Debajo del puente de carretera, en un lugar indeterminado de la provincia de Valencia, existe un rincón oculto y acogedor. Una mesa, una silla, cuadros, algunos estantes y también una planta se encuentran suspendidos en el aire. Esperan a que su dueño se escape a usarlos. Se puede ver en un vídeo de Vimeo con 24.000 reproducciones. El diseñador Fernando Abellanas ha creado así un rincón secreto en plena ciudad, similar al que soñaba en su infancia: "Las grandes urbes matan al niño que llevamos dentro", cuenta a Verne. Sus proyectos buscan resucitarlo.
Cuando piensa en la tranquilidad, Abellanas (Valencia, 1984) recuerda esos momentos en los que se escondía de pequeño en su propia casa. "Disfrutaba de cierta libertad al tiempo que me sentía seguro, al escuchar el ruido de los mayores de fondo", cuenta. En el vídeo, lee un libro o dibuja en su escritorio mientras le acompaña el ruido de coches de fondo. Encuentra soledad sin que eso suponga quedarse aislado del mundo.
Abellanas explora el entorno de su ciudad y colecciona lugares secretos, que marca en un mapa íntimo. En ocasiones, construye algo en ellos para visitarlos regularmente.
Tardó dos semanas en construir este pequeño estudio situado bajo un puente y a varios metros de altura. Se eleva con una estructura que también ha fabricado él mismo. Sabe que la duración de esta diminuta casa es limitada, "hasta que alguien la encuentre", augura. Por eso, prefiere no decir el lugar exacto donde se encuentra.
Para crearla, no pidió permiso de construcción. Entre sus planes no está el ponerse a vender casas efímeras. Solo plantea "un diálogo sobre la vivienda alternativa", en el momento en que está naciendo una nueva burbuja inmobiliaria. Los alquileres han subido en España un 20,9% interanual en el primer trimestre del año, según los cálculos del portal inmobiliario Idealista.
La vocación de Abellanas es la de diseñador, que desarrolla a través de su firma Lebrel. Pero se gana la vida en labores de fontanería y carpintería. Es la profesión que le ha dado la habilidad manual necesaria para hacer realidad, con sus propias manos, las ideas que pasan por su cabeza. Luego las comparte en su perfil de Instagram.
Una vez se le ocurrió construir un pupitre móvil con las formas de una carretilla.
También ha creado una hamaca móvil de alma urbana.
O una mesa de picnic flotante para usar sobre el agua.
¿Por qué las cosas tienen que ser siempre iguales y estar colocados en el mismo sitio?, parece preguntarse con sus creaciones. Para él, reinventar objetos "es una forma de romper las reglas geográficas y buscar cierta libertad de movimiento".
Con esas premisas ha creado Fernando Abellanas su casa-taller en la provincia de Valencia. Es también la filosofía que aplica a su trabajo como diseñador. En vez de vender muebles fabricados en cadena, con Lebrel se ofrece a crearlos a medida. El cliente es quien le describe su objeto soñado, aquel que se adapta a sus necesidades, y él intenta crearlo. Lo que él sueña ahora es descubrir un día que alguien ha encontrado su estudio sin llaves construido debajo del puente y que lo está utilizando.
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