Los resultados del 26J han dado para análisis y bromas en las redes sociales, aunque no solo eso. Algunos de los desencantados con estas elecciones han recurrido a la literatura para intentar reflejar su frustración. Concretamente, a una frase de Luces de bohemia, de Ramón María del Valle-Inclán: “En España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser sinvergüenza. Se premia todo lo malo”.
La publicación de la revista Negratinta con la frase ha superado los 56.000 compartidos en sus primeras 15 horas. No es el único espacio desde el que se ha difundido: en Twitter –donde “Valle Inclán” ha sido nombrado más de 9.000 veces durante el último día, según la herramienta de medición Twitter Curator– la imagen de la página de Luces de bohemia en la que aparece el fragmento, publicada por el tuitero Cazatalentos, ha superado los 1.000 retuits. Y ya hay incluso quien se queja de las veces que dicha frase ha aparecido en su timeline.
Si vuelvo a ver el fragmento de Luces de Bohemia de Valle Inclán, implosiono.
— La Risketos (@Rita_MeterMaid) 27 de junio de 2016
@giggler3 Madre mía, si no lo he visto seis veces esta mañana no lo he visto ninguna.
— La Risketos (@Rita_MeterMaid) 27 de junio de 2016
La cita en cuestión no sale de los labios del protagonista de la obra, Max Estrella. Al contrario: aparece en la escena decimocuarta, cuando dos sepultureros hablan frente a su cuerpo sin vida. Cuando uno de ellos dice del difunto que “los papeles lo ponen por hombre de mérito”, su compañero contesta con la compartida frase.
#ValleInclan
— Otro Prisma (@otroprisma1) 27 de junio de 2016
(Luces de Bohemia)#España#ResacaElectoral pic.twitter.com/W4L3gkH6ej
En el ensayo Luces de bohemia: teoría y práctica del esperpento, el catedrático de literatura Manuel Aznar explica que esta escena es una “parodia del Hamlet shakespeariano”. La describe así:
La muerte de Max Estrella –quien en la escena segunda había afirmado que “la miseria del pueblo español, la gran miseria moral, está en su chabacana sensibilidad ante los enigmas de la vida y de la muerte”– será pronto una muerte más. Así lo atestiguan, desde esa visión de “filósofos estoicos” que El Marqués les atribuye irónicamente, ambos sepultureros, para quienes la muerte es su “faena”, una realidad cotidiana con la que conviven y de la que malviven.
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