaborador del webcomic @batsvsupes, pero la idea le surgió como un espectador más de Juego de tronos. "En la serie no hay realmente otra construcción con la que comparar el muro de la serie. Así que creé una, casi más para mí mismo. Todo es más fácil de comprender con una representación gráfica", comenta a Verne a través del correo electrónico.

"He hecho esto para que os hagáis una idea del tamaño del muro de Juego de Tronos. (según los libros, al menos)", explicaba hace unos días Sefipolis en la red social. En la imagen compara la construcción inventada por J.R.R. Martin con la Torre Eiffel parisina. Es el primero de varios que ha ido compartiendo a través de Twitter, tras calcular el tamaño de las edificaciones inventadas en libros, películas o series a partir de los datos registrados de cada una de ellas.

La torre Orthanc de El señor de los anillos estaría igualada con la torre Iberdrola de Bilbao, Minas Tirith del relato de Tolkien dejaría a la Torre Agbar de Barcelona como una construcción diminuta y la Torre Wayne propiedad de Batman destacaría entre ellos cuatro rascacielos de Madrid. Muchos de ellos son prodigios de la ingeniería imposibles de realizar en circunstancias normales.

"A medida que iba buscando información en internet, me encontré con mucha gente interesada en el tema y en la posibilidad de que estas construcciones se hiciesen realidad. La intención de los autores de estos libros de fantasía era la de crear mundos y construcciones que fueran más allá de lo que podemos ver en la vida real. Por ejemplo, el muro de Juego de Tronos no podría sostenerse a esa altura siendo tan estrecho y largo como es. Y mucho menos en vertical. Tolkien, el autor de El Señor de los Anillos, cuando describe Barad-Dûr justifica que fue necesario un poder mágico, el poder del anillo, para poder mantener esa inmensa torre en pie", recuerda Pérez.

Las comparaciones entre realidad y ficción de este ilustrador llegan al espacio exterior. Así quedaría de pequeña la Estación Espacial Internacional (ISS) si tuviera al lado la USCSS Nostromo de Alien. Queda claro que la ingeniería en la ficción está mucho más avanzada que en nuestros días.

Hay muchas creaciones ficticias que ha decidido no comparar, por falta de datos veraces o por no ser demasiado conocidas para el público en general, comenta. Con las que sí se plantea hacer algo es con el Nautilus de 20.000 leguas de viaje submarino, de Julio Verne, el arca de Noé, o la nave Enterprise de Star Trek.

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