Incluso si me aplastaran hasta convertirme en polvo, usaría mis cenizas para abrazarte
El premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo, el disidente más famoso de China, ha muerto a los 61 años. Mientras el Gobierno chino y sus medios oficiales pasan de puntillas sobre su fallecimiento, numerosos medios de comunicación fuera del país han recuperado uno de sus textos que sirve como lección frente al odio. Corresponde a su declaración final durante el juicio que enfrentó ante un tribunal de Pekín, por "incitar a la subversión del poder del Estado", y contiene palabras de amor infinito hacia su esposa. Lo pronunció el 23 de diciembre de 2009 y, dos días después, era condenado a 11 años de prisión.
La actriz Liv Ullmann (Sonata de otoño, Persona) utilizó estas mismas palabras durante la ceremonia de entrega del Nobel de la Paz en 2010, a la que no pudo acudir el galardonado ni ninguno de sus familiares. Además, No tengo enemigos, no conozco el odio (RBA, 2011) es el título del libro que reúne los ensayos y poemas que escribió Xiaobo a lo largo de dos décadas.
Los jueces le acusaron de haber compartido en internet artículos críticos con el Partido Comunista Chino (PCCh). También de haber participado en la redacción de la Carta 08, un manifiesto firmado por más de 300 intelectuales y activistas que pedía profundas reformas democráticas en la República Popular de China.
Extracto de No tengo enemigos: mi declaración final. Puedes leer el texto íntegro aquí
No tengo enemigos, no conozco el odio. Ninguno de los policías que me vigiló, me arrestó y me interrogó, ninguno de los fiscales que me acusó, y ninguno de los jueces que me juzgaron son mis enemigos. Aunque no hay manera de que pueda aceptar su vigilancia, detenciones, procesamientos y sentencias, yo respeto sus profesiones y su integridad, incluidos los dos fiscales, Zhang Rongge y Pan Xueqing, que ahora presentan los cargos en mi contra. Durante el interrogatorio del 3 de diciembre, pude sentir su respeto y su buena fe.
El odio puede erosionar la inteligencia de una persona y su conciencia. La mentalidad de enemigos va a envenenar el espíritu de una nación, incitar crueles luchas, destruir la tolerancia de la sociedad y la humanidad, y obstaculizar el progreso de una nación hacia la libertad y la democracia. Es por eso que espero ser capaz de trascender mis experiencias personales mientras analizo el desarrollo de nuestra nación y el cambio social; espero poder hacer frente a la hostilidad del régimen con mayor buena voluntad; y espero poder disipar el odio con el amor.
Si se me permite decirlo, la experiencia más afortunada de estos últimos veinte años ha sido el amor desinteresado que he recibido de mi esposa, Liu Xia. Ella no ha podido estar hoy presente en la corte, pero todavía quiero decirte, querida mía, que creo firmemente en que tu amor por mí seguirá siendo el mismo que ha sido siempre. A lo largo de todos estos años que he vivido sin libertad, nuestro amor se ha llenado de amargura impuesta por circunstancias externas, pero cuando saboreo su recuerdo, sigue siendo infinito. Estoy cumpliendo mi condena en una prisión tangible, mientras tú esperas en la intangible cárcel del corazón. Tu amor es la luz del sol que salta por encima de estas altas paredes y penetra entre los barrotes de la ventana de mi celda, acariciando cada centímetro de mi piel, dando calor a cada célula de mi cuerpo, permitiéndome mantener siempre la paz, la apertura y la alegría en mi corazón, y llenando de significado cada minuto de mi tiempo en la cárcel. Mi amor por ti, por su parte, está tan lleno de remordimiento y pesar que a veces me hace tambalear bajo su peso. Soy una piedra insensata en el desierto, azotada por fuertes vientos y lluvias torrenciales, tan fría que nadie se atreve a tocarme. Pero mi amor es sólido y fuerte, capaz de perforar cualquier obstáculo. Incluso si me aplastaran hasta convertirme en polvo, usaría mis cenizas para abrazarte.
Querida mía, con tu amor puedo enfrentar mi juicio inminente con calma, sin remordimientos de las decisiones que he tomado y esperando el mañana con optimismo. Espero [el día] en que mi país sea una tierra con libertad de expresión, donde las expresiones de cada ciudadano sean tratadas con el mismo respeto, donde los diferentes valores, ideas, creencias y posiciones políticas […] puedan competir entre sí y coexistir pacíficamente; donde las opiniones de la mayoría y la minoría sean garantizadas por igual, y, en particular, donde las opiniones políticas que difieren de las que estén en el poder, sean plenamente respetadas y protegidas; donde todos los puntos de vista políticos se extiendan bajo el sol para que las personas elijan; donde cada ciudadano pueda afirmar, sin temor, sus opiniones políticas; y donde nadie pueda, bajo ninguna circunstancia, sufrir persecución política por expresar opiniones políticas divergentes. Espero ser la última víctima de la interminable inquisición literaria de China y que de ahora en adelante nadie sea incriminado por hablar.
[...] Espero ser la última víctima de la interminable inquisición literaria de China y que de ahora en adelante nadie sea incriminado por hablar.
[...] Estrangular la libertad de expresión significa pisotear los derechos humanos, reprimir la humanidad, y suprimir la verdad.. No hay nada criminal en aquello que he hecho, pero si traen cargos en mi contra por ello, no tengo queja alguna. Con el ejercicio del derecho a la libertad de expresión que le confiere la Constitución, uno debería cumplir con la responsabilidad social de todo ciudadano chino. No hay nada delictivo en todo lo que he hecho. [Sin embargo], si se formulan cargos en mi contra por esto, no tengo ninguna queja.
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