Un día de playa puede transcurrir sin problemas o arruinarse en función del color que luzca la bandera en el puesto de socorrista. Si es verde, todo va bien; si es roja, mejor no acercarse al agua. Cuando surge el amarillo, el mensaje es algo más complejo que el de simplemente bañarse con precuación. Un tuit de Guardia Civil ofrece un matiz más específico: prohibido el baño donde el bañista no toque el fondo con la cabeza fuera cuando hay oleaje. Y no es el único.
¿#SabíasQue la bandera amarilla significa "prohibido el baño donde el bañista no toque el fondo con la cabeza fuera"?pic.twitter.com/7F6ddPPskD
— Guardia Civil (@guardiacivil) 5 de julio de 2017
"A diferencia de los otros dos colores, la información que se lanza con la bandera amarilla es interpretable. Son varias las razones por las que se coloca y conviene que el bañista se informe en el puesto de socorrista más cercano", explica a Verne Miguel Ángel Sánchez Arrocha, de la Unidad de Emergencias de Cruz Roja en Santa Cruz de Tenerife.
Para Sánchez, esa definición de Guardia Civil para la bandera amarilla cuando hay marejada es bastante aproximada, aunque él es todavía más específico: "si se es buen nadador, el agua no debe cubrir por encima del cuello. Pero quien no se desenvuelva bien en el agua debería rebajar esa marca a la cintura".
Otros riesgos que pueden advertirse con la bandera amarilla son la contaminación, la presencia de animales -a menudo, las medusas cuentan con su propia bandera- o de elementos flotantes peligrosos. Hay que estar atento, por si el nivel de alerta aumenta y cambia a bandera roja. Y siempre es importante conocer qué hacer si hay resaca y otros consejos para evitar ahogamientos
Los significados del resto de banderas en España son los siguientes:
- Verde. Bañarse es seguro. No hace falta tomar precauciones especiales.
- Roja. Está prohibido el baño, porque el riesgo de marejada, presencia de animales o contaminación está comprobado y es inminente.
- Azul. Es un galardón que otorga anualmente desde 1987 la Fundación Europea de Educación Ambiental a las playas y puertos que cumplen con las condiciones ambientales e instalaciones. España suele colocarse en los primeros puestos del ranking mundial (aquí puedes ver todas las playas españolas con bandera azul este año).
Sánchez Arrocha cuenta que los socorristas coordinan con la autoridad responsable de la seguridad de la playa, por lo general el Ayuntamiento del lugar, cuándo se debe mostrar la bandera verde, amarilla o roja.
Aunque un socorrista, una persona que ha recibido una formación mínima de 100 horas, no tiene autoridad para prohibir a un ciudadano bañarse, sí está en permanente contacto con la policía local en caso de que no se cumplan las normas que marcan las banderas. "Con bandera roja, he llegado a ver presencia física de policía en la playa para impedir el baño", relata Sánchez.
Como especialista en emergencias en playa, insiste en que lo más importante es informarse. Una misma playa puede lucir banderas de diferentes colores en zonas distintas porque cada día se localizan las zonas de riesgo y las seguras, cuenta.
Cada playa española tiene sus particularidades y cuenta con un plan de seguridad específico. "Las autoridades realizan un estudio técnico para detectar peligros, saber cómo combatirlos con recursos humanos y técnicos y sobre qué debe informar al bañista. Es un documento que es aconsejable que se renueve cada año", asegura Sánchez.
También explica que, si la geografía de la playa lo permite, lo ideal es que haya un puesto de vigilancia cada 200 metros, "para que siempre haya un socorrista cerca y para que su campo de visión sea óptimo". De todas formas, puntualiza, "siempre es necesaria la complicidad con el bañista. Por eso el principal consejo es que el ciudadano tenga siempre localizas las torres de control, por si debe avisar rápidamente de una emergencia o para pedir consejo al socorrista".
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