Una parroquiana observa afligida los desperfectos en una obra de arte religiosa. Habla con el cura y se ofrece a arreglarlo. El resultado es un desastre. Ocurrió en Borja (Zaragoza) en agosto de 2012 y ha vuelto a pasar en Ontario (Canadá), donde una vecina ha intentado ponerle cabeza a la escultura decapatida del niño Jesús en los brazos de su madre.
"Estaba tan triste. Me dolió mucho verlo, porque pensé '¿quién podría hacer algo así?'. No es un bonito ver eso así. Me dije: 'Yo soy artista, me gustaría arreglarlo", explicó Heather Wise al medio local Sudbury.com.
La cabeza que ha esculpido en arcilla es solo temporal, aclara. Su intención es hacer una permanente con la misma piedra que la original, aunque nunca ha trabajado con esa técnica ni con ese material. Wise se siente privilegiada y dice que pedirá consejo a los proveedores locales de antes de empezar a trabajar con el cincel y el martillo.
El párroco, Gérard Lajeunesse, fue quien encontró la niño Jesús sin cabeza en octubre de 2015. Pensaba que aparecería en las inmediaciones de la iglesia de Ste. Anne des Pins, como en otras ocasiones, pero al final se rindió. "Estoy muy agradecido de que Heather se haya ofrecido a hacer esto en un gesto de bondad", afirmó Lajeunesse, que veía así cómo ahorrar los 10.000 dólares que costaría una nueva estatua.
El resultado de las "horas" de trabajo de la vecina ha recordado mucho al de Cecilia Giménez, la vecina de Borja. En medios como The Guardian comparan los dos casos y se hacen eco de las mofas en redes sociales, donde alguno ha comparado la cabeza de Jesús con Maggie Simpson.
Jesus' head missing
— Stéphan Ruest, FCD (@stephanruest) 20 de octubre de 2016
Hands in the clay miracle:
Sweet Maggie Simpson #haiku #Jesus #art #sudbury https://t.co/oItERyyD4f
Ha desaparecido la cabeza de Jesús
Manos a la obra del milagro de la arcilla
Dulce Maggie Simpson
"No me prepararon para esto en el seminario"
Un equipo de la televisión canadiense CBC se acercó a hablar con el párroco este miércoles. "La dificultad es que la artista tuvo que subir la barbilla para que la cabeza se sostuviese, porque se caía todo el rato", explicó el cura.
La cabeza es un arreglo temporal, pero además es bastante efímera. En menos de una semana ha empezado a deshacerse por la lluvia. "No creo que dure mucho", ha reconocido Lajeunesse, que afirma que la vecina esculpirá la definitiva en el próximo año.
Al párroco le han llegado ya quejas y comentarios de sorpresa y decepción con la nueva cabeza. "Es un primer intento. Ojalá el resultado final le guste a todo el mundo", declaró a la televisión, antes de añadir: "No me prepararon para esto en el seminario".
La historia del Ecce Homo sobrepasó la vida tranquila de la localidad oscense y de la vecina que lo intentó restaurar. Pero a la larga, sirvió para impulsar la economía del pueblo y se convirtió en un icono. En la parroquia de Sudbury solo han escrito el primer capítulo. Aunque otros Cristos de Borja en potencia, como el de serrín de Hellín o el tributo a David Bowie nunca lograron despegar tanto como la obra de Giménez.
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