Ser tímido no es una enfermedad. La timidez es un rasgo normal de los seres humanos, pero en casos extremos se convierte en fobia social, "un miedo fuerte a ser juzgado por otros y a sentir vergüenza", según el Instituto Nacional de la Salud Mental de Estados Unidos. Muchos psicólogos insisten en que la timidez es un rasgo del carácter, pero hay ciertas profesiones para las que apenas tiene cabida. Youtuber es una de ellas.
Antón Lofer (Antonio López Fernández), barcelonés de 26 años, se encuentra en ese gremio. Su principal género es el humor, que le sirvió para ganar fama en Vine en sus inicios. Después, dio el paso a Instagram y Facebook. En su último vídeo en YouTube -donde acumula 266.000 suscriptores-, ha cambiado el tono para hablar sobre sí mismo. "Cuando era más pequeño era muy tímido. Con el paso del tiempo lo he ido superando", dice en el vídeo titulado Cómo perdí la timidez.
Durante diez minutos, detalla los motivos por los que era tan tímido y cómo consiguió cambiar. "Tenía ganas de soltar esto porque hay mucha gente que me dice que es tímida y que no se atreve a hacer según qué cosas". Entre esas cosas está seguir los pasos de Antón, dejando atrás la timidez para subir vídeos a internet.
"En el instituto no era el guaperas de turno. Llevaba aparato, estaba muy acomplejado porque tenía el pelo rizado y, obviamente, súmale el queridísimo acné", comenta en el vídeo, que acumula 55.000 visionados desde el jueves 2 de febrero. Su peor momento llegó cuando repitió curso con 12 años: "Tenía nuevos compañeros, lo que volvió a complicarlo todo".
Nos hemos puesto en contacto con él para que nos explique otros detalles, más allá de lo que cuenta en el vídeo. "La timidez es algo malo cuando te impide hacer lo que quieres", indica a Verne por teléfono. Estos son sus consejos:
1. Me corté el pelo. "Hice lo que pude por cambiar lo que no me gustaba de mí, como mi pelo rizado. Me lo corté. Lo importante es que estés bien contigo mismo. Te tiene que dar igual lo que te digan los demás. Si hay algo de tu físico que no te gusta y puedes cambiar, se puede intentar ponerle una solución. Siempre va a haber gente que te intente hacer sentir mal. Hay que pasar de ellos".
2. Me apunté a teatro. "Quizá es lo que más me ayudó. En el instituto, hice de gañán en Un palillo pal diente y fue muy divertido. A partir de entonces, perdí el miedo a participar en clase. En la universidad volví a sufrir mucha timidez. Cuando hacía alguna exposición, cinco minutos me parecían una hora. Volví a apuntarme a teatro en segundo y no he parado. Así se me quitaron los miedos".
3. Me apunté a tenis . "Esto también me ayudó mucho. Mi madre me apuntó a tenis, que no es un deporte de equipo como tal, pero me sirvió para socializarme. En los entrenamientos conocí a mucha gente con la que conecté".
4. Me saqué el carné. "Si te gustas a tu mismo, es más fácil comunicarse con los demás. Para ello, es importante ir poniéndose pequeñas metas que resulten asumibles. Son píldoras de éxito en el día a día, cosas como sacarte el carné de conducir o aprobar la selectividad. Hay que valorar más lo que hacemos".
5. Abrí un canal en YouTube: "Cuando el profesor hacía alguna pregunta en clase, me daba miedo levantar la mano para responder. Aunque supiera la respuesta, no me atrevía. Hubo un día que dije ‘hasta aquí’. Comencé a hacer cosas que antes ni me planteaba, como abrir un canal en YouTube (en 2013). Subir vídeos es exponerse. Crees que tus padres se van a volver contra ti y que tus amigos se van a mofar. Luego es todo lo contrario. Si quieres hacer algo, adelante".
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