Hemos vivido una semana de investidura. Otra vez. ¡Pero no huyas! ¡No cierres el mail! ¡En seguida cambio de tema! Solo quería apuntar que se trata de una historia que a estas alturas nos da la impresión de haber vivido decenas de veces. Tanto, que en Magnet no han tenido dificultades en encontrar más de 30 portadas de revistas satíricas de los años 70 que se podrían haber publicado hoy en día.
Pero aquí no vamos a hablar de Rajoy, Sánchez y demás. Al contrario, te traigo dos reportajes largos que se leen de un tirón y casi sin parpadear, además de un buen puñado de historias.
Primero, "Mi lucha contra ETA", las siete entregas en las que Pablo Romero narra su investigación periodística con el objetivo de entregar a la justicia al asesino de su padre, que murió en 1993 en un atentado de ETA. Comenzó esta tarea en 2013 y en solitario:
Aquel día también tomé otra importante decisión: no volvería a publicar absolutamente nada acerca del atentado o de lo que investigara hasta que supiese quién mató a mi padre, o hasta que la desesperación me llevase a tirar la toalla definitivamente.
El segundo es un reportaje de Buzzfeed sobre una madre en apariencia sacrificada y una hija en apariencia con problemas de salud muy graves, que acaba siendo la historia de una persona con síndrome de Münchhausen y de un asesinato: "Dee Dee quería a su hija enferma, Gypsy quería a su madre muerta". (Enlazamos al texto traducido por el propio Buzzfeed, pero aquí está la versión en inglés).
Era la historia perfecta para los segmentos de interés general de las noticias: la familia que superó la tragedia y se las arregló para construir una nueva vida a pesar de sus obstáculos. Pero la historia no terminó ahí. Un día de junio de este año, apareció una publicación en la cuenta de Facebook de Dee Dee.
“Esa puta está muerta”, decía.
Aquí tienes otras historias más breves, que soy consciente de que los domingos no son eternos:
- Este vídeo en el que un niño de dos años da su solución al dilema del tranvía.
- El acta de rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial está lleno de borrones. La culpa es de los canadienses.
- La historia de Japón me ha recordado a cuando en Islandia estaba bien visto matar vascos.
- Otra historia que hemos seguido esta semana es la de los marcianos. Bueno, a ver, me explico: el instituto SETI ha estado investigando una señal detectada por un telescopio ruso que se ha comparado a la famosa señal Wow, de la que hablamos en este artículo. Pero al parecer no eran aliens. O nos están engañando, que también podría ser.
- "La otra vida de Marta": un texto y unas fotografías de Txema Rodríguez acerca de una víctima de malos tratos. Son solo tres párrafos. Pero qué tres párrafos.
- Este artículo lo leerás de principio a fin y de una sentada. Te lo garantizo. En Verne te explicamos todo lo que hay detrás de este texto que nadie ha dejado a medias.
- Seguro que estás pensando, “qué interesante, cuéntame más”: pues aquí tienes la historia del meme “Wonka condescendiente”, protagonizado por el gran Gene Wilder, que falleció este lunes.
- Para acabar, una historia sobre historias; una metahistoria, vaya: Facebook despidió a los 26 empleados que seleccionaban sus temas “Trending” (un poco como los trending topic de Twitter) y los sustituyó por un algoritmo. Este sistema contribuyó a que se difundieran el bulo de la muerte de una periodista de Fox News y el vídeo de un adulto masturbándose con una hamburguesa de pollo, como explican El País y The Atlantic.
Esto demuestra que no todo se puede solucionar con algoritmos. Los humanos también nos equivocamos, pero una de las historias era fácil de contrastar y la otra sencillamente era idiota.
Además de eso, la selección por algoritmos lleva a que nos encontremos con historias que, simplemente, han gustado a muchísimas otras personas (recordemos la llamada “burbuja de filtros”, que afecta, por ejemplo, a lo que vemos en nuestro muro).
Es decir, en lugar de encontrarnos con historias importantes o con ideas interesantes que quizás no hubiéramos visto, vamos a ver lo que nos íbamos a encontrar de cualquier manera.
Los algoritmos van muy bien, claro. Sin algoritmos no tendríamos Google, por ejemplo. Pero también necesitamos humanos que, por ejemplo, seleccionen historias a mano, teniendo en cuenta lo que podría interesarle y se le podría haber escapado a un lector inteligente y con sentido del humor, descartando (o desmintiendo) los bulos que de vez en cuando se cuelan por las rendijas. Como hacemos nosotros cada semana con esta newsletter.
Vaya final, ¿eh? Qué bien hilado todo. Cómo te he traído hasta aquí. Estaba hablando de Facebook y, ¡bum!, de repente te he recordado lo buenos que somos.
Selección de contenido y redacción de la carta: @JaimeRubio.
* También puedes seguirnos en Instagram y Flipboard. ¡No te pierdas lo mejor de Verne!