En estas tortillerías poblanas se les recuerda constantemente a los clientes que la violencia de género no es normal.
Como parte de una campaña para prevenir y erradicar la violencia de género, 200 tortillerías de ocho municipios de Puebla han aceptado usar el papel diseñado y fabricado por el Instituto Poblano de las Mujeres (IPM) para envolver las tortillas que venden. Entre los mensajes que se pueden leer en estos pliegos están las descripciones de los cinco tipos más comunes de violencia:
"Violencia física: te golpea, te empuja, te jala el cabello. Violencia sexual: te obliga a tener prácticas sexuales en contra de tu voluntad. Violencia psicológica: te ofende, te humilla, te compara o se burla de ti. Violencia económica: te limita, te condiciona el gasto, te quita tu dinero. Violencia patrimonial: se apodera de tus bienes o utiliza tus créditos en su beneficio sin pagarlos".
También se pueden encontrar los teléfonos del organismo gubernamental (Telmujer: 01800 624 2330, disponible las 24 horas los 365 días del año), un recordatorio del número de emergencia (911) y explicaciones de cómo pedir ayuda legal y psicológica en caso de ser una víctima.
Nadia Navarro, la directora del IPM, explica a Verne vía telefónica que decidieron invitar a las tortillerías a sumarse a la campaña con el objetivo de tener un mayor alcance: “La tortilla es la base de la alimentación en México: el 90% de las familias mexicanas las consumimos”. Aunque muchos de los mensajes interpelan directamente a las mujeres, Navarro asegura que estos están dirigidos a todos los miembros de la familia y a la sociedad en general. Su idea es visibilizar el problema para crear mayor conciencia y generar un debate sobre el mismo al interior de las familias.
Este proyecto es parte de la campaña La violencia no es normal y ha llegado a Puebla en un momento particularmente sensible a este problema. Los asesinatos de Mara Castilla y de Mariana Fuentes, ambos ocurridos en septiembre pasado, han encendido las alarmas en el Estado. Recientemente, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha instado al Gobierno federal a que se declare la alerta de género en la entidad "frente al contexto feminicida".
Navarro niega, sin embargo, que la campaña haya surgido a raíz de estos hechos, ya que esta se ha gestado en el último año. También explica que los dueños y trabajadores de las tortillerías se han comprometido con la causa más allá de colocar los carteles del IPM en sus espacios. El trabajo con ellos, cuenta, comenzó hace aproximadamente cuatro meses: "Los visitamos, los invitamos y a los que aceptaron participar les dimos una capacitación".
El objetivo fue enseñarles qué pueden hacer ellos en el caso de que se den cuenta de que una de sus clientas sufra violencia machista. "Muchos nos dijeron que por supuesto identifican algunas mujeres que llegan golpeadas o llorando", dice Navarro.
En esta primera fase, el organismo ha impreso un total de 200.000 pliegos de papel. La directora sostiene que los planes son evaluar el impacto de la campaña y, de ser positivo, suministrar estas envolturas a las tortillerías de forma permanente.
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