Enrique Peña Nieto lo presumió en uno de los anuncios de su quinto informe de Gobierno: México es el principal productor y exportador de aguacate en el mundo. De acuerdo con el presidente, este es uno de los muchos motivos por los que deberíamos estar orgullosos. Para la mayoría de los mexicanos, sin embargo, el éxito internacional del aguacate significa buenas y malas noticias. Buenas por los beneficios que trae a los agricultores michoacanos, principalmente, productores de cuatro quintas partes del total nacional. Y malas porque el precio de uno de nuestros frutos favoritos ha alcanzado máximos históricos en los últimos meses.
¿Suena ridículo no? Pues es la realidad en México: el salario mínimo no alcanza ni para un kilo de aguacate al día. pic.twitter.com/8esHKpYLqC
— Jorge Álvarez Máynez (@AlvarezMaynez) 22 de julio de 2017
Cosas que los mexicanos no dejan de comprar aunque suba su precio:
— El Guarromántico (@Guarromantico_) 9 de julio de 2017
– Frijoles
– Cerveza
– Aguacate
– Spinners
– Barbacoa los domingos
No hay vida sin aguacate 🥑🙌🏻
— Danna Paola (@dannapaola) 14 de agosto de 2017
Si tu sándwich no tiene medio aguacate, ¿Es esa cosa realmente un sándwich? pic.twitter.com/msyVQMZVyv
— Fer Acevedo. (@acevedofernanda) 1 de agosto de 2017
La siguiente gráfica muestra el incremento en los precios del aguacate en la Ciudad de México en lo que va de este 2017. Los datos fueron proporcionados a Verne por el INEGI, que se encarga de este registro desde 2011. Hay que tener en cuenta que estos precios corresponden a las centrales de abasto, por lo que son menores a los que se suelen encontrar en los supermercados y las tiendas de abarrotes.
Las cifras también varían entre las regiones del país. En julio pasado, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) anunció que el kilo de aguacate se vendía en 90 pesos en los mercados de Tijuana (Baja California), mientras que en la capital mexicana alcanzaba los 76,55 pesos (coloca el cursor sobre los puntos para ver los valores).
Tan solo en los primeros siete meses de 2017, el precio del aguacate se disparó en un 64,6 por ciento. Las alzas son más dramáticas si se analizan los datos de los últimos cinco años. En 2012, un kilo del fruto costaba casi la mitad de lo que costaba en julio pasado, el último mes del que se tienen datos.
Uno de los factores principales del incremento en el precio del aguacate tiene que ver con su creciente demanda en Estados Unidos, el mayor importador. Hace diez años, comprar este fruto en el país vecino era un lujo que solo podía hallarse en supermercados especialiazados de las grandes ciudades. La popularidad del guacamole como un platillo típico de la Súperbowl ha contribuido a que su ingrediente principal pueda encontrarse ahora casi en cualquier sitio. Las ventas al gigante norteamericano se han duplicado desde 2010.
Al aguacate se le llama desde hace un tiempo el oro verde de México, ya que las exportaciones del mismo se traducen en ingresos millonarios. De acuerdo con cifras de la Sagarpa, solo en enero de este año las ventas de aguacate alcanzaron más de 223 millones de dólares, lo que representa un aumento de 24,4 por ciento respecto al mismo mes del año anterior. Los cinco principales destinos en los que se comercializó el aguacate mexicano fueron Estados Unidos, Canadá, Japón, El Salvador y Francia.
El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, anunció a principios de agosto que el Gobierno mexicano analizaba la posibilidad de importar aguacates para contrarrestar la acelerada subida de los precios de los últimos meses. En el momento más exitoso para los productores de aguacate mexicano, es posible que el resto de la población tenga que consumir aguacates de Chile o de Perú.
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