Un periodista de Verne ha sufrido diversas quemaduras después de que, tras publicar una información este 28 de diciembre, ardieran las redes sociales. El incendio ha afectado a Twitter, Facebook e Instagram, pero no ha habido más heridos. Ni siquiera ha sido Trending Topic.
Tras este inesperado accidente, la redacción de Verne se encuentra bajo mínimos: el pasado julio, varios periodistas perdieron sus ordenadores y objetos personales en un terremoto en Twitter. Los pocos que conservaron sus equipos se quedaron sin ellos un mes después, cuando las redes se inundaron de comentarios. Tanto los redactores como sus ordenadores llevan en arroz desde entonces, y siguen sin funcionar.
A pesar de que todo el material se encontraba asegurado, las compañías han sido claras. "Los desastres en redes sociales no están incluidos en la pólizas", explican desde una compañía de seguros. "Es el punto 3 de nuestro contrato. El 5 te sorprenderá".
Efectivamente, el punto 5 ha sorprendido al equipo: el seguro tampoco cubre enfermedades contraídas en las redes sociales. Nuestra Community Manager, contagiada por una información que se hizo viral, tendrá que seguir trabajando a pesar de que ni siquiera se entienden sus últimos tuits.
Los problemas no terminan aquí. Cuando un tuitero revolucionó Internet, una periodista de Verne cayó en manos de los revolucionarios y fue hecha prisionera. Y lo que ocurrió después te dejará helado: fue puesta en libertad, pero no intacta. Había sufrido diversas magulladuras a causa de los zascas. Fue grabada durante su cautiverio y ahora el vídeo está dando la vuelta al mundo.
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