El festival de música electrónica Electric Zoo, de Nueva York, tuvo lugar el pasado 1 y 2 de septiembre, pero Alex Diamond acudió tres semanas antes. Este joven festivalero fue al sitio donde se celebraría el evento para enterrar una botella de plástico rellena de vodka y, durante el festival, desenterrarla.
Diamond contó su hazaña en Facebook y se popularizó después de que el magazine digital Unilad se hiciera eco. "Hace tres semanas enterramos una botella Nalgene [una marca de envases de plástico] llena de vodka en los terrenos del festival, antes de que empezaran a montar los escenarios", escribía en su publicación, "veremos qué ocurre". Después, desde el festivival, publicó una nueva fotografía donde aparecía con la botella. "La tengo", escribía.
En los comentarios de la publicación algunos usuarios se han mostrado suspicaces porque la botella que aprecía en su primera publicación no es la misma en la fotografía que se tomó en el festival. Él defiende que cambió las botellas cuando dividió el alcohol con sus amigos.
Diamond cuenta a Unilad que se inspiró en los piratas para llevar a cabo esta treta. "He venido cuatro años al Electric Zoo, así que conozco muy bien el terreno", explica. "La planificación del entierro fue simple, usamos Google Maps y marcamos nuestra posición para que supiéramos dónde estaría [el vodka], y después esperamos". Incluso preparó un "mapa del tesoro":
Este joven festivalero no es el primero en utilizar este truco: muchos foros y artículos sobre artimañans festivaleras recogen este método para introducir bebida en los recintos. En un hilo del foro Reddit de 2014 sobre cómo colar bebida en el festival estadounidense Lollapalooza muchos usuarios recomiendan este truco. Algunos afirman hacerlo asiduamente en este y más festivales. “Lo he hecho en el Lolla un montón de veces, y también en el Pitchfork y North Coast”, explica un usuario, “tienes que tener en cuenta dónde construirán para no enterrar nada debajo de un escenario o un baño portátil, y marcar tu localización en Google Maps”. También hay historias similares en España.
En cualquier caso, este truco no es para nada recomendable: prácticamente todos los festivales incluyen en su normativa el derecho de expulsión a quien inclumpla su condiciones de entrada, en las que se incluye la prohibición de introducir bebidas del exterior. Diamond se arriesgaba a perder los más de 200 euros del abono por bebida gratis, y cavar en medio de un festival no es una actividad que pase demasiado desapercibida.
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