El 23 de junio fue el último día de tratamiento de quimioterapia para el cáncer de mama que padece Alissa Korte Bousquet. Su marido, Brad, la sorprendió con 500 rosas y, de paso, recaudó fondos para la investigación de la enfermedad.
Tanto en su perfil de Facebook como de YouTube, Brad contó que su esposa le había asombrado con "su fuerza, su valentía y su actitud positiva durante todo el tratamiento". Y aunque aún le quedan varias operaciones, terminar con la quimioterapia era un hito importante que quería celebrar.
En el vídeo, ella tiene todavía enganchando el gotero cuando empiezan a aparecer sus dos hijas adolescentes, junto a cuatro amigas, cargadas con seis cestos llenos de rosas de varios colores en el hospital donde le tratan. Solo acierta a exclamar "¡Holy Moly! ¡Holy Moly!" (¡Cielos! ¡Cielos!), "¡Qué locura!", y termina sentándose en el suelo para estar más cerca de las flores.
Después de sorprenderla a ella la familia repartió ramos entre los enfermos del hospital. Alissa agradeció el gesto en su Facebook y compartió una foto del momento y otra de un cóctel en una comida de celebración en lo que parece un restaurante mexicano.
¡Así se celebra el último 'mal' día de quimio! Todavía tendré que ir cada tres semanas para infusión de Herceptin y tengo cuatro operaciones por delante. ¡Gracias a todos por el apoyo y las plegarias! No habría podido llegar tan lejos sin eso. También, ¡gracias a todos los que compraron flores! Fue maravilloso pasárselas a los otro pacientes y ver la alegría en sus caras. Algunos incluso lloraron. Gracias al 'equipo Alissa' por traerlas al hospital y a la floristería Sue por conseguir todas esas rosas. ¡Dios es bueno!
Como le explica su marido, él envió un mensaje de texto -evitó Facebook para que no les pillase- a algunos amigos y familiares de Alissa y les pidió que le ayudasen con la sorpresa. Había hablado con una florista de su pueblo (Oakland, en Nebraska, EEUU) para fijar un precio de 10 dólares (8,97 euros) por rosa. La difencia entre el coste de las flores y el valor pagado se destinaría a la fundación de investigación del cáncer Susan G. Komen, en nombre de Alissa.
"Rápidamente alcanzamos las 100 rosas, luego 300, luego 400. Cuando llegamos a las 500 le pedí a la florista que dejase de pedir más flores y que todo ese dinero fuese para la donación. 170 familias quisieron comprar rosas y terminamos recaudando más de 4.500 dólares (unos 4.000 euros)", explicó él. Como dijo a la cadena de televisión local KMTV, "es lo bueno de un pueblo pequeño. Lo odias porque todo el mundo se mete en tus cosas, pero cuando necesitas apoyo no hay mejor sitio".
Una de las pacientes que recibió uno de los ramos en los que se repartió el envío compartió unas fotos con un mensaje texto: "Cuidar, compartir, luchar. Qué día tan increíble en el ala de quimioterapia del Hospital Metodista. (Es la primera vez que digo esto). Muchas gracias a toda la gente amable que nos trajo sonrisas y lágrimas".
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