La vuelta de vacaciones está siendo horrorosa, para qué te voy a engañar. Hace una semana estaba haciendo la croqueta en la playa y ahora la única luz solar que me da es la de antes y después de venir a trabajar.
Septiembre en mi cabeza es el verdadero Año Nuevo, porque es cuando de verdad nos incorporamos a la rutina, empiezan los nuevos proyectos, los planes para los próximos 11 meses. Así que ahora es un buen momento para empezar esos propósitos que normalmente te prometes cumplir a partir del uno de enero.
Volviendo a la rutina, una de las peores cosas que nos están pasando es la ola de calor. Hace todo más cuesta arriba. Porque tú cuando vuelves en septiembre lo que esperas es el entretiempo y la rebequita a mano, no que haga más calor que cuando te marchaste. (Esto siempre y cuando no vivas en la zona norte, como por ejemplo en Asturias, que es cruzar un túnel y pasar del Caribe a Invernalia). Como no podía ser de otra forma, esta semana no ha habido otro tema de conversación que quejarse (pero con gracia) de estas temperaturas horrorosas que nos están tocando vivir.
Luego que si la presentación de Apple. La gente se pone pesadísima cada vez que anuncian un producto nuevo. Una cosa que me fascina de estas presentaciones es cuando dicen “la cámara del iPhone 7 es mejor que la del iPhone 6”. ¡VAYA, QUÉ SORPRESA! ¡NADIE LO ESPERABA! Lo raro sería que fuese peor y que además te lo dijeran a la cara, encima del escenario, con todo el chiringuito montado: “Mirad, este nuevo teléfono va a costar un riñón y la cámara es peor que la del otro que vendíamos. Pero da lo mismo porque los fans lo vais a comprar igual”. Otra cosa que no pasó desapercibida de la presentación fue lo de los auriculares sin cables: en apenas segundos todo el mundo se dio cuenta de que iba a perderlos incluso antes de comprarlos. Escribiendo todo esto me viene a la cabeza aquel vídeo del fanboy de Apple que compró el primer iPhone 6: según salió de la tienda, lo sacó de la caja para enseñárselo a una reportera en directo y se le estampó el teléfono contra el suelo.
Pero no todo va a ser malo en septiembre. Además de la vuelta de Narcos, algo que también tiene este mes es la compra de productos de papelería. (Me gustaría que habláramos de la serie pero entiendo que igual no eres un ansias como yo -me la vi entera en un solo finde-, así que eso lo dejamos pendiente para la semana que viene).
A todos nos viene esta época el recuerdo del gustito de estrenar libros, agendas, cuadernos, bolis y todo el material escolar que puedas imaginar. Todos teníamos unos favoritos pero viendo este Tinder de papelería, la reina sigue siendo la goma Milán de toda la vida. Ahora se está poniendo de moda los Bullet Journal (un método nuevo de organización para el que necesitas un cuaderno y un boli) pero ultra cuquis: con un despliegue de imaginación y creatividad que requieren un buen botín de material papelero (y de mucho tiempo).
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Me ha dado un stendhalazo al verlo.
De lo que también es tiempo es de los coleccionables. Los quioscos se llenan de nuevas primeras entregas que no sé bien quién aún las comprará, pero que tengo por seguro que casi nadie las acaba. Los quiosqueros saben eso mejor que nadie, desde luego. Aunque lo mejor que hay ahora mismo en el tema revistas es que la revista Pronto lleve una guía Pokémon Go. Me tiene maravillada y no es una broma.
Lo que da un poco de alivio a toda esta pena postvacacional es pensar que siempre podemos hacer una pequeña escapada. Si no se te ocurre ningún sitio, Asturias o Extremadura son unos lugares estupendos para descansar. Igual me dices que Extremadura no tiene nada y es todo un secarral: pues no, Extremadura es también verde y refrescante aunque el tópico diga lo contrario. Y Asturias es un Paraíso Natural y tiene cachopos.
Selección del contenido y redacción de la carta: Anabel Bueno @aibueno
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